Pidieron justicia en Luján por el nene que murió cuando lo trasladaban
Familiares y vecinos de la localidad reclamaron en las puertas del Hospital donde fue atendido y después derivado a San Luis.
Con velas encendidas y carteles, aproximadamente unas 100 personas entre familiares y vecinos del pequeño marcharon esta tarde por las calles del pueblo “en silencio” para pedir justicia.
En la madrugada del lunes, Máximo ingresó al Hospital “Juan Arturo Klipsons” de Luján con fuertes dolores estomacales, vómitos y diarrea. La familia denunció que después de 12 horas, los médicos decidieron su traslado al Policlínico Regional de San Luis, pero murió en el camino.
Una vez en la puerta, esta tarde intentaron hablar con alguna autoridad pero no fue posible. “Estaba lleno de policías”, contó una vecina en diálogo con El Chorrillero.
Vecinos del pequeño marcharon esta tarde por las calles del pueblo “en silencio” para pedir justicia.
“Estamos muy indignados con la muerte de esta criatura; estaba lleno de vida. Podría haber tenido un problema de salud que se hubiera solucionado con la atención adecuada. Lo tuvieron doce horas sufriendo en el hospital”, dijo Estela Sánchez, a este medio.
En principio, la denuncia fue radicada en la Comisaría de la localidad. Ahora, tomó intervención la Justicia.
“El pueblo de Luján quiere justicia, porque hoy es Máximo pero mañana o pasado pueden ser otros, hace rato que viene sucediendo esto”, aseguró Sánchez.
Luego de la convocatoria, las rejas del Hospital terminaron con carteles pegados con fotos del menor.
Se informó que el lunes volverán a marchar. El punto de encuentro será el mismo lugar a las 19. A su vez, el martes, a partir de las 9 realizarán un corte en la Ruta nacional Nº 146 en el ingreso al pueblo.
“Queremos expresar a toda la sociedad nuestra inhumana realidad luego del fallecimiento de nuestro amado hijo Máximo”, escribieron los padres en un comunicado que difundieron a través de las redes sociales.
En el escrito, denunciaron que su hijo “no fue diagnosticado ni tratado correctamente” y “recibió una atención despreocupada, limitada por la preparación de un personal absorto, en una normalidad paupérrima”.