Milagro Sala, a cuatro años de su detención: “Volvería a hacer lo que hice”
La dirigente de la agrupación Tupac Amaru, que cumple prisión domiciliaria, dijo que es "rehén de la política opositora".
La dirigente de la agrupación Tupac Amaru, Milagro Sala, que este jueves cumple cuatro años detenida, dijo que es una "rehén de la política opositora" y afirmó que no se arrepiente de su accionar.
"Lo volvería a hacer porque estoy convencida de que hay que cubrir la necesidad del otro. La gente está esperando que los dirigentes le resuelvan los problemas. Como dice Cristina (Kirchner), no me arrepiento de haber trabajado tanto", señaló en diálogo con Página 12. Sala cumple con la prisión domiciliaria desde su casa en San Salvador de Jujuy.
El miércoles, el Comité por la Libertad de Milagro Sala y la organización Tupac Amaru llegaron hasta el Obelisco para reclamar por la liberación de la dirigente. El acampe se extenderá hasta las 11 de este jueves.
Sala fue detenida el 16 de enero de 2016, en el marco de un acampe llevado adelante por organizaciones sociales quienes exigían un encuentro con el gobernador Gerardo Morales, que iniciaba su mandato. Sin mencionarlo, la dirigente cuestionó al mandatario provincial: "Me gustaría que se termine la agonía y la de mis compañeros también, somos rehenes de la política opositora".
Sala tiene un complejo frente judicial. Fue encontrada culpable por defraudación al Estado, asociación ilícita y extorsión en la denominada causa "Pibes Villeros" y condenada a 13 años de prisión. En este expediente se investigó el desvío de fondos por más de $60 millones que se entregaron a cooperativas entre 20011 y 2015 que debían destinarse a la construcción de viviendas sociales que nunca se realizaron.
"Solicitaban que se garantice la continuidad de las fuentes de trabajo para 20 mil cooperativistas de la provincia de Jujuy. Desde ese día, hubo un entramado de acusaciones consecutivas para sostener la privación ilegal de la libertad de la líder social por tiempo indefinido", sostuvieron los integrantes del Comité a través de un comunicado.
En ese sentido, remarcaron que "la persecución y encarcelamiento a los militantes de la Organización Tupac Amaru, la destrucción de su obra, la ocupación de sus sedes sociales, de sus centros educativos, de sus fábricas, de sus centros de salud y de sus espacios recreativos públicos, se transformaron en símbolos del disciplinamiento social".