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Un basural a cielo abierto crece en el Barrio Eva Perón

Los vecinos denuncian que es un foco infeccioso, que la luminaria es escasa y que la inseguridad ronda el descampado. Además, el recolector de basura no llega a esas cuadras.

El basural, un triste panorama del barrio ubicado en el oeste de la ciudad.
Actualizada: 24/01/2020 16:24
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Por Guadalupe Isaguirre

Bolsones de ropa, vidrios, pastizales largos, electrodomésticos rotos, animales muertos y un olor nauseabundo hacen en ese sector de la ciudad (uno de los más populares y vulnerables de la capital puntana), un panorama preocupante. Así se presenta un descampado ubicado entre los anexos 3 y 5 del Barrio Eva Perón, según un recorrido que pudo hacer el equipo de El Chorrillero.

La puerta principal de este basural (que está hace tiempo) tiene como referencia una tradicional “canchita” de fútbol de barrio donde los niños se divierten por las tardes hasta que se esconde el sol, porque no hay luminaria.

Ese amontonamiento de basura se encuentra a dos cuadras del bulevar “Las Banderas” y los vecinos reclaman de manera constante que “el recolector no pasa y que al predio no vienen a limpiarlo nunca”.

El basural abarca unas cinco cuadras aproximadamente y solo lo separa una calle de las viviendas. Y crece sin ningún control.

El camión de la Municipalidad “solo pasa por el bulevar y no entra a los anexos”, según cuestionaron los habitantes del barrio en diálogo con este medio. Entonces los vecinos deben dejar la basura en el descampado hasta que “milagrosamente o en algún momento” pasen y se lleven los desperdicios acumulados.

La otra opción que tienen los vecinos es dejar los residuos en las esquinas de ese lugar, pero cuentan, que las personas que viven ahí “se quejan y no se lo permiten”.

La inseguridad, la falta de luminaria y las calles sin asfalto son el principal cuestionamiento.

En las noches, los vecinos aseguran que ese lugar es una “boca de lobo” ya que en la calle que separa las casas del descampado no tiene conexión a los postes de luz y entre las cuadras la luminaria es “escasa”.

Las calles de los anexos 3 y 5, son las únicas que están sin asfalto.

La inseguridad siempre fue un hecho que ronda por el barrio, pero al tener el descampado, los vecinos aseguran que “por las noches los delincuentes aprovechan para tirar las cosas robadas y hasta es muy común escuchar tiros al aire por el lugar”.

“La basura de uno es el tesoro de otros”

Entre la acumulación de basura, El Chorrillero pudo advertir que durante el día varias personas llegan al “basural” para remover y buscar algo que pueda servirles. Por ejemplo, ropa, algún balde o cartones; maderas y hasta algunos metales.

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