“Esto me tocó muy hondo”: la reflexión de Carlos Bea tras el cruel homicidio en Villa Gesell
El asesinato de Fabio, su hijo, a la salida de un boliche de la capital puntana en 2002 causó una profunda conmoción en todo San Luis. El caso, junto al de Matías Auderut, son hechos que inevitablemente se relacionan con el ataque de Fernando Báez Sosa. A los dos chicos puntanos también los mataron a golpes.
La muerte de Báez trae inevitablemente a la memoria dos casos idénticos que ocurrieron en San Luis. La primera víctima fue Fabio Bea, a quien un grupo de chicos golpeó a la salida de un boliche (que ya no existe). Las heridas le causaron la muerte, y el hecho conmocionó a la comunidad que se movilizó por las calles para pedir justicia.
En Villa Gesell, el ataque que sufrió el joven de 19 años también generó repudio y pedidos para que la ley caiga fuerte sobre los responsables. En San Luis, Carlos Bea realizó una sentida reflexión sobre ese caso; recordó el día que asesinaron a su hijo y aseguró que con ese homicidio hay “muchos puntos en común”.
“Cuando me enteré lo que le pasó al chico Báez, volví a revivir todo lo que pasó en aquel momento. La única diferencia es que ahora hay un nuevo código penal y todos podrán recibir una condena perpetua”, sostuvo.
La golpiza que le dieron a Fabio Bea impactó significativamente en la sociedad puntana, en julio de 2002. Sufrió múltiples lesiones pero el golpe mortal fue en su cabeza.
“Esto me tocó muy hondo pero creo que, si el juicio es rápido y con una condena ejemplificadora, la justicia será algo valorable”, dijo Bea.
Aseguró que a lo largo de estas casi dos décadas “no hubo muchos cambios” respecto a lo que pasa con la violencia por las noches.
“Mientras siga el negocio del alcohol y las drogas todo va a ser cada vez peor”, reflexionó.
Consideró que la “falta de acción” de las autoridades para prevenir es “aterrador” y que la suma de más policías a las calles “no cambiará” lo que pasa.
“Aunque pongamos 100 agentes por cada uno de nosotros, esto no se va a modificar”, indicó y manifestó que la única forma de dar una solución es la “enseñanza de valores y tolerancia desde el hogar”.
Es por ello que recalcó el papel de los padres: “Se debe saber con quiénes se juntan, con quiénes salen, todos debemos tomar conciencia”.
“La formación que hayan tenido estos chicos tiene mucho que ver. ¿Qué querían demostrar? ¿Qué son mejores que los demás? Bueno, miren lo que ocurrió”, agregó.
“El rugby es un agravante. Son fuertes, están entrenados para golpear y para patear, es por ello que la formación en su deporte es clave. Por lo menos, deberían tomar clases de derechos humanos”, siguió.
Por el crimen de Fabio, la Justicia de San Luis condenó a Javier Ontivero. En una primera instancia la Justicia le dictó 20 años de prisión pero, a través de un dictamen, la pena fue reducida a solo 10. Ya en el 2011 fue liberado.
En el medio hubo cuestionamientos al accionar de la Policía y de funcionarios del Poder Judicial.
“Otra vez hubo una muerte evitable”
El segundo hecho, más reciente, fue el asesinato de Matías Auderut a quien golpearon sin piedad en la puerta de un bar, en plena avenida Illia, en diciembre de 2018.
El padre de la víctima, Hugo Auderut realizó un posteo en su Facebook y resaltó la falta de políticas para evitar episodios de estas características. Señaló que el homicidio de Báez Sosa fue “evitable”.
“Los distintos controles de seguridad fallaron. El grupo de jóvenes que mató a Fernando, horas previas habían causado disturbios en la playa y no se tomaron medidas. Entraron alcoholizados al boliche y tampoco hubo control”, compartió.
Al igual que Carlos Bea, el hombre se refirió sobre la falta de controles y la venta de bebidas y la prevención: “En el boliche venden indiscriminadamente alcohol y luego no se hacen cargo de las consecuencias de los excesos”.
“El personal de seguridad del lugar saca a los que se pelean a la calle y se desentiende del tema, mientras observa la gravedad del problema y no actúa para evitar que lo sigan golpeando”, continúo.
Además, expresó que la mayoría de los medios de comunicación hacen hincapié en la “estigmatización del rugby” pero “no hacen foco en la falta de políticas públicas”.
“El común denominador es la indiferencia. Si bien hay distintos niveles de responsabilidad, y nadie puede sentir el dolor de un familiar frente a una muerte, sobre todo evitable, como sociedad debemos involucrarnos y comprometernos en esta problemática de la nocturnidad”, finalizó.
Por la muerte de Báez Sosa, se encuentran detenidos 10 jóvenes. En las últimas horas se realizaron diferentes rondas de reconocimientos y pericias.
Máximo Thomsen (20) y Ciro Pertossi (19) están imputados por el delito de “homicidio agravado” en calidad de coautores; mientras que Matías Benicelli (20), Ayrton Viollaz (20), Luciano Pertossi (18), Lucas Pertossi (20), Alejo Milanesi (20), Enzo Comelli (19), Juan Pedro Guarino (19) y Blas Cinalli (18), están sindicados como "partícipes primarios".