Violencia desmedida y ensañamiento a la salida de un boliche, como en el crimen de Fernando Báez Sosa
Un joven de 25 años, en estado de ebriedad, tuvo que ser internado con severos golpes en la cabeza tras ser golpeado por otro, que le propinó patadas en la cabeza cuando estaba tirado en el suelo.
Mientras sigue la conmoción por el brutal crimen de Fernando Báez Sosa, un episodio de violencia a la salida de un boliche generó preocupación en Quilmes centro, donde un joven de 25 años, en estado de ebriedad, tuvo que ser internado con severos golpes en la cabeza tras ser ferozmente golpeado por otro muchacho, que le propinó patadas en la cabeza cuando ya se encontraba en el suelo.
A diferencia del asesinato perpetrado por la patota de rugbiers en Villa Gesell, en este caso se trató de un enfrentamiento de dos chicos. Sin embargo, la violencia desmedida y el ensañamiento permiten conectar ambos episodios.
Testigos relataron que el hecho comenzó con una discusión a los gritos, cerca de las 6 mañana en el cruce de las calles San Martín y Videla. Según describieron, el presunto agresor arremetió a las trompadas contra la víctima, quien intentó esquivar los golpes, trastabilló y cayó al suelo.
En ese momento fue cuando se abalanzó sobre él y le aplicó varios golpes de puño. Luego de paró, tomó carrera y le propinó al menos tres patadas en la zona de la cabeza.
Luego, el sujeto se dio a la fuga dejándolo inconsciente sobre el asfalto. Al llegar los médicos, lo trasladaron al Hospital Iriarte de Quilmes, donde permaneció internado en observación hasta recuperar la conciencia.
Batalla campal
Por otra parte, en la zona de la Ribera se registró una batalla campal frente a un puesto policial, entre dos bandos que se encontraban ingiriendo bebidas alcohólicas en un local nocturno.
La brutal riña, que tuvo lugar en la puerta del bar El Ancla, fue filmada por un testigo con su celular y las imágenes se viralizaron ayer en las redes sociales, generando gran cantidad de comentarios para repudiar los acontecimientos.
De acuerdo al testimonio de personas que presenciaron la reyerta, la Policía, que se encontraba a metros del lugar, utilizó balas de goma para dispersar a los violentos.