Hernán Muñoz: “Me hago cargo de lo ocurrido y pido perdón a la familia del chico”
Esas fueron las únicas palabras del joven de 23 años que en mayo del año pasado atropelló al motociclista Dani Miranda y lo dejó al borde de la muerte. En el juicio abreviado que lo condenó a dos años de prisión en suspenso fue el único que habló.
Llegó al debate en libertad porque en septiembre pasado el juez Juan Manuel Montiveros Chada le ordenó la excarcelación bajo fianza. En la audiencia estuvieron solo las partes involucradas y la condena salió a media mañana.
El accidente ocurrió el 30 de mayo del año pasado en la esquina de Maipú y Bolívar. Muñoz pasó el semáforo en rojo con su auto (un Chery blanco) y embistió a Miranda cuando el día todavía no amanecía (iba a buscar a su novia que es enfermera en un centro de salud privado). El choque fue tan violento que la motocicleta (una Motomel 150 tipo chopera) se partió en dos.
El auto (modelo Skin Hatchback) terminó colisionado contra otro que estaba estacionado sobre Mitre (un Peugeot) y el cuerpo de Miranda quedó apretado entre los dos rodados (el casco quedó incrustado en la luneta). Sufrió traumatismos en su cabeza, en el tórax y fracturas en varias partes: en su cara, en la pelvis y piernas.
Las pericias determinaron que Muñoz conducía alcoholizado (1,87 puntos de alcohol en sangre, casi tres veces de lo permitido) y a una velocidad “antirreglamentaria” tratándose de una zona urbana (iba a 75 kilómetros por hora).
Además huyó e hizo una falsa denuncia en la Comisaría 1º: dijo que le habían robado el auto.
Miranda estuvo al borde de la muerte y aunque sobrevivió, quedó con secuelas motrices y ligado a un intenso tratamiento de rehabilitación para poder caminar como antes.
El juicio abreviado de este viernes comenzó cerca de las 10:30 y en menos de una hora el Juzgado de Sentencia lo declaró culpable. En la audiencia el acosado se hizo responsable y pidió perdón.
“Me hago cargo del hecho y también quiero pedir perdón a la familia del chico”, fue lo único que dijo cuando le dieron la palabra.
“Me hago cargo del hecho y también quiero pedir perdón a la familia del chico”, fue lo único que dijo Hernán Muñoz.
No irá a la cárcel y deberá ajustarse (durante cuatro años) a ciertos requisitos para seguir libre. Por dos años no podrá conducir y realizar tareas comunitarias en una comisaría de la ciudad. Además no podrá salir del país, someterse al cuidado del Instituto Provincial de Reinserción Social y a un tratamiento psicológico, abstenerse de usar estupefacientes o abusar de bebidas alcohólicas, y además hacer un curso de manejo.