Se recibieron más estudiantes de la carrera de medicina de la Universidad Católica de Cuyo
Se trata de la cuarta camada de profesionales formados en la institución de la capital puntana.
En total son nueve los jóvenes que rindieron sus últimas materias (entre diciembre de 2019 y los primeros días de febrero) para convertirse en los nuevos médicos de la provincia. “Ahora les queda el año final de la práctica”, contó la decana de la Facultad de Ciencias Médicas de la UCCuyo, Margarita Mc Michael.
“Para San Luis el avance que significa poder ser un polo formador desde la Universidad, de recursos humanos como es de médicos es de una importancia que no tiene antecedentes, es invalorable”, analizó en declaraciones a El Chorrillero.
María Valentina Gutiérrez, Facundo Salazar, Nicolás Fachin, Rocío Casado, Santiago Celi, María Florencia Ojeda, Florencia Figueroa, Maximiliano Fernández y Gabriela Suárez, son los recientes recibidos. Algunos de ellos hablaron con este medio e hicieron un resumen de la experiencia, de cómo fue estudiar medicina en San Luis y los proyectos que seguirán transitando.
Para Nicolás Fachin el último día teórico de su carrera estuvo cargado de emociones. No solamente porque se recibió y logró el objetivo que buscó por mucho tiempo, sino porque su examen coincidió con el cumpleaños de su abuelo fallecido, que era médico. Inclusive le hizo el honor a su padre, que es traumatólogo, porque la materia que dejó para el último fue traumatología.
“Salimos de rendir y fue muy lindo lo que pasó, encontrarme con mis familiares y amigos que me estaban esperando; después se aprovecharon, me tiraron de todo y hasta me cortaron el pelo. Nos subimos en una camioneta y dimos como una vuelta olímpica. Fue muy emocionante todo lo que pasó”, revivió Fachin para describir que así fue el broche de oro con el que cerró su cursada.
“Tuve la suerte de recibirme con los chicos que considero son mis mejores amigos, entonces también fue un día redondo. Me recibí con la gente que quería, el día que quería, con la materia que quería. Logré llegar con mucho esfuerzo, muchas horas sin dormir a la noche para dedicarlas al estudio, muchas salidas postergadas, fiestas, juntadas. Si bien ya se terminó la cursada, el estudio nunca se acaba si se quiere ser un buen profesional el día de mañana”, dijo.
Ahora llegó otro tiempo, ya no volverá a la Universidad pero comenzará a frecuentar el Hospital para seguir el año de las prácticas haciendo guardias, por ejemplo: “Creo que será gratificante y de acá a un año ya recibiré el título de médico”.
“De cara al futuro lo que espero es poder especializarme en algo que me guste, tengo dos o tres especialidades en vista; por ahora es difícil decidirse”, agregó en su análisis.
Piensa viajar a Buenos Aires o a Córdoba para concretarlas, y en un tiempo “de formación prudente” volver a San Luis “para aportar de la medicina que aprendí y me enseñaron mis maestros”, según puntualizó.
Mc Michael, por su parte aseguró que cada año la demanda de estudiantes crece en la UCCuyo y que eso “viene sorprendiendo” a la casa de estudios; y añadió que al mismo tiempo “se suman más colegas a la enseñanza”.
Dijo que el año pasado se registró un importante número de ingresantes y que quedó un cupo de 10 vacantes, los que tienen “la opción del examen único en marzo”.
Para esa fecha, “los alumnos que durante el ingreso han desaprobado algún módulo tienen una instancia extra de evaluación”, según explicó.
“Si aprueban pueden entrar. O aquellos que no lo han hecho y se han decidido ahora, rindiendo las tres materias pueden ingresar”, agregó.
“Rendimos la última materia teórica; esto ahora nos permite realizar las prácticas finales y terminar la carrera”, contó Facundo Salazar al ser consultado sobre la experiencia de su formación académica.
“Ingresé a la Facultad en el 2015. Al principio eran muchas las incertidumbres acerca de medicina: si sería lo que yo pensaba, si me gustaría, si podría avanzar en ella. Empezamos a cursar y rápidamente sentí que había elegido la carrera correcta, esto era lo que quería hacer”, destacó.
Reconoció que en los distintos años “hay materias como anatomía, histología, bioquímica, microbiología, fisiología, patología, farmacología, clínica en las que hay que estudiar mucho contenido”. Y que “todas esas, algunas más que otras”, le resultaron “interesantes”.
“Las materias de mucho contenido o algunas que personalmente nos cuestan más, siempre con esfuerzo se puede lograr superarlas. A todos nos pasan cosas fuera de la Facultad que nos afectan personalmente y que pueden perjudicar nuestro estudio, pero por suerte siempre mi familia y amigos me apoyaron para poder lograrlo, a ellos les agradezco todo esto”, reflexionó.
“Ahora estoy muy contento, muy feliz de haberlo conseguido y con muchas ganas de empezar las prácticas”, agregó.
Dejó en claro que si bien todavía no sabe qué especialidad continuará luego, sabe que le gustaría trabajar en San Luis cuando ya tenga el título en sus manos.
La carrera de medicina tiene una duración de seis años; cinco corresponden a la etapa de cursado y rendido de materias, mientras que el ultimo está enfocado en la práctica final obligatoria.
“Las prácticas pueden realizarlas en el sistema de salud público. Incluso hay posibilidades de hacerlas interior”, puntualizó la decana.
Contó que si bien la mayoría de los estudiantes que eligen la UCC son de la capital, hay también del interior.
“Algo que nos ha sorprendido en los dos últimos años es que muchos alumnos que estudiaban en otras provincias decidieron volver a San Luis y pudieron entrar con estado universitario. De ese modo completan los estudios acá”, dijo al final.
Valentina Gutiérrez también recordó cómo fueron estos años de teoría en la universidad: “Tenía muchas expectativas y miedo sobre todo, pero la verdad que fue satisfactorio cursarla”.
Contó que el grupo que ingresó a la carrera en 2015 era de 50 jóvenes. “Considero que éramos pocos y eso ayudó a que el grupo fuera muy unido, nos ayudamos en todo, en estudiar y acompañarnos cada vez que rendíamos”.
Sobre los profesores, que son de Córdoba, Buenos Aires y Mendoza dijo: “Ejercen bien la profesión y nos entregaron todos sus conocimientos”.
“Con el transcurso de los años se agregan materias, y también exigencias. Nos ayudó también a prepararnos en prácticas en el Hospital. Los doctores de ahí siempre estuvieron predispuestos a enseñarnos, desde sacar sangre hasta poner inyección, siempre con el cuidado de ellos”, indicó.
Para ella, el último año se pasó rápido: “Estuvimos rindiendo mucho tempo las materias, con un esfuerzo muy grande y también sacrificio, no compartir algunos cumpleaños, de no ir a fiestas para poder estudiar. Dedicamos muchas horas de estudio al día, 6, 8 o más. Pero hoy todos estamos muy felices”.