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Historias de San Luis: Adolfo y su fobia al color naranja

Por Nino Romero

Adolfo Rodríguez Saá y Eduardo Mones Ruiz.
Actualizada: 23/02/2020 03:07
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Reitero que estas columnas o notas no son Historia de San Luis del punto de vista académico. Por eso son Historias (con s) donde relatamos vivencias propias y ajenas acontecidas en nuestra provincia. El agradecimiento a todos los que han comentado o colaboran con material a nuestras direcciones de mail, para rescatar o para que no se pierdan relatos. Por ejemplo, la lectora Marité Sacomandi publicó en los comentarios de estas notas en El Chorrillero una fantástica definición de Nicolás Avellaneda. De paso, Nicolás Remigio Aurelio Avellaneda, abogado, periodista, político y estadista argentino que llegó a ser presidente de la Nación. Biografía simplificada. Retomo lo que escribió nuestra lectora:” Los pueblos que olvidan sus tradiciones, pierden la conciencia de sus destinos, y los que se apoyan sobre tumbas gloriosas son los que mejor preparan el porvenir”. También nos recordó algunas direcciones históricas que ya están debidamente anotadas en nuestra Agenda Abierta.

Pero vuelvo al título. El Adolfo de referencia es Adolfo Rodríguez Saá. Interna peronista con el escribano Eduardo Gastón Mones Ruiz (padre del actual vicegobernador). Adolfo lista Celesta y Blanca. Mones Ruiz lista Naranja. Y aquí aparece el querido Canal 13 de San Luis. Se logró que ambos debatieran sus propuestas, sus diferencias desde los estudios del Canal en el Puente Blanco. Me honraron con ser moderador. Presagio de programón. Mucha publicidad previa. Seguro con una audiencia provincial casi total.

Eran bravas las internas. Década del 80. Mucha calle. Corridas. Algunas peleas entre los opositores por las pintadas en las paredes, por los afiches, y habían comenzado a aparecer algunos pasacalles. Épocas calientes. Muy calientes en algunos casos.

Pero volviendo al programa, toda la gente del Canal se esmeró en preparar un estudio adecuado a las circunstancias, sin tener casi nada de elementos y recursos para hacerlo. Había que construir todo a pulmón.

Y llegó el momento. Todo listo. El primero en llegar fue precisamente Adolfo que saludó respetuosamente a todos los trabajadores del canal, y cuando entró al estudio principal, salió espantado a los gritos: “No me quedo, me voy, esto es una cama contra mí y varios etcéteras más “. Y cundió el pánico entre todos los que éramos empleados del Canal: ¿qué pasó? ¿qué le pasaba a Adolfo? Todo estaba preparado “de lujo” con lo poco y nada que había. Y el mismo se encargó de revelar el motivo del espanto: la escenografía se había hecho con lo que había. ¿Y que había? La respuesta es:  telas de color naranja. Justo el color de su oponente, de la lista rival. Y no hubo mala intención de ninguno de los hacedores de las escenografías, sino que quisieron poner algún color al fondo negro… y lo único que había eran telas naranjas. Imaginen la desesperación por enmendar ese detalle o error que no era menor. Tenía razón Adolfo porque aparecía esa tela como una publicidad subliminal a favor de su contrincante. No había telas celestes y blancas para colocar también y tener colores en igualdad de condiciones de las listas, así que se desarmó esa escenografía y quedó un solemne fondo negro.

El programa se hizo. Salió muy bien, y los candidatos debatieron respetuosamente cada uno defendiendo sus posturas, y tratando de mostrar que el otro estaba equivocado, pero en un marco de absoluta tolerancia.

Una anécdota de las tantas que tienen los hombres y mujeres de los medios de comunicación de la provincia.

Aclaro: la fobia al color naranja Adolfo la mostró en ese momento. Hace muchos años.  No sé si le dura. Creo que no.

Contactos: elchorrillero@gmail.com – ninoromero@gmail.com

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