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Ojea: “Cuando la Iglesia habla del derecho a la vida, no está haciendo lobby o presión”

El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) pidió que durante el debate parlamentario del proyecto que enviará el Poder Ejecutivo "no haya agresividad ni descalificaciones" hacia las opiniones diversas.

Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina.
Actualizada: 23/02/2020 09:30
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El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, afirmó que es "profundamente totalitario" decir que la Iglesia ejerce "un lobby o una presión" cuando expresa su opinión en contra de la legalización del aborto, y pidió que durante el debate parlamentario del proyecto que enviará el Poder Ejecutivo "no haya agresividad ni descalificaciones" hacia las opiniones diversas.

En una entrevista con la agencia Télam, el titular del Episcopado y obispo de San Isidro reflexionó sobre el anunciado proyecto para legalizar el aborto que el presidente Alberto Fernández enviará próximamente al Congreso y advirtió que el gobierno nacional, al "proponer este tema" al inicio de su mandato, instala un tema que "abre grietas" en la sociedad.

– Télam: ¿Los sorprendió el anuncio del Presidente?

– Ojea: El Presidente en cada encuentro que tuvimos ha fijado su posición de considerar el aborto como un tema sanitario y de salud pública. Y nosotros hemos fijado nuestra posición como lo hicimos hace 2 años cuando otro proyecto se debatió en el Congreso. No somos antiderechos. Creemos en el derecho a cada vida porque ninguna es descartable. El primer derecho humano es el derecho a la vida. Si luchamos por defender las especies y que no se toque ni un insecto porque puede colaborar al desequilibrio de un bioma, ¿cómo no defender la vida humana desde la concepción y considerar todo atentado contra ella como una forma de descarte?

– Télam: Convocaron a una misa en Luján el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, para pronunciarse en contra del aborto. ¿Cuál será la estrategia de la Iglesia en el debate que se dará este año nuevamente sobre el tema?

– Ojea: Nos pareció bueno convocar a Luján para pedir por la protección de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural. Cuando la Iglesia habla del derecho a la vida, no está haciendo lobby o presión. Es profundamente totalitario interpretar que una postura de pensamiento histórico significa ejercer algún tipo de presión. Como lo hicimos hace dos años -cuando un proyecto similar fue aprobado en Diputados y finalmente rechazado en el Senado- vamos a seguir planteando nuestra posición con respeto y sin agresividad. Queremos especialmente generar conciencia entre los jóvenes para que nuestro mensaje sea mejor entendido.

Télam: ¿Temen que la instalación del tema abra nuevas grietas en la sociedad argentina?

– Ojea: El Presidente nos dijo que está en contra de favorecer cualquier grieta y enfrentamiento, pero nosotros le dijimos con claridad que proponer este tema de entrada es proponer un tema que abre grietas. Desde la Iglesia, haremos todo lo posible para que la expresión de nuestras opiniones no favorezca la descalificación de quienes piensen lo contrario.

La Iglesia y el Plan de los 1000 días

Como las dos caras de una misa moneda, y para no profundizar la distancia con la Iglesia en este tema, el Gobierno tiene en preparación no sólo una iniciativa que avanzará hacia la legalización del aborto en los centros de salud públicos sino también otro de "maternidad sustentable" que incluye el denominado Plan de los 1000 días para garantizar la asistencia de madres vulnerables durante el embarazo y hasta los 2 años del niño.

– Télam: ¿Cómo observan los proyectos oficiales en estudio de maternidad sustentable que irán en paralelo a la iniciativa del aborto?

– Ojea: Ese sería un costado de la ley con el cual estamos totalmente de acuerdo porque necesitamos proyectos para mejorar la salud pública durante los embarazos y la primer infancia. Pero en la aparente presentación de una ley de maternidad sustentable, pensamos distinguir con claridad los temas y fijar nuestra posición.

– Télam: ¿Hacen alguna autocrítica sobre cómo expresaron su opinión durante el debate en el 2018?

– Ojea: Es probable que haya muchos errores en nuestros modos de exponer la pastoral de la vida. Puede ser que sacerdotes y catequistas pueden no tener la debida preparación para presentar este aspecto que tiene que ver con el derecho natural de la vida. Tal vez hayamos sido poco claros. No queremos que se interprete que la Iglesia está en contra de los derechos de la mujer y su libertad. La Iglesia defiende ardientemente los derechos de la mujer. Lejos de ser autoritarios, respetamos profundamente esos derechos y su camino en pos de la igualdad. Repudiamos todo lo que tiene que ver con el maltrato, el abuso y del rebajamiento de la mujer.

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