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Historias de San Luis: Rodolfo Blanco

Por Nino Romero

Foto: Facebook
Rodolfo Blanco el primer árbitro nacional que tuvo San Luis.
Actualizada: 06/03/2020 02:22
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El pasado martes 3 de marzo recibía telefónicamente la triste noticia de la muerte de un gran amigo: el inolvidable “Negro” Rodolfo Adolfo Blanco.

Faltaban pocos días para que cumpliera sus 70 años. El 8 de marzo. Día Internacional de la Mujer y también el día que nació su gran amigo y uno de sus ídolos deportivos: Juan Gilberto Funes.

Todos los años lo sorprendía para saludarlo en ese tradicional momento de los llamados de cumpleaños que he tenido en mis madrugadores programas radiales.

Y siempre me devolvía el saludo para mi cumpleaños. Nunca nos olvidábamos uno del otro.

Muchos lo recordarán con más autoridad que la mía en su actividad deportiva o de canillita.

Pero decidí evocarlo en su faceta de periodista deportivo.

Rodolfo Blanco (Foto: facebook Rodolfo Blanco).

Los memoriosos (y él siempre lo recordó) saben que Rodolfo Blanco hizo afortunadamente radio por iniciativa mía. Digo afortunadamente por los oyentes y por el deporte de San Luis. Les cuento. En su tarea de canillita, todos los días a las 6 de la mañana llevaba los diarios y revistas a Radio Dimensión, cuando funcionaba en la avenida Illia 128 de la ciudad de San Luis. A veces llegaba antes del horario de apertura del programa, y conversábamos de las novedades deportivas locales, nacionales e internacionales. Rodolfo estaba siempre muy informado, y además tenía una manera clara y didáctica para expresarse.

Entonces le propuse que cuando viniera a dejarnos los diarios y las revistas, se quedara cinco minutos más, contaba noticias deportivas al aire y luego se iba.

La negativa fue lógica: “no puedo Cabecita porque estoy en actividad, dirigiendo, y no estaría bien que opinara”.

Cómo le veía un enorme potencial le cambié la propuesta: “háblame entonces del fútbol nacional e internacional y no te meto en nada con lo local “. También la contestación fue una negativa porque pensaba que no podría expresarse bien y me dijo: “le tengo miedo a los micrófonos”. Todo esto pasó un día viernes.

El domingo siguiente jugaron Ríver y Boca. El Negro, fanático gallina, y yo, bostero.

Llegó el lunes. El partido había terminado empatado en medio de jugadas polémicas.

Por suerte ese día ya había comenzado el programa, y a las 6 y 5 minutos entra corriendo al estudio Rodolfo con el material periodístico.

Y sin pensarlo y a toda voz anuncio al aire: “Señoras y Señores, habla de Ríver – Boca el señor Rodolfo Blanco”. Añadí siempre al aire: “mi querido amigo no me puede dejar pagando después de anunciarlo”.

Y con una sonrisa de oreja a oreja se sentó y dio su opinión sobre el partido, y por supuesto lo llevé con mis preguntas a opinar de las jugadas polémicas.

Rodolfo Blanco (Foto: facebook Rodolfo Blanco).

Pero la cosa no terminó allí, ya que cuando culminaron sus explicaciones, añadí: “ya sé que tiene que irse, pero porque no me recuerda los resultados de la fecha completa”. Y los dijo a todos sin mirar un papel, porque los conocía perfectamente. Y no conforme le pedí: “dos o tres internacionales Rodolfo”. Y las dijo. Y como fuimos a una pausa me dio un abrazo y me advirtió:” ya me las vas a pagar Cabezón”. (No sé porque esa ofensa de Cabezón a mí. En fin). Pero se fue con esa sonrisa inolvidable. Con la que prefiero recordarlo.

Los teléfonos de la radio ese día explotaron con saludos para Rodolfo, y al día siguiente me contó que estaba impresionado por la cantidad de gente que lo felicitó diciéndole que lo habían escuchado y que siguiera con sus comentarios.

Y a partir de allí todas las mañanas venía a cumplir con su obligación de canillita, daba noticias deportivas y se iba para continuar callejeando con sus diarios y revistas.

El dejar el arbitraje le permitió abordar la temática deportiva local con claridad, conocimiento y solvencia. Y comenzó su enorme crecimiento en el periodismo deportivo, que lo llevó a tener su propio espacio radial de enorme audiencia.

Quiero recordarlo así. Cuando descubrió que el periodismo deportivo también formaba parte de sus pasiones, como ser canillita y el primer árbitro nacional que tuvo San Luis.

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