El obispo de San Luis pidió por “la protección de la vida humana desde la concepción”
Monseñor Pedro Martínez se expidió a través de una carta pastoral en el marco de la misa que se celebra en el Día de la Mujer.
“Mis queridos fieles, me dirijo a ustedes para que nos unamos como Iglesia diocesana a la invitación de los obispos argentinos a unirse en oración especialmente el domingo 8 de marzo, en la misa que se celebrará en la Basílica Nuestra Señora de Luján, con la intención de defender la vida y defender a nuestras mujeres”, señaló el obispo en la carta que emitió el pasado 3 de marzo y fue publicada el viernes en las redes sociales de la diócesis.
La Iglesia católica expresó una vez más a nivel nacional su posición contra el proyecto del Gobierno nacional de legalizar aborto. Se pronunció "por la protección de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural".
En la carta Martínez pidió a los que no pueden viajar que participen “en la santa misa dominical en cada parroquia”.
“Bajo el lema `sí a las mujeres, sí a la vida´ pediremos por la protección de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural y a la Virgen María para que cuide cada vida y toda vida, que es don de Dios”, expresó.
En este contexto, compartió el consejo de Ignacio de Antioquía: “Procuren reunirse con más frecuencia para celebrar la acción de gracias y la alabanza divina. Cuando se reúnen con frecuencia en un mismo lugar, se debilita el poder de Satanás, y la concordia de la fe le impide causarles mal alguno. Nada mejor que la paz, que pone fin a toda discordia en el cielo y en la tierra”.
En otro fragmento, recordó “la dignidad del ser humano consiste en su creación como imagen y semejanza de Dios. En efecto, forma, plasma y conoce a cada hombre desde el seno materno".
Dijo que Dios "lo ve mientras es todavía un pequeño embrión informe y que en él entrevé el adulto de mañana, cuyos días están contados y vocación está ya escrita en el libro de la vida".
"Dios es Señor de la vida desde su comienzo y es él mismo quien la volverá a tomar. Por ello, la vida humana es sagrada y permanece siempre en una radical relación con su creador y redentor, su fin último", manifestó el obispo.
“Mientras los exhorto a dar testimonio cristiano firme y lúcido en relación con la vida les dejo mi paternal bendición, especialmente a los niños, en Cristo y María Santísima”, finalizó.