Cuarentena obligatoria; sin actividad comercial, gente en las calles y presencia policial

El primer día del aislamiento social, preventivo y obligatorio que decretó el Gobierno de Alberto Fernández para todo el país (en medio de la emergencia sanitaria por el avance del coronavirus que ya se cobró tres muertos) se vivió con mucha gente en la calle. Pero con el paso de las horas el control policial se fue ajustando y al final de la jornada quedaron cerrados todos los accesos al microcentro.

En el inicio de la mañana hubo cierta reticencia por parte de los puntanos para entender que quedarse en casa es una obligación, una responsabilidad y una costumbre que deberán mantener hasta el 31 de marzo. Se presentaron largas filas en los supermercados del centro, farmacias, cajeros automáticos y en el Correo Argentino. En casi ninguno se respetó la distancia establecida de un metro de distancia entre las personas y los efectivos poco a poco se fueron apoderando del control en las esquinas. Con megáfonos advirtieron de la emergencia y las nuevas disposiciones. También solicitaron documentación personal y de los vehículos.

Se pudo ver personas mayores, mujeres con bebés, y grupos familiares recorriendo las calles puntanas, y también en las paradas de los colectivos.

Al alejarse del microcentro, la circulación de personas iba disminuyendo, por lo menos a mediamañana. En las principales avenidas de la capital, en su gran mayoría, los que abrieron sus puertas fueron los comercios destinados a la venta de verduras, carnes, artículos de limpieza y otros alimentos (tal como lo establece el decreto de necesidad y urgencia que comenzó a regir este viernes). Se pudo advertir que unos pocos, como pinturerías, una casa de refrigeración y una tornería infringieron la ley.

El transporte disminuyó sus frecuencias en San Luis. Los choferes del interurbano manifestaron a El Chorrillero la preocupación porque todavía no recibieron los kits de desinfección y deben utilizar sus propios elementos para la limpieza de los coches.

Por su parte, los trabajadores de Transpuntano sí contaban con los suministros básicos; y en la ex terminal, un grupo de empleados municipales son los encargados de la desinfección de las unidades como en algunas paradas de la ciudad.

Un conductor de la línea P sostuvo que en los próximos días circularán como si fuera un sábado y contó que en durante este viernes hubo una poca demanda del servicio y “casi no viajaron niños”. También mencionó que el flujo de vehículos es “bastante” aunque menor a días anteriores.

Dentro de la Ediro, cerca del mediodía no había más de diez personas: directivos del lugar, policías, usuarios del interurbano y dos personas que se encontraban “varados”. Eran dos jóvenes oriundos de Buenos Aires que estaban de vacaciones desde el 1° de marzo en Potrero de los Funes. Tras la determinación del intendente Daniel Orlando tuvieron que abandonar la localidad y no saben cómo regresar ante la falta de transporte de larga distancia.

En cuanto a las estaciones de servicio (que también deben estar abiertas porque prestan un servicio esencial), todas se vieron prácticamente vacías. No hubo más de dos vehículos en el mismo momento.

Durante la mañana, la Policía de San Luis realizó diferentes operativos. En el microcentro hizo tareas de concientización pidiendo que los transeúntes vuelvan a sus hogares y que respetaran la distancia entre unos y otros mientras esperaban en las puertas de los comercios. Ya cerca de las 13 cerraron el acceso para vehículos en la Plaza Pringles.

En la avenida del Fundador, frente al ingreso al Centro Oncológico, personal efectuó controles a los vehículos. Además de pedirles la documentación les requirieron los motivos de la circulación.

Asimismo, si bien aún no hay un parte oficial hubo detenidos en distintas partes de la ciudad. Uno de los procedimientos fue en la avenida Sucre y Lavalle, y otra en la avenida España y Rivadavia.

El aislamiento social, preventivo y obligatorio recién pareció cumplirse pasadas las 13 en la ciudad de San Luis, pero sólo fue porque la mayoría de los negocios cerraron sus puertas.