En el domingo de Ramos, el obispo Martínez pidió rezar "por aquellos que nos cuidan y por los gobernantes"

Por Néstor Miranda

“Es un día especial por este domingo de Ramos que da inicio de la Semana Santa, por la solemnidad y sobre todo con el agregado de una iglesia vacía. Normalmente, estaban los fieles, participando presencialmente de esta ceremonia, pero en relación con esta pandemia la encontramos vacía”, fueron las primeras palabras del obispo en el mensaje que se transmitió por las redes sociales.

Monseñor Martínez explicó que la Semana Santa “se vivirá de un modo particular, singular, nunca vivida de este modo y serán unos días para estar en mente en unión con Jesús”.

“Quizás estas circunstancias nos puedan ayudar a vivirlo en la fe, en estos días que estamos en nuestras casas, donde no hay turismo ni salidas, es un tiempo propicio para poder reflexionar sobre el misterio y el alto contenido de estas ceremonias”, manifestó.

En ese sentido, les pidió a los fieles que recen por “aquellos que nos cuidan, por los gobernantes para que sigan tomando las decisiones que tengan que tomar por el bien de todos, por la familia y las aquellos que sufren de esta enfermedad” y además solicitó que “obedezcamos la cuarentena”.

En otro de sus pasajes, dijo que el domingo de Ramos se “recuerda a Jesús que es el Mesías, es decir, aquel prometido desde el Antiguo Testamento”.

“Nosotros también desde lo más profundo de nuestro corazón, reconozcamos a Jesús como el Mesías, pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude”, sostuvo el obispo.

En la misma línea, expresó que se trata de “aquel prometido que puede redimir a mi familia, a mi hogar y a mi corazón”.

“Algunos dicen que en este momento escuchamos el silencio de Dios. Quizás en nuestras familias algunos con el trabajo que no tienen, con la incertidumbre del futuro, de los que viven en un espacio reducido se hace difícil y en este tiempo de cuarentena y de pandemia, podrán decir: ‘Dios mío por qué me has abandonado’”, enunció.

Por eso, Martínez instó a los feligreses a “unirnos a Jesús en la cruz, todo lo que hacemos en estos días, a esta Semana Santa la viviremos en ese camino compartiendo con él, sin perder la esperanza”.

Por otro lado, pidió que cada familia coloque en un “lugarcito especial” la imagen de un crucifijo y recen: “Que cada uno se deje tomar con esa reflexión de qué me dice el crucifijo, que puede ser en familia como una catequesis. Es un trono, es una enseñanza de vida y para todos es la señal del cristiano”.

“No dejemos el crucifijo, porque es cristo crucificado, que con esa imagen nos recuerda todo su amor y que Dios no nos ha abandona. Que escuchemos de los labios del crucificado ‘así como el Padre me amó, yo los he amado a ustedes, permanezcan en mi amor’”, indicó.

“Es decir, nos ama aun en tiempos de pandemia, en el hospital, estando solo en mi casa, aun en la edad que tengo, en la ancianidad, en el ejemplo de aquel que me cuida, el que está cerca mío, a través del personal de la salud, de los médicos, de los paramédicos, de los sacerdotes que van y acompañan a los religiosos”, definió.

Por último, señaló que Dios “nos ama a través de las personas que golpean nuestras casas para ver si cumplimos la cuarentena y necesitamos algo. Dios nos ama en la medida que cada uno que esté bien, piensa en el vecino, en el que necesita algo, pero ese amor, brota de la crucifixión de Cristo”.