Diego Lorenzetti pidió que le den la prisión domiciliaria
La defensa del ex intendente de La Calera se basó en la crisis sanitaria, la suspensión del juicio y el tiempo que lleva detenido sin condena. Reveló que se encuentra con tratamiento psicológico por "depresión" y que la cárcel no cuenta con las medidas de seguridad e higiene.
Hace poco más de cuatro años que Diego Hernán Lorenzetti se encuentra procesado y detenido en el Servicio Penitenciario provincial. Está acusado de ser el autor intelectual del homicidio de su esposa, Romina Celeste Aguilar, quien murió luego de recibir dos disparos el 30 de enero del 2016.
Este lunes, el abogado defensor Marcos Juárez pidió que le otorguen la prisión domiciliaria. El principal fundamento fue la suspensión del debate en su contra debido a la crisis sanitaria que afecta a todo el país.
En febrero pasado, la Cámara Penal N°1 inició el juicio por el asesinato de Aguilar, donde además de Lorenzetti están imputados Edivaldo de Oliveira Pereira y Leandro Vílchez. Tras la última audiencia del 11 de marzo, del debate no volvió a reanudarse por el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Hace unos meses el abogado había solicitado una morigeración en la prisión preventiva. La medida fue aceptada por la fiscalía, pero al comenzar el juicio el Tribunal decidió no concederla para asegurar "la continuidad y finalización" del mismo.
Ante esto, Juárez planteó que la situación sanitaria impide tener certeza de cuándo concluirá el proceso oral y que el ex intendente de La Calera pueda reencontrarse su hijo, Hernán Lorenzetti.
En declaraciones a El Chorrillero, el letrado transmitió que ha permanecido en contactó con Lorenzetti y este se encuentra "muy angustiado porque su hijo está solo". A esto se suma que por la cuarentena el Superior Tribunal de Justicia canceló las visitas a la cárcel.
"Ha entrado en un pozo de depresión y está siendo asistido por la psicóloga del penal. Ha cambiado totalmente. Tiene miedo por Hernán y está muy mal", sostuvo.
Asimismo, afirmó que el panorama emocional de su defendido se agrava debido a que la Penitenciaria "no cuenta con los elementos básicos de higiene y seguridad". "Ni siquiera el personal de guardia cumple con el protocolo de tener el equipo adecuado para trabajar como máscaras, mamelucos, anteojos y guantes", aseveró.
Otro de los fundamentos que presentó Juárez esta mañana fue un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre las cárceles de Latinoamérica y la necesidad de "garantizar la salud de los presos". "Acaban de instar a todos los gobiernos a rever las prisiones preventivas que se tornen abstractas y abusivas. Este es un caso porque Diego lleva más de cuatro años detenidos sin condena", expuso.
Simultáneamente, aseguró que "no es riesgosa la libertad". "Con el decreto de aislamiento social, preventivo y obligatorio a dónde se va a mover", argumentó.
A su vez, resaltó que la Justicia "puede poner condiciones como ir a firmar todos los días o tener una consigna". "No le veo sentido a que permanezca preso. Llevamos diligenciado más del 80% de la prueba en el debate. Todo lo importante ha sido tomado. Él ya no podría entorpecer nada", añadió.
Durante el desarrollo del juicio, Lorenzetti declaró en dos oportunidades. En ambas, negó haber encargado el crimen de su esposa y cuestionó la investigación como así también la testimonial de una vecina que habría visto cuando Aguilar recibió el último disparo.
"En su contra no hay absolutamente nada. Han tomado como fe ciega la declaración de una persona (Oliveira Pereira) que lo hizo en carácter de imputado y mintió", sostuvo al respecto el abogado.
Finalmente, señaló que el Tribunal "no tiene plazo perentorio para resolver", pero "teniendo en cuenta las garantías constitucionales que hay en juego, las recomendaciones de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos y todas las circunstancias debería ser rápido".