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Un sacerdote y una mujer fueron detenidos por violar la cuarentena

Encontraron a un sacerdote y a una señora rompiendo el aislamiento obligatorio. “La estaba conteniendo”, se excusó el eclesiástico.

El párroco fue encontrado en el interior de un vehículo con una mujer.
Actualizada: 08/04/2020 08:45
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Un cura fue detenido con su auto por violar la cuarentena (y estaba con una mujer)

En Villa Atuel, Mendoza, detuvieron a un cura y a una mujer por haber violado la cuarentena. Los sorprendieron dentro de un auto en un descampado en la ruta 171 (entre Monte Comán y Real del Padre) a las 22 de este lunes.

Agentes de la Policía se intrigaron al advertir que entre unos árboles de algarrobo, en medio de la oscuridad de una zona baldía, había un auto. Entonces se acercaron a la ventanilla y pidieron hablar con sus ocupantes.

Del interior del automóvil salió un hombre, quien se presentó como Ángelo Pezo Carrillo, “el sacerdote de Villa Atuel”. El religioso le manifestó a los uniformados que “se encontraba con una mujer a quien le ofrecía contención por problemas familiares”.

En ese sentido, el eclesiástico y la señora habrían elegido ese descampado para charlar con más tranquilidad, desafiando el aislamiento preventivo y obligatorio que rige desde el 20 de marzo en la Argentina.

El religioso y la mujer de 39 años fueron trasladados a la Comisaría 64°, en Monte Comán, donde se los imputó por infringir el artículo 205 del Código Penal. Este prevé penas de entre 6 meses y dos años a quienes no respeten las medidas que toma el gobierno para prevenir epidemias.

Ante esta situación, el padre Pezo aseguró: “me arrepiento por la imprudencia pero no fue algo malintencionado”. Y exlicó que “conozco a esta mujer, es más siempre la voy a visitar a Monte Comán y es familia me visita en la parroquia en Villa Atuel”.

“Hay una relación de hace muchos años, como 17, porque fue una de las jóvenes de la parroquia cuando estuve en Monte Comán. Estuve 4 años en la parroquia (La Asunción de la Virgen María) y la visitó como tantos otros”, contó al diario Los Andes.

Además, indicó que “me pidió que la fuera a ver porque el padre no anda bien, tienen problemas familiares, una cuestión judicial”. Y continuó: “Ella había ido a Real del Padre a hacer unos trámites, salimos los dos para Monte Comán y antes de llegar me pidió que nos paráramos a conversar un rato, sin que estuviera el padre, porque después había temas que no iba a poder conversar”.

“Nos detuvimos y nos pusimos a un costado de la ruta. Ella estaba dentro del auto porque tenía frío y yo sentado en un banquito afuera con la sotana arremangada dentro de la campera, es la costumbre porque si no se ensucia con la tierra”, detalló.

Cuando se presentó el móvil “me acerqué hasta ellos, les toqué la ventanilla y traté de explicarles. Es más ya nos estábamos yendo. Pero bueno, la mujer policía que estaba a cargo pensó que había más gente, además de la mujer, fue hasta el auto y nos dijo que no era hora para estar ahí. Después nos llevaron a la comisaría y nos hicieron el proceso. Eso fue todo”, explicó Pezo.

 

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