Rodríguez Saá no coparticipará los fondos nacionales a los municipios: “Así como ustedes están mal, nosotros también”
El dinero de refuerzo que manda la Nación para enfrentar la pandemia empezó a entrar al tesoro de la Provincia y no se distribuirá en los pueblos. En una teleconferencia el gobernador insistió ante el colegio de intendentes con una idea de “cuarentena comunitaria”.
Por Daniel Miranda
Alberto Rodríguez Saá les habló ayer otra vez a los 64 intendentes, comisionados e interventores del curso de la pandemia del coronavirus que en San Luis totaliza 10 casos confirmados. En los hechos, como ocurre en la saga de videconferencias, fue un monólogo virtual porque no hay un “ida y vuelta” y sus interlocutores deben permanecer con los micrófonos apagados.
En la comunicación no hizo alusión a los recursos que está inyectando la Nación en las provincias.
“Así como ustedes están mal, nosotros también”, cerró el paso la jefa de Gabinete, Natalia Zabala Chacur cuando le preguntaron si el Gobierno provincial coparticipará los fondos que viene derramando la gestión de Alberto Fernández a los gobernadores. Esa respuesta es todo lo contrario a lo que reiteró en la “cadena diaria” la semana pasada Rodríguez Saá cuando dijo molesto que no era necesario bajar los sueldos de los funcionarios políticos. “Tenemos un fondo anticrisis, nada le faltará al sistema de salud, a la seguridad, a los docentes y a la obra pública”, prometió.
En rigor, fue Daniel Orlando quien tomó la iniciativa en el jueves santo y expuso el complejo panorama de los pueblos que los tienen como única fuente de respuestas a las demandas. De ese modo evacuó la inquietud de sus pares que también hacen las veces de ministros de Economía.
La jefa de Gabinete se atajó con el argumentó de que la Provincia también experimenta la caída de la coparticipación. Y se desvió hacia el Ingreso Familiar de Emergencia de $10 mil otorgado por el Estado nacional por única vez a una franja de la población.
“Una cosa es la ayuda a los ciudadanos y otra cosa es la ayuda de los municipios”, les aclaró Zabala Chacur.
La jefa de Gabinete también ensayó una rutina a la distancia. “Tenemos que hacer economía de guerra”, dijo en un momento y remató: “Si algún municipio de manera aislada tiene problemas financieros, me avisan y se verá”. En todo caso la apertura de la billetera será discrecional, dependerá del humor de Terrazas del Portezuelo.
Los intendentes atraviesan la emergencia sin recursos propios porque la recaudación es cero y con la coparticipación en caída. Hay ciudades y pueblos en los que no se pagó la primera cuota del 15% del aumento de sueldos que anunció Rodríguez Saá para el sector público. Por estos días también sobrevuela por sus cabezas un interrogante crucial: cómo harán frente a la nómina salarial de los meses siguientes.
En la cumbre virtual del martes 7 para definir la extensión de la cuarentena, Alberto Fernández abrió la conversación con la noticia que todos los gobernadores querían escuchar: un paquete de $120 mil millones a disposición de las provincias, de los cuales $60 mil son ATN. A través del decreto N° 352 fechado el día siguiente se hizo operativa la decisión política. Buena parte del reparto es en función del índice de coparticipación. Es decir, se basa en un criterio objetivo.
El ministerio del Interior a través de resoluciones aprobó otros dos giros de ATN. Por su lado el ministerio de Salud hizo lo propio.
Así los gobiernos provinciales compensan las caídas de coparticipación y recaudación, y pueden hacer frente a las demandas sociales y sanitarias.
La secretaria de Provincias, Silvia Batakis le confirmó ayer a la agencia oficial Télam que una remesa “ya está en las cuentas provinciales”. En este envío a San Luis le depositaron $452 millones.
Según una estimación, el Gobierno de San Luis recibirá $3 mil millones extra para capear la crisis.
Volviendo al aislamiento social y obligatorio, Rodríguez Saá anunciaría el domingo lo que denomina “cuarentena comunitaria” que agruparía pueblos en los que la gente podrá circular, con la condición de que no entre ni salga nadie de esa “región”.
Hay intendentes que no están convencidos de la idea, pero las diferencias las mantienen por ahora en reserva. Un oficialista del norte dejó trascender su disconformidad porque lo quieren mandar a una “región” cuya localidad importante más cercana está a 60 kilómetros. “Las repuestas a las necesidades esenciales de mi gente están en la capital y me mandan a unirme a un pueblo”, se lamentó.
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