“#AuxilioAComercioYa”, la campaña que expone la crisis del sector
Desde la Cámara de Comercio de San Luis advirtieron que hay “una inmensa necesidad de subsistir” y que es crítica la situación de las pequeñas y medianas empresas de San Luis.
El reclamo de ayuda comenzó a profundizarse en la capital puntana, donde el comercio en general lleva 28 días con sus puertas cerradas. En las últimas horas carteles pegados en las vidrieras son el reflejo de la desesperación con la que se transita la cuarentena.
“#AuxilioAComercioYa”, se lee desde hoy en diferentes negocios del microcentro puntano.
“Estamos de acuerdo con la decisión de los gobiernos nacionales y provinciales de priorizar la salud antes que la economía, del cuidado de las personas por sobre todo, la salud de los empleados; pero lo que no está firme es la salud de las Pymes”, analizó el vicepresidente de la Cámara de Comercio de San Luis, Jorge Moyano.
A nivel local, la semana pasada la entidad elevó una nota al Gobierno de San Luis para acordar una “salida gradual” del aislamiento social, y a abrir de a poco los locales en la capital puntana.
Los comerciantes ven la urgencia “de visibilizar” el problema que los tiene atados a un panorama complejo y en crisis económica. La iniciativa fue propuesta por unos 400 comerciantes.
En el pedido al gobernador Alberto Rodríguez Saá, la institución propuso una salida para reactivar el comercio local. Así pidió que se analice trabajar en un horario de atención corrido de 9 a 17 (sábados solo atención al mediodía y domingos cerrado), con una mínima cantidad de empleados y que roten, prioridad de venta de cercanía para evitar aglomeraciones y permisos de ventas por delivery y online.
Por ahora, no hubo un pronunciamiento oficial desde Terrazas del Portezuelo.
“El pedido de auxilio más importante es que se establezca una mesa de diálogo, y así empezar a resolver de qué manera podemos abrir, qué días son convenientes y en qué horarios para evitar la circulación de gente. Sabemos que esto llegó para quedarse y que vamos a estar en alerta por mucho tiempo”, describió Moyano en declaraciones a El Chorrillero.
La necesidad es que “mínimamente” comience a “rodar la rueda” para que los comerciantes puedan “subsistir”, de lo contrario el futuro es por demás negativo.
“Nadie habla de márgenes importantes de ganancia, como en otras épocas, porque eso será imposible. Peligran fuentes de trabajo, el cierre de muchos medianos y pequeños comerciantes”, detalló.
En concreto los problemas que se profundizan tienen que ver con no solo con reunir el dinero para pagar los salarios, sino con el pago de alquileres e impuestos.
Analizó que la pandemia encontró al sector “más debilitado que antes”, ya que venía arrastrando una crisis acentuada en el último semestre, y que hoy los tiene en un “contexto de vulnerabilidad”.
“Estamos esperando las medidas que no vienen y el reclamo generalizado a nivel nación, porque si bien se han generado canales de asistencia, estos han quedado en el título, y en el desarrollo del título, pero en la letra chica no se ha abordado, y el sistema financiero no ha estado colaborando con las Pymes, ni acá ni el país. La línea de crédito no aparece, lo único que sucedió, en algunos bancos fue línea de créditos para el pago de sueldos”, sostuvo.
Por otra parte, Moyano dijo que hay un “contacto permanente” con el Gobierno de Rodríguez Saá y que se sigue trabajando para elaborar un canal de diálogo, y que haya participación.
En ese sentido, si el Estado flexibiliza la cuarentena para activar el sector, indicó que debe haber una gran “responsabilidad social”, sin embargo sostuvo el entendimiento de que la decisión sigue estando en manos de los especialistas y asesores para que una apertura escalonada sea posible.
Para Lorena Bagur, una de las comerciantes consultadas por este medio, lo que están viviendo los pequeños comerciantes es “una masacre”.
“Las cuentas se nos cayeron a todos, no hay ninguno que no haya terminado con los descubiertos, y no tienen como arrancar. Si nos dejan abrir vamos a trabajar únicamente para pagar el alquiler y las boletas de impuestos, y solo con la mercadería que tenemos, aunque hay algunos que tampoco la tienen, no tienen ni cómo juntar el dinero”, analizó.
“Bajamos las persianas y ahora no se pueden levantar”, dijo la propietaria de un comercio del centro puntano.
“Debería haber un préstamo del gobierno para que paguemos en cuatro meses, que podamos afrontar sueldos de los empleados y de los servicios y que nos digan que nos quedemos en la casa porque están resguardando la población”, sostuvo al final.