Antes del coronavirus San Luis ya había registrado la peor marca en el empleo en la construcción
En enero fueron 3.011 puestos de trabajo en el sector. Es la medición más baja desde que el IERIC comenzó a publicar la serie estadística en el año 2007.
A principios del año 2016, el empleo en la construcción empezó a disminuir año tras año en la provincia. Los puestos de trabajo registrados llevan acumulado hasta el 2020 una caída del 64% con respecto al promedio registrado en el año 2015. Y aún falta por considerar el efecto de las medidas de aislamiento social dispuestas por la pandemia Covid-19. Se espera que en marzo y abril termine de desplomarse por el parate del rubro.
En nueve provincias, tras las gestiones de sus gobernadores ante la Nación se habilitaron las obras privadas. En San Luis se autorizará en los próximos días, según adelantó anoche el Gobierno.
La construcción en caída libre en San Luis. (Foto Marcos Verdullo)
Históricamente la obra pública tuvo una incidencia determinante en el nivel de empleo en la construcción en San Luis.
El repunte que se registró en la mano de obra a mediados del 2019, con un pico en mayo y junio, dejó en evidencia la estrategia del Gobierno de Alberto Rodríguez Saá de generar una sensación de crecimiento de empleo que no fue genuino: luego de las elecciones a gobernador los puestos de trabajo volvieron a caer todos los meses sin excepción, hasta llegar a la peor marca de la historia con 3.011 trabajadores de la construcción, según el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC)
Los datos indican que la obra pública no es una política de estado y una herramienta de empleo para el Gobierno de Rodríguez Saá.
Un dato más que corrobora esta realidad: el total de cemento consumido en enero representa una caída del 59,5% con relación del promedio del año 2015. Si solo se considera el consumo del cemento a granel –que es el indicador por excelencia para medir la obra pública– la caída es aún mayor: 73%.