Rechazaron el pedido de prisión domiciliaria de Nahir Galarza
El Supremo Tribunal de Justicia de Entre Ríos rechazó este lunes el pedido de arresto domiciliario que había elevado su defensa ante la emergencia sanitaria. La joven de 21 años fue condenada a prisión perpetua por asesinar a su novio en 2017.
Nahir Mariana Galarza, la joven de 21 años condenada a cadena perpetua por matar en diciembre de 2017 en Gualeguaychú a Fernando Pastorizzo de dos disparos con la pistola de su padre policía, seguirá en prisión mientras dure la pandemia del coronavirus.
El Supremo Tribunal de Justicia de Entre Ríos rechazó este lunes el pedido de arresto domiciliario de Nahir Galarza que había elevado su defensa días atrás ante la emergencia sanitaria declarada por el Covid-19.
Galarza había elevado el pedido a través de sus defensores, José Ostolaza y Pablo Sotelo. La joven fue condenada el 3 de julio de 2018 por el Tribunal Oral de Gualeguaychú presidido por el juez Mauricio Derudi y los abogados de la joven asesina habían sostenido que su sentencia no está firme, puesto que falta un eventual fallo de la Corte Suprema después de haber pasado más de dos años de la apelación.
“La idea es que cumpla la condena en la casa que sus padres alquilan en Paraná, junto a ellos y a su hermano”, dijo días atrás a Infobae un allegado a la familia, con el argumento que, debido a la pandemia, Galarza no puede recibir visitas en la cárcel de mujeres de la capital de Entre Ríos. Y pidieron que le pusieran la tobillera electrónica.
Sin embargo, los jueces Miguel Angel Giorgio, Claudia Mizawak y Daniel Carubia dijeron “no”. “Resulta claramente improcedente la pretensión de una excarcelación de Nahir Mariana Galarza”, remarcó en el fallo Giorgio, quien consideró que el argumento de la situación por el coronavirus es “vago” ya que Nahir “no se encuentra alcanzada por alguna verificable situación de riesgo sanitario que aconseje su protección en refugio domiciliario, en la medida en que su actual alojamiento en la Unidad Penal N° 6 ofrece las condiciones necesarias para mantener su aislamiento social al igual que el resto de la comunidad”.
En el fallo quedan claras las condiciones de “privilegio” en las que vive Galarza en prisión, en comparación con otras situaciones. Nahir Galarza está alojada en el Pabellón 13 de la UP 6. Según constataron el 17 de abril pasado peritos del Departamento Médico Forense, la joven cumple su condena en una habitación de 7.45 x 4.10 metros, con piso de baldosas, dos ventanas, televisión con cable, paredes con revoque y pintura, cielorraso y un baño instalado con agua caliente.
Se les permite, de acuerdo a un protocolo interno durante la actual pandemia, realizar videollamadas con familiares. Y de acuerdo con el informe forense, Galarza no presenta patologías agudas ni crónicas ni antecedentes patológicos de jerarquía: “Presenta buen estado de salud, de nutrición y de aseo personal y las condiciones habitacionales son adecuadas”.
Nahir Galarza comparte celda con otra joven en un pabellón de seguridad que tiene un pasillo con acceso al patio destinado al sector “pabellones exteriores” que pueden usar de lunes a lunes de 14 a 16. El resto del día está cerrado al resto de la población para preservar su integridad física. Además puede acceder al salón de visitas donde si quisiera podría participar de clases de educación física, pero no quiere. Sin embargo, le autorizaron que ingrese una bicicleta fija que actualmente está dentro de su pabellón.
“Es irrefutable el informe médico realizado sobre la justiciable, surgiendo prístino que la misma no está dentro de los ‘grupos de riesgo’ ante el flagelo del COVID–19”, remarcó el juez Giorgio.
El pedido de excarcelación de la defensa de Galarza se basó en “la violación del plazo razonable de las leyes 24.390, su modificatoria Ley 25.430, artículo 18 y 75, Constitución Nacional” y alegaron es clave "el paso del tiempo que indudablemente influye en los riesgos procesales y el vencimiento de la prisión preventiva”.
Los abogados de Galarza argumentaron en su pedido “la inexistencia de riesgos procesales" y remarcaron que “la sentencia a prisión perpetua no se encuentra firme, ya que fue solicitada una revisión ante la Corte Suprema de la Nación y no existen riesgos de fuga”.
Desde que está presa en el penal de Paraná, Galarza pasa sus días leyendo, escribe poemas y un diario íntimo y estudia Psicología. En un momento llegó a pensar que estaba embarazada, pero fue una falsa alarma, un atraso.“Fue algo horrible. No me enorgullece lo que pasó. Falta una vida. Y eso es irremediable. Prefiero dar vuelta la página y concentrarme en mi nueva vida, lejos de todo lo que pasó, aunque tenga que estar encerrada”, dijo Nahir a este medio y contó que lo que más le gustaría es publicar un libro.
En el último año su familia recibió cinco propuestas para llevar su historia al cine: una desde México. Tres de estas eran para hacer un documental y dos por la idea de una ficción.
Sus padres la convencieron cuando Nahir rechazó la idea. “Ella no quería pasar a la fama, por eso le costó asumir que hubiera tanta prensa en el juicio, que vendieran muñecas suyas o hasta remeras. Pero entendió que si arreglaba con alguna productora el dinero iba a ir para recuperar lo que sus padres llevan gastados en su defensa y además podría guardar algo para ella”, dijo un allegado a la familia. Según pudo saber Infobae, Nahir y sus padres avanzaron con una de las productoras. Y ella firmó un contrato de exclusividad. Todo se hará mientras Galarza cumpla con la condena perpetua en la cárcel de mujeres de Paraná. Con o sin coronavirus.