Historias de San Luis: una historia de amor y algo más
Voy a insistir en el comienzo de esta nota con el eterno agradecimiento a la innumerable cantidad de colaboraciones a estas Historias que recibo a diario y que ayudan a reconstruir momentos inolvidables de la vida de San Luis que debemos preservar y mostrar.
Esto no es una cuestión de edad. Es para demostrar que están muy equivocados aquellos que piensan que “todo comenzó cuando llegamos nosotros”.
Relataba que un abogado de nuestro medio llamado Mario Edgar, me contó una historia de amor de sus padres en la cual aparecen varios lugares de la capital puntana que hemos ido nombrando.
Me remito a su relato textual que dice: “Mi Papá (hoy fallecido) nació y pasó toda su infancia junto a sus padres y hermanos en Merlo (provincia de San Luis).
Mi Mamá, (falleció hace mucho tiempo) se recibió de maestra en la Escuela Normal muy joven y la designaron en la Escuela de Merlo. Allí conoció a mi Papá.
Estuvo un tiempo y pidió el traslado a San Luis porque extrañaba mucho a sus padres – mis abuelos- que vivían en San Luis, y además en ésa época era muy difícil llegar a Merlo por que el ómnibus tardaba muchas horas y el camino era muy feo. Nada que ver con lo que es ahora.
Aquí la designaron en la Escuela Mitre (25 de Mayo y Colón). Mi Papá se vino a vivir a San Luis y entró a trabajar en "Casa Mollo" (Pedernera y Rivadavia, negocio que ya no existe) y vivía en la Pensión Viglianco que mencionaste en tu nota anterior.
Era una pensión, alquilaba una pieza y comía allí, hasta que se casó con mi Mamá.
Mi Papá estaba muy agradecido con Ellos porque lo trataron muy bien. En ésa zona había varios negocios que ya no están: El "Mercado Central" donde está ahora el Paseo del Padre; "Casa Rosso" (donde está Ribeiro ahora); "Panadería Odicino”; "Agencia de Lotería El Toro" del Sr. Oscar Fabré y una farmacia todo por Rivadavia antes de Junín: El "Bazar Celorrio" (Colón frente a Ribeiro), etc.”
Y antes que me marquen olvidos, son menciones de algunos lugares nada más que me hace el autor del mail. Ya nos vamos a dedicar exclusivamente a la zona del Paseo del Padre que era un mundo en sí mismo.
Hasta aquí el hermoso recuerdo de Mario Edgar de una pequeña parte de la historia de amor de sus padres.
Y en su mail rememora también a su infancia dónde aparece “El Bar de Doña Aurora”.
Cuenta que:” Mis Padres hicieron su casa en Rivadavia entre 25 de Mayo y Balcarce. Allí nací yo y pasé mi infancia en dicho barrio. La primaria fui a la Escuela Mitre y la secundaria al Colegio Don Bosco”.
Afirma tener recuerdos muy lindos de esa época donde compartía juegos con Pancho Guiñazú que vivía en la calle 25 de Mayo al lado de la familia Zoppi, frente a la panadería de don Mateo Segalá Prats, y junto a ese negocio estaba la casa de Neto Torres Morales.
La coincidencia: los tres son abogados o sea Mario Edgar, Pancho y Neto. También los padres de Pancho y Neto eran abogados.
Dice que jugaban al fútbol en una canchita dónde ahora es el edificio de Tribunales y “muchas veces íbamos al bar de Doña Aurora en Rivadavia y Buenos Aires, dónde los más chicos jugábamos al metegol y los más grandes disponían de un aparato al que le ponías una ficha y escuchabas la canción que vos querías”.
Ese aparato eran las famosas máquinas Aconcagua que hemos hecho referencia en varias notas. Y tenemos mucho más para seguir contando. Hasta la próxima.
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