Acribillan a un joven y van 8 asesinatos desde la flexibilización del aislamiento

Un joven fue acribillado a balazos en la ciudad de Rosario al ser atacado por delincuentes que se desplazaban en dos autos, en lo que se investiga como un presunto crimen por venganza que constituyó el homicidio número 77 en lo que va del año y el octavo desde que se flexibilizó la cuarentena por la pandemia de coronavirus.

Fuentes judiciales aseguraron a Télam que el hecho se registró cerca de las 21 de anoche en la zona de las calles Luzuriaga y Vieytes, del barrio Nuevo Alberdi, ubicado en el noroeste de Rosario, donde los investigadores hallaron más de 50 vainas servidas de dos armas distintas.

Este crimen se suma a otro ataque que sufrió un adolescente de 15 años que permanece internado en grave estado al ser baleado en el rostro cuando estaba en la puerta de su casa en la localidad de Villa Gobernador Gálvez.

Según la pesquisa, un joven asesinado fue identificado como Joel Maximiliano Mansilla –cuya edad aún no fue confirmada-, quien se encontraba en esa esquina cuando dos autos se aproximaron al lugar y desde el interior comenzaron a disparar contra él.

La víctima cayó muerta en el lugar y luego los peritos determinaron que presentaba múltiples heridas de arma de fuego, por lo que su cadáver fue trasladado al Instituto Médico Legal de la Unidad Regional II de Rosario para la autopsia de rigor.

En la escena del crimen los peritos secuestraron 52 vainas servidas, una pistola y un pistolón, detallaron las fuentes, quienes por la mecánica del ataque apuntan a un crimen en venganza entre bandas delictivas que se dedican a la comercialización de drogas en ese barrio.

La causa es investigada por el fiscal de homicidios dolosos de turno en Rosario, Alejandro Ferlazzo, quien ordenó varias medidas para determinar la secuencia del hecho e identificar los vehículos y a sus ocupantes.

Se trata del crimen número 77 en lo que va del año en el Gran Rosario, que vivió una escalada de violencia letal en los dos primeros meses de 2020, cuando se registraron 49 asesinatos.

Para el Ministerio de Seguridad provincial, que conduce Marcelo Sain, la mayor parte de los homicidios en la ciudad más poblada de Santa Fe se explica por las contiendas entre bandas del narcomenudeo que disputan bocas de expendio y territorios.

Esas pequeñas organizaciones, además, están conducidas por “terceras o cuartas líneas” de las grandes bandas como “Los Monos” o el clan Alvarado, que fueron desarticuladas en los últimos años, y muestran “una suerte de rusticidad en la gestión de los territorios, que no pueden gerenciar de otro modo que no sea el uso de la violencia”, dijeron desde la cartera.

Sin embargo, el recrudecimiento de los homicidios encontró un freno inesperado en el decreto del Gobierno Nacional de aislamiento social, preventivo y obligatorio del 20 de marzo, para limitar los alcances de la pandemia por el COVID-19.

Según datos del Observatorio de la Seguridad Pública y del Ministerio Público de la Acusación (MPA), el mes en que se inició la cuarentena se registraron 14 crímenes en el Departamento Rosario.

En abril, con aislamiento estricto durante todo el mes, los asesinatos se redujeron a 4 en el Gran Rosario, cifra que se duplicó en lo que va de mayo, según los datos oficiales, que consignaron 8 muertes violentas.

Si bien las cifras de casos son oscilantes, las características de las víctimas muestran mayor rigidez: el 84 por ciento son varones y la mitad de los asesinados tenía entre 20 y 29 años, mientras que el 62 por ciento de los hechos se produjeron en la vía pública, en barrios populares.