Camioneros mantienen el rechazo al protocolo de descarga
Dieron cuenta de detenciones por parte de la Policía y malas condiciones en los puestos elegidos.
Los problemas y las quejas de camioneros de San Luis continúan. Desde el sector señalan que, por la implementación del protocolo de carga y descarga y las dificultades que deben sortear, en las últimas horas decenas de choferes decidieron parar.
“Son choferes que trabajan para empresas de rubros como frutas y verduras, alimentos en general, productos manufacturados, etc. Están enojados por la gran cantidad de problemas que genera la nueva disposición”, sostuvo Ariel Policino, transportista de Villa Mercedes en declaraciones a El Chorrillero.
La nueva medida comenzó a implementarse el jueves. El Gobierno eligió que el Autódromo Rosendo Hernández en la capital, la Zona de Actividades Logísticas (ZAL) de la ciudad villamercedina, la terminal de ómnibus de Buena Esperanza y el Aeropuerto Internacional Valle del Conlara sean los puntos de descarga a partir de ahora.
Los reclamos planteados por los camioneros son varios: van desde la falta de coordinación e información de los efectivos policiales, hasta la detención por supuestos incumplimientos de los procedimientos.
El camionero Daniel Campagnuolo publicó en Facebook la experiencia que pasó con la Policía, luego de ingresar a San Luis con una carga de verdura, por el puesto de Desaguadero.
En el posteo cuenta que fue demorado y le retuvieron el camión, y también el vehículo de una familia amiga que intentaba alcanzarle comida y ropa. Por eso debe afrontar una multa.
“Me trataron como a un perro. Me pintaron los dedos a mí y a mis amigos y tengo que pagar una fortuna de plata que no tengo. Nos tratan muy mal como si fuéramos delincuentes y solo lo que queremos es trabajar”, manifestó.
A este testimonio se le sumó el de Darío que transportaba una carga desde Rosario. Tras cruzar el puesto limítrofe sin problemas, los policías le indicaron que dejara el camión en una estación de servicio porque la ZAL “estaba cerrada”.
Al llegar, otro efectivo les planteó una cosa diferente: “Estábamos estacionando cuando nos dijo que debía irme y que me iba a llevar preso. Ahí fue cuando le informé lo que me dijeron sus compañeros. Luego de hablar, finalmente nos fuimos a la ZAL y nos mantienen por horas con maltratos de por medio. Pedimos que nos den de comer y no quieren, tenemos que arreglárnosla”.
Otros de los inconvenientes que tienen en el lugar son los sanitarios: hay uno solo para todos los transportistas que llegan. Además la falta de agua caliente es permanente.
“Estamos solos, abandonados, es un desastre. Cuando queremos pedir algo para comer hay un delivery disponible que te cobra $800”, manifestó.
Ante este escenario, Policino advirtió que mientras pasen los días “la situación se va a ir agravando y más choferes pararán”.
Este martes habrá una nueva reunión entre los transportistas para planificar algunas medidas de protesta. Dijo que lo harán ante “la falta de acción de los gremios y de respuesta del Gobierno”.