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Varados sin fin: “Estamos presos en nuestra propia provincia”

Tres trabajadores llevan ochos días viviendo en una casa rodante, en el límite entre San Luis y Mendoza, del lado sanluiseño. No tienen para comer y la espera se hace inaguantable.

Los trabajadores están a la espera de la autorización para entrar a San Luis.
Actualizada: 11/06/2020 12:23
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El 2 de mayo, Mario Suarez y dos compañeros obtuvieron la autorización del Gobierno de Alberto Rodríguez Saá para salir de la provincia y poder cumplir con sus trabajos (primero al sur de Buenos Aires y después a Mendoza). Para ello asumieron la responsabilidad de que a su regreso cumplirían con la cuarentena o presentarían el PCR negativo (análisis de Covid-19).

Los tres hombres trabajan en una empresa de Telecomunicaciones de Buenos Aires y su función es realizar conexiones de telefonía e internet. Por lo tanto, decidieron realizar todo el papeleo necesario para no perder sus trabajos.

Desde el martes de la semana pasada se encuentran varados en el Arco de Desaguadero. Están viviendo en una casa rodante, que es el vehículo con el cual realizaron todo el recorrido que implicaba su labor.

Antes de querer ingresar a la provincia recibieron un llamado del Comité de Crisis donde les confirmaban que tenían permiso para ingresar el martes, y que no volvieran antes “porque iban a estar parados en la ruta”.

En dialogó con El Chorrillero, Mario Suarez contó: “Cuando llegamos el martes a Desaguadero intentamos repetidas veces comunicarnos con el número desde el cual nos llamaron, y nunca nos atendieron”.

“Estamos presos, no podemos circular en nuestra propio provincia”, se quejó.

“Hoy se comunicaron otra vez y nos dijeron que nos quedemos callados porque es posible que el domingo 14 de junio nos ingresen a las residencias de La Punta”, señaló Suarez.

De todos modos el Gobierno les ofreció realizarles los análisis de PCR, pero los costos debían correr por cuanta de cada uno de ellos.

“Nosotros quisimos volver a Mendoza, ya que a nuestra provincia no podemos ingresar a realizarnos el test, que cuesta alrededor de $6000, pero no nos dejaron salir y además nuestro permiso nacional para circular se nos venció”, detalló.

Hace ocho días que esperan poder ingresar y “el gran problema” surge porque desde el viernes no tienen para comer. Para cobrar el sueldo necesitan entrar a la ciudad, y en la zona que se encuentran “los pocos almacenes no reciben tarjeta”.

“La única ayuda que hemos recibido fue de parte de la Policía Caminera, un oficial se acercó y nos ofreció plata para que luego se la transfiriéramos a su cuenta“, agregó.

Se lamentó que el domingo van a ser 12 días que llevan del mismo modo: “Y si tenemos que hacer la cuarentena son 14 días más, un total de 26 días, lo que significa estar sin poder trabajar”.

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