Un estudiante de Hong Kong elige ser abogado tras una paliza policial durante las protestas
La paliza policial que el estudiante Joseph recibió el año pasado durante una manifestación prodemocracia en Hong Kong le dejó 14 puntos de sutura en la cabeza, un gran dolor y la idea de ser abogado.
Los hechos se produjeron el 31 de agosto por la noche, luego de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes.
La policía antidisturbios irrumpió en la estación de metro Prince Edward, donde golpeó a los pasajeros de un vagón, entre los que se encontraba este estudiante de 18 años.
La policía afirmó entonces que los manifestantes más radicales se habían escondido en la estación para quitarse la ropa negra que los podía identificar como miembros del movimiento de protestas.
Las imágenes en las que se veía a los pasajeros aterrorizados aporreados por la policía circularon masivamente en las redes sociales.
“Mi cabeza no dejaba de sangrar”, recuerda Joseph que, después de haber sido detenido, pasó 48 horas esposado a una camilla del hospital donde fue tratado.
Luego no fue objeto de ninguna acción judicial.
“Yo pensaba que la violencia policial era sólo algo (que veías) en las noticias o en Facebook, nunca pensé que esto podía pasarme a mí y que estas injusticias podían afectarme directamente”, explica Joseph, que no quiso dar su nombre.
Este estudiante afirma formar parte de los manifestantes moderados que salieron a la calle en las concentraciones pacifistas y haber evitado recurrir a la violencia.
En el momento de la intervención policial, cuenta que regresaba a casa en metro.
Las imágenes de aquel momento le vienen a menudo a la cabeza, y su corazón se acelera cuando habla de aquellos hechos, explica Joseph.
“Hacer más para la sociedad”
Con ayuda jurídica y abogados benévolos, Joseph inició acciones civiles contra la policía, para obtener una indemnización por daños y perjuicios. Pero, por el momento, el caso no ha avanzado mucho.
Ningún policía ha sido sancionada por los hechos de aquella noche, pese a las imágenes y videos que circulan en internet.
Las fuerzas de seguridad rechazaron las acusaciones de violencia y argumentaron que habían desplegado los medios apropiados para responder a los métodos de los manifestantes, cada vez más violentos.
Las organizaciones de defensa de los derechos afirman, sin embargo, que en muchos casos se usó la fuerza de forma excesiva contra activistas no violentos o personas que no representaban ninguna amenaza.
Una de las reivindicaciones de las protestas –que empezaron el 9 de junio de 2019 para oponerse a un proyecto de ley que autorizaba las extradiciones hacia la China continental– es una investigación sobre el comportamiento de la policía.
Pekín y el ejecutivo de Hong Kong rechazaron esta demanda.
En mayo, el órgano de control de la policía hongkonesa eximió a las fuerzas de seguridad de cualquier culpa en su respuesta a las protestas.
Esta experiencia, no obstante, le ha servido a Joseph para darse cuenta del camino que quería seguir. Acaba de terminar sus exámenes para acceder a la universidad y ahora quiere estudiar derecho.
“Tras haber experimentado el movimiento, he sentido que podía hacer más para la sociedad”, explica.
“Un año después… la policía sigue sin ser sancionada ni considerada responsable, pero no tenemos que excluir que se haga justicia”, zanja.