Caso Aguilar: la ex mujer de Vílchez confirmó que al momento del crimen él estuvo en su casa
Amanda Escudero respaldó el relato del “Bocón” y dijo que él tenía problemas con las drogas. También declaró un puntero político de Nogolí que mantenía contacto con Diego Lorenzetti. El debate oral seguirá el lunes con la última testimonial.
A cuatro años y cinco meses después del homicidio de Romina Celeste Aguilar, se realizó una de las últimas audiencias de un juicio que podría finalizar la próxima semana. Hoy declararon Hugo Vílchez y Amanda Escudero. Ambos testimonios fueron requeridos por las defensas de los imputados.
En la mañana del 30 de enero de 2016, Aguilar debía trasladarse desde su vivienda en el Barrio Faecap hasta La Calera, donde cursaba sus estudios secundarios. Sin embargo no pudo, porque dos disparos le quitaron la vida.
Por la causa, el Tribunal integrado por José Luis Flores, Jorge Sabaini Zapata y Silvia Inés Aizpeolea deberá determinar la responsabilidad de los tres acusados: Cristian Leandro Vílchez, Edivaldo de Oliveira Pereira y el marido de la víctima, Diego Hernán Lorenzetti. Los tres están detenidos desde hace más de cuatro años.
En una breve indagatoria, Hugo Vílchez habló sobre el vínculo que tenía con el ex intendente de La Calera: “Lo conocí por el tema de política en el 2015. Fuí un puntero nada más”.
Su testimonial fue solicitada por el abogado de Lorenzetti, Marcos Juárez, quien inicialmente le consultó su número de teléfono y si en enero del 2016 había tenido un intercambio de mensajes con su defendido.
“Sé que le había mandado por una plata de una elección, nada más. Pero no me acuerdo si fue en diciembre o enero. Había un acuerdo por combustible con Rosa (Calderón) también, pero lo arreglamos”, respondió.
El lunes, el ex jefe comunal había manifestado conversaciones por celular, donde Vílchez le reclamaba el pago de unos compromisos porque actuó como intermediario con Calderón.
El entonces puntero, explicó que colaboró en las elecciones del departamento Belgrano, en Nogolí “sobre todo” y era un recupero de gastos vinculados a traslados y combustible. Señaló que por eso hizo “reclamos” a Lorenzetti.
La segunda en declarar fue la ex pareja del “Bocón” Vílchez, Amanda Escudero, con quien tiene dos hijos de cuatro y dieciséis años. La mujer, que actualmente está procesada, expuso que no mantiene vínculo con su ex y tampoco ha tenido visitas de su parte.
“Solamente una entrevista hace un par de meses atrás por el tema de los niños por la pandemia. Para que él hablara con mi hija y le dijera que no salga a la calle”, precisó ante la consulta del abogado Jorge Sosa. Éste ayer presentó la renuncia a la defensa de Vílchez, pero el Tribunal no la aceptó por el avance del juicio.
Sobre el 30 de enero, rememoró que no hacía mucho que ella se encontraba en libertad. “Estábamos en la casa del padre de él. El tiempo que estuvimos juntos nos pasábamos acostados en la casa con mi hija”, detalló.
Continuó relatando que la noche anterior durmieron temprano y al otro día fue la primera en levantarse “como a las siete”. Luego de que ambos desayunaran prepararon las cosas y se fueron al campo.
A su vez, mencionó que en ese momento estaba embarazada de cuatro meses y medio o cinco, y que por eso se despertaba “muchas veces” durante la madrugada. Subrayó que en las oportunidades que lo hizo esa noche, Vílchez estaba a su lado.
La fiscal de Cámara, Carolina Monte Riso le consultó por qué se acordaba puntualmente de ese 30 de enero. Escudero fundamentó en que “se escuchaban ambulancias y la Policía”, y adjudicó esos sonidos a un “accidente”.
“Cuando volvimos (del campo) vimos sobre la muerte de la mujer del intendente de La Calera. Dije ´esas cosas en San Luis no se ven´. Me impactaba más porque estaba embarazada. Son casos que no se olvidan. Llegan a la sociedad y como mujer te marcan”, afirmó.
Del mismo modo, planteó que el trágico episodio después le tocó “vivirlo” en carne propia: “Se trataba del padre de mi hijo, me quedé sola criándolo”.
La ex pareja del Bocón reconoció que estaba al tanto de que él consumía cocaína, y aseguró que “siempre le recriminaba” porque iba a ser padre nuevamente. “Quería que cambiara. Eso era motivo de peleas”, advirtió.
Sin embarco, recalcó que llevaban una vida “normal”. “Cuando salí (de prisión) estaba en una empresa, no se si de Merlo. Las responsabilidades las cumplía, a mis hijos no les faltaba nada”, añadió.
En la misma línea, indicó que ella fumaba marihuana hasta antes de tener a su primera hija, es decir, hace 16 años.
Por otro lado, dijo conocer a los amigos del imputado. No pudo recordar los nombres de Franco Mitchell Puebla y Gastón Nadalini, quienes eran dueños del taller donde secuestraron la moto de Oliveira Pereira. Pero identificó los apodos de ellos: “Rubio” y “Chuky” respectivamente. Puntualizó que el último era “el mecánico”.
Sobre el vínculo entre Vílchez y Gastón “Chori” Heredia, quien había sido marcado como presunto eslabón entre el ex intendente y “Boconeta” dijo: “Es el primo. Con él habremos tenido relación cuando nació mi primer hijo, los primeros años, después no”.
En la audiencia, Juárez le transmitió al Tribunal haber mantenido contacto con Claudio Orozco, quien era entrenador de fútbol infantil de Nogolí y La Calera, y con quien Lorenzetti habría cruzado mensajes relacionados al supuesto encargo del crimen. El hombre, que es el último testigo en la causa, se encuentra en Río Cuarto.
Debido a la distancia y la relevancia que tiene su indagatoria para la defensa del ex jefe comunal, los magistrados dispusieron que la declaración se realice por medio de videollamada el próximo lunes. Para eso, deberá acercarse a una comisaría de aquella jurisdicción para que puedan identificarlo.
Para que termine el juicio sólo resta la palabra de Orozco y que las tres defensas realicen los alegatos. Si todo sigue el curso habitual, el debate debería finalizar la próxima semana. De lo contrario, pasaría a agosto porque la feria judicial será hasta el 31 de este mes.