Protestas en el norte provincial en rechazo a la decisión del Gobierno de volver a la fase 1
La semana comenzó con reacciones y malestar en la zona roja que el Gobierno delimitó y donde ordenó volver atrás. Son 25 las localidades que desde el domingo están cerradas y en cuarentena obligatoria. Ya se desataron manifestaciones y rechazos.
El caso “positivo leve” de un vecino de Tilisarao tiene a los pueblos del norte en medio de una incertidumbre, con sus caminos boqueados y con las persianas de cientos de negocios cerrados.
En medio de esto, vecinos, comerciantes, hoteleros, cabañeros, profesionales y cuentapropistas salieron a las calles porque están preocupados. Hace muy poco habían comenzado a normalizar sus rubros, a poner en marcha sus pequeños emprendimientos, la economía familiar y empresarial, pero ahora tuvieron que retroceder.
La orden de volver a fase 1 es fuertemente cuestionada.
El primer rechazo lo expusieron los vecinos de la Villa de Merlo. Fueron los primeros en decir que no estaban de acuerdo con volver al aislamiento: “No nos cierren, queremos trabajar”. Así, el lunes protagonizaron una masiva movilización en la Plaza Sobremonte.
Este martes la Municipalidad merlina confirmó que se habían relevado 132 comercios para detectar la trazabilidad del paciente informado por el Comité de Crisis como “positivo leve de coronavirus”. O sea, los comercios donde el hombre pudo haber llevado sus productos. Después de eso solicitaron que se levantara el aislamiento.
En Santa Rosa del Conlara, este martes también se hicieron oír. Se manifestaron en la plaza del pueblo porque quieren seguir trabajando y no volver atrás. También cuestionaron la confusión que creó el Gobierno a partir del supuesto contagiado de Covid-19.
En Tilisarao, de manera simultánea los habitantes hicieron saber la disconformidad. Se autoconvocaron para marchar, pero una reunión que organizó el intendente puso freno a la protesta. Los dueños de los negocios de diferentes rubros y sectores advirtieron que no están en contra de las medidas sanitarias, y por el contrario consideraron que “deben mantenerse” porque son los primeros interesando “en no contagiarse y poner en riesgo a la población”.
El Gobierno dispuso que la provincia volviera a la fase 1, a partir de un caso positivo de coronavirus que quedó en el blanco de las dudas y las especulaciones. Porque al día siguiente, cuando Gilberto Bongiovanni dio negativo (dos veces) las reglas del juego volvieron a cambiar y se dispuso que solo quedara en aislamiento obligatorio una franja del norte provincial, delimitadas por las rutas N°20, N°2 y N°10.
Están en fase 1: Candelaria, Luján y Quines (Ayacucho), Concarán, Cortaderas, Naschel, Papagayos, Renca, San Pablo, Tilisarao, Villa del Carmen y Villa Larca (Chacabuco), Carpintería, El Talita, Los Molles, Lafinur, Merlo y Santa Rosa (Junín), La Punilla (Pedernera), Las Aguadas, Las Lagunas, Paso Grande, San Martín y Villa Praga (San Martín) y La Toma (Pringles). Se limitó la movilidad, la atención es exclusiva de los rubros esenciales y los caminos están cerrados. No hay comunicación entre los pueblos.