Aislados en su propia provincia: la difícil situación de las familias que viven en el límite con La Rioja y Córdoba
Tienen sus hogares pasando el puesto de Baldecito y hace más de 20 días que no pueden comprar alimentos, medicamentos ni tampoco cobrar sus haberes.
David Fernández contó a El Chorrillero que son alrededor de 40 las familias que permanecen excluidas en parajes situados en el límite con La Rioja y Córdoba.
Explicó que todo comenzó cuando se detectaron los primeros casos de coronavirus en Villa Dolores. Pero ahora se agravó, ya que el Gobierno determinó que el norte provincial vuelva a fase 1: “Con mi familia pensábamos viajar en el Día del Padre, pero no pudimos porque no nos iban a dejar pasar en el control”.
A pesar de que son parajes que pertenecen a San Luis, se ubican pasando el puesto de Baldecito. Eso generó que los vecinos quedaran excluidos.
Fernández indicó que su padre, de 78 años, vive en el paraje El Caldén y no le permiten viajar hasta Candelaria, que es el pueblo más cercano: “No pudo pasar a cobrar, pero no es solo la situación él, sino de toda la gente que vive en esa zona”.
“A las personas no las dejan comprar alimentos, remedios, ir al médico, hasta los animales se están quedando sin comida. Es terrible”, expuso.
Señaló que la mayoría de los vecinos son jubilados y por lo tanto las necesidades son mayores: “Quedaron aislados mal y en mi caso, no puedo ni siquiera ir a ver a mi papá”.
Los vecinos intentaron dialogar con la intendenta de Candelaria, Dolly Glellel, pero no tuvieron respuesta. Por su parte, la Policía les manifestó que debían solicitar el permiso de ingreso y egreso de la provincia que emite el Comité de Crisis.
“Hay que tener en cuenta que son adultos mayores y para realizar este trámite tienen que manejar correo electrónico. Además, es innecesario porque en realidad viven en parte del territorio sanluiseño”, indicó.
Y agregó: “No pueden dejar a toda esta gente así, en abandono total”.
“No estamos en contra de la cuarentena, pero hay que ponerse en el lugar de ellos, en el medio del campo, sin poder ir a comprar comida o medicamentos”, concluyó.