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Gabriel Barba asumió la dirección de la Iglesia Católica de San Luis

En una ceremonia atípica y enmarcada en los protocolos sanitarios se hizo cargo de la diócesis.

Monseñor Gabriel Barba.
Actualizada: 12/07/2020 00:53
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Esta mañana, monseñor Gabriel Barba asumió como obispo de San Luis en reemplazo de Pedro Daniel Martínez Perea que conducía el clero puntano desde 2011. El recambio se hizo por decisión del papa Francisco.

El prelado llegó al ritual tras unir caminando el trayecto que va de la sede oficial de la diócesis a la Iglesia Catedral, escenario de la consagración.

En el camino, bendijo a los vecinos que lo saludaban a la distancia. Al llegar a la Iglesia, tuvo un cálido recibimiento por parte de feligreses y representantes de asociaciones católicas. El frío y el viento no impidieron que se quedaran hasta el final.

En la apertura el obispo de San Juan y arzobispo Metropolitano, Jorge Lozano se dirigió a la comunidad: “Queridos hermanos de esta provincia quiero traerles el tan especial afecto y saludo de la Conferencia Episcopal Argentina. Muchos quisieron estar, cumplo en hacerles llegar el cariño de todos ellos”.

Monseñor Gabriel Barba y el Arzobispo Metropolitano, Jorge Lozano.

En su condición como arzobispo, presidió la ceremonia y en un primer momento solicitó que se lea el mandato apostólico por el cual el Papa Francisco nombró a Barba como máxima autoridad de la Iglesia sanluiseña. De esa manera, tomó posesión del cargo.

Después, y como es tradicional, le entregó el báculo que selló la entrega formal del gobierno de la diócesis. Empezó su ministerio de pastor de la diócesis en la Fiesta de San Benito Abad.

Martínez Perea le transmitió un mensaje de bienvenida y manifestó que llegó a una “hermosa diócesis, es muy linda y la vida cristiana tiene un distintivo, en su médula tiene algo especial. Se trata de una diócesis eucarística sobre todo en el cuidado de la liturgia”.

Habló de que la catequesis ocupa un “lugar importante” en las parroquias.

“Es una provincia que tiene gran importancia en el aspecto cultural y una importante devoción por su patrono San Luis Rey, el Cristo de Renca y el Cristo de Quebrada”, siguió.

“Podrá experimentar como yo la riqueza humana del pueblo puntano y su marcada religiosidad”, agregó.

En ese sentido, encomendó a San Luis Rey para que interceda y “lo ilumine a usted que como nuevo pastor pueda conducir a los fieles”.

Monseñor Pedro Martínez Perea y Barba.

Inmediatamente, Barba, en su primer acto, tomó la renovación de la promesa de “respeto y obediencia” a sacerdotes, religiosos y laicos.

En el exterior se colocaron dos pantallas para que las personas siguieran en vivo la celebración. Además, se estableció un vallado y policías junto con colaboradores custodiaban los ingresos. La Municipalidad había dispuesto un corte de tránsito en los alrededores de la Plaza Pringles.

En la primera homilía, Barba dijo que un obispo debe ser “sin duda, padre de todos”. “Eso siento profundamente e intentaré vivir seriamente”, expuso.

“La Diócesis, debe ser la madre que da lugar a todos los carismas y procuraré eso, que todos sientan que tienen lugar en la mesa, abriendo puertas para quienes deseen entrar y tendiendo puentes donde sea necesario”, manifestó.

Inicio sus pasos como cura hace 32 años y lleva seis como obispo.

“A nivel sacerdotal sepan que los voy a acompañar y cuidar. Los voy a animar y corregir si fuera necesario. Siempre hablando y dialogando sin miedo. No me preocupan las diferencias de pensamientos o de criterios, lo que no se puede jamás perder es el respeto y la comunión. Esos son los ejes esenciales”, señaló.

Participaron los senadores nacionales Claudio Poggi, Adolfo Rodríguez Saá y Eugenia Catalfamo; el gobernador Alberto Rodríguez Saá; legisladores provinciales; un intendente por cada departamento y autoridades militares. Además, asistieron el rector de la UNSL, Victor Moriñigo, representantes de movimientos diocesanos, sacerdotes, entre otros. A través de un video recibió el saludo del cardenal Mario Poli, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Egea y otros 50 obispos argentinos.

La ceremonia se realizó bajo un protocolo sanitario.

El sistema oficial del Gobierno transmitió la ceremonia que fue tomada por la mayoría de los medios de comunicación, entre ellos El Chorrillero. La señal original del Estado omitió deliberadamente la presencia de las autoridades electas por partidos de la oposición y se concentró en mostrar una y otra vez a las autoridades del partido del Gobierno.

Barba tiene 56 años y fue obispo en Gregorio de Laferrere (Buenos Aires) durante casi siete años (asumió en diciembre de 2013). Reemplazó a Martínez, quien permanecía al frente de la actividad pastoral provincial desde febrero de 2011.

Es licenciado en Derecho Canónico graduado de la Universidad Católica Argentina. A su vez, es miembro de la Comisión Permanente y presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social de la Conferencia Episcopal Argentina.

Se convirtió en el séptimo obispo en la historia provincial desde que se creó la diócesis en 1934. El primero fue Pedro Tibiletti; le siguieron Emilio Di Pasquo; Carlos Cafferata; Juan Rodolfo Laise; Jorge Luis Lona; y su antecesor Martínez Perea.

Al finalizar la ceremonia, recibió el saludo de sacerdotes, religiosos y del gobernador. Asimismo, en un video le hicieron llegar el mensaje de los obispos del país.

Barba inauguró su mandato con un corto discurso desde la puerta de la Catedral.

"El lunes me pongo a trabajar y me encierro. Ya no me puedo distraer más", expresó y añadió: "Empezaremos a charlar cara a cara y recorrer las comunidades".

Además, pidió paciencia a los fieles: "No tengo la experiencia de ser obispo de una provincia, esto es algo que tengo que aprender cómo me reparto.

“Denme tiempo y siempre busco este trato directo, contacto, para conocernos, que trabajemos juntos y solo darles las gracias. Estoy muy contento de estar acá”, finalizó.

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