En la previa al final, el resumen de las 20 audiencias por el crimen de Romina Aguilar
Esta semana se conocería el veredicto contra los tres imputados Edivaldo de Oliveira Pereira, Leandro Vílchez y quien era su esposo, Diego Lorenzetti. La mujer de 32 años fue asesinada de dos disparos el 30 de enero del 2016.
Por Antonella Camargo
El juicio por el homicidio de Romina Celeste Aguilar lleva un desarrollo de más de seis meses. A lo largo de 20 audiencias, desde el 19 de diciembre del año pasado, la Cámara de Apelaciones en lo Penal N°1 recepcionó más de 60 declaraciones. Entre ellas, de los tres acusados Edivaldo de Oliveira Pereira, Leandro Vílchez y quien era su esposo y ex intendente de La Calera, Diego Lorenzetti.
Pese a la feria judicial, este lunes los jueces José Luis Flores, Jorge Sabaini Zapata y Silvia Inés Aizpeolea comenzarán a escuchar los alegatos de las partes. Luego de eso sería la sentencia.
A continuación, un resumen de todas las testimoniales que se concretaron en el debate oral.
+19 diciembre 2019+
El juicio comenzó, pero se limitó a la resolución de cuestiones preliminares. Se leyó la imputación y los puntos centrales de la etapa de instrucción. Luego de eso, Olga Allende (una de las defensoras de Edivaldo de Oliveira Pereira) pidió que se incorpore un informe psicológico del brasilero y la nulidad de la declaración indagatoria del 2016, donde se habría inculpado. Fundamentó lo último en que al ser una manifestación espontánea no tiene “ninguna valoración jurídica” y no puede ser utilizada como prueba.
“No puedo declarar. Necesito declarar”, dijo el ex intendente de La Calera, Diego Lorenzetti, al pasar a un cuarto intermedio.
+11 de febrero+
Ese día tenía que reanudarse el juicio, pero volvió a ser prorrogado por una semana porque la fiscal de Cámara, Carolina Monte Riso estaba con licencia compensatoria.
+18 febrero+
DIEGO LORENZETTI: el esposo de Romina aceptó declarar ante los jueces.
“Soy inocente. Jamás se me ocurría matar a nadie y menos a la madre de mi hijo, el sostén mío en las buenas y en las malas”, fueron las primeras palabras. Aseguró que al momento de la muerte se habían `reencontrado como pareja` y se irían de vacaciones. Reconoció que había tenido una relación paralela con Daysi Caravaca, una joven de Nogolí. Sin embargo, le restó importancia y remarcó que su “familia era Romina y Hernán”.
Sostuvo que a Leandro Vílchez recién lo conoció en la cárcel, mientras que con el brasilero tenía un vínculo laboral porque era el jockey de sus caballos. Criticó el accionar de la División Homicidios y contó múltiples préstamos que pidió por su incursión en la política. El último que había solicitado era de $100 mil, que habrían estado destinados a señar artistas del festival y para pagar una prótesis a una nena de Nogolí.
HÉCTOR MUÑOZ (División Homicidios): el inspector detalló que aportó a la investigación número telefónicos vinculados a Oliveira Pereira y manifestaciones sobre la relación que Lorenzetti mantenía con Caravaca. Explicó que los datos fueron provistos tras realizar su labor en “la calle” y dialogar con la gente. También participó en la requisa de Oliveira Pereira.
FEDERICO VÍLCHEZ (División Homicidios): presenció la necropsia al cuerpo de Aguilar y realizó tareas investigativas, en paralelo a las de Muñoz. Expuso que por el arma usada relacionó el hecho a una banda delictiva de Mendoza, que habría cometido varios ilícitos en la provincia. Recordó que debía salir de vacaciones el 1º febrero, pero se postuló para continuar. Días después le dieron licencia y lo desplazaron de la División hacia el interior. Aseguró que nunca le dieron explicaciones al respecto.
Sobre el día del hecho precisó que Lorenzetti “hablaba mucho por teléfono, se notaba tranquilo y no lloraba”.
MARCELA GÓMEZ (Médica forense): explicó que en la autopsia determinó que la primera bala ingresó por la costilla izquierda, salió por el lado derecho e impactó en el brazo. Está lesión la llevó a la muerte tras dañar un pulmón y provocarle un shock hipovolémico. Resaltó que Aguilar no tuvo más de 10 minutos de vida y sólo podría haber llegado a salvarse si hubiera “un quirófano en el lugar”.
Señaló que el primer disparo lo produjo alguien con más altura que ella con una estatura aproximada de 1,75. Y aclaró que el útero de Romina estaba “vacío” y las pruebas realizadas descartaron un posible embarazo.
+19 febrero+
INÉS GARAY (hermana de Romina): la noche del asesinato se había quedado a dormir en su casa. Dijo que en la mañana escuchó los disparos, gritos que decían “una ambulancia” y “la señora”. Subrayó que Lorenzetti “no sabía qué hacer”, le pedía que llamara a la ambulancia, “la quería agarrar, llevarla al médico y salvarla”. Y cuando confirmaron la muerte: “Diego estaba tendido en el piso llorando”.
Sobre la relación entre Lorenzetti y Romina consideró que era “buena”. “Romina estaba buscando un hijo. A los pocos días se iban a Córdoba. Había dejado las pastillas anticonceptivas porque quería quedar embarazada”, contó.
MARÍA EUGENIA NUÑEZ (vecina que vio el momento del segundo disparo): relató que tras escuchar ruidos se asomó por la ventana y vio a una “chica que caminaba con dificultad” y detrás de ella “un hombre que la empujaba”. “Le dijo que se tire al piso. Ahí llegó una moto que lo apuró. Disparó y se fueron”, agregó.
Puntualizó que quien disparó “era una persona flaquita y muy menudita”. Agregó que vestía una campera gris, bermuda de jean, una visera blanca y ojotas o un calzado similar. Respecto al que conducía el rodado pudo divisar que llevaba casco y una campera negra.
Indicó que cuando el ex intendente arribó al lugar dijo: “Es mi mujer, la mataron”. “No lloraba”, presentaba una actitud “muy extraña” y “no se aproximó al cuerpo”.
JOHANA PÁEZ RIVERO Y MATÍAS VILLEGAS (jóvenes que vivían en la misma casa que Núñez): Coincidieron en que cuando se acercaron a Romina le hablaban y preguntaban si estaba bien, pero ella sólo “se quejaba” y “agonizaba”. También reconocieron (igual que Núñez) que la noche anterior habían tomado alcohol.
Sobre Lorenzetti, Páez Rivero recordó que “entró en shock” y “después que le dijeron que había muerto, agachó la cabeza y largó en llanto”. Villegas coincidió con lo anterior y consideró que el ex intendente estaba “sorprendido” y parecía estar paralizado.
LUIS ALBERTO RODRÍGUEZ: Fue un vecino que se habría cruzado a los asesinos. Especificó que “sólo vio una motito 110” en la que viajaban “dos personas con casco”. No recordaba la vestimenta que llevaban y tampoco conocía a Aguilar o Lorenzetti.
+28 de febrero+
HERNÁN LORENZETTI (hijo de Romina y Diego): explicó que el 30 de enero de 2016 se encontraba en La Calera cuando recibió el llamado de que le habían robado a su mamá. Lo trasladó un amigo del ex intendente y cuando llegó se encontró: “Había muchas personas, un vallado de tres o cuatro metros. El cuerpo se encontraba descubierto. Mi papá estaba quebrado”. Respecto a la relación de sus padres dijo que era “excelente”, estaban bien y en dos días se irían de viaje.
JOHANA MATTUZ (hermana de Romina): pidió justicia y transmitió malestar por el desarrollo de la investigación. Entre los criticas enumeró que la Policía no secuestró la camioneta de su hermana para constatar se habían huellas; que desde un primer momento “fue todo apuntado a Diego” y no indagaron por otro lado; y que hayan pasado el cuerpo por enfrente de Hernán cuando habían pedido lo contrario.
El día de la muerte, Diego la llamó diciendo que su esposa “había recibido un disparo” y fuera hasta el hospital.
Mencionó que su hermana creía estar embarazada y “hacía planes de que tendría una nena”. “Hace 17 años que estamos con Diego. Somos re locos, pero nos queremos”, le había dicho Romina en una de sus últimas charlas.
ANALÍA, RAMÓN Y RODOLFO MATTUZ (hermanos de Romina): De diferentes maneras, todos pidieron que se esclarezca el caso y mostraron disconformidad con la investigación. Rodolfo contó que en la primera testimonial “querían poner otra cosa distinta de los que había dicho”.
“Tenían una buena relación”, dijo Ramón. “Era excelente. Siempre se llevaron muy bien. Nunca vi un problema”, planteó Rodolfo. “Se llevaban re bien. Había diferencias pero más de eso no”, afirmó Analía. Coincidieron en que las peleas entre la pareja estuvieron vinculadas a la incursión de Diego en la política.
IVÁN OJEDA (vecino que también vivía con Eugenia Núñez): Recordó que tras despertarse salieron de su casa y Romina estaba “tirada”. “Se quejaba, le preguntábamos cómo estaba pero en ningún momento contestó”, sostuvo. “Nos dijo que era su mujer y no la tocáramos. No intentó tocarla o ayudarla, simplemente la miró”, precisó sobre la actitud de Lorenzetti.
+3 de marzo+
JORGE RUBÉN ARCE (amigo de Diego): “Diego me llamó desesperado y llorando. `Tráeme a Hernán que me mataron a Romina´”, recordó. Explicó que eso ocurrió entre las 6:30 y 7 del 30 de enero y seguidamente se encargó de trasladar a Hernán. Aseguró eran “una pareja normal” y “nunca se trataron mal”.
JAVIER SOSA (jefe División homicidios): expuso que manejaron tres hipótesis: sobre una banda de Mendoza a partir del arma utilizada; otra vinculada a cuestiones políticas de Lorenzetti; y la que condujo a la detención de los tres imputados, la cual surgió “a partir de dichos”.
Por otro lado, sostuvo que tuvieron en cuenta las conductas de las personas, y las de Diego “eran muy frías”. Afirmó que “se oponía a todo” y tenían que “recurrir a la jueza por una actitud poco colaborativa”.
ALFREDO SAMPER BATTINI (forense que trabajó en el lugar del hecho): Precisó que advirtió las dos “heridas de proyectil” y que según su criterio “se preservó absolutamente la escena del crimen”.
CARLOS OROZCO (policía): Fue el primer efectivo en llegar al lugar del hecho alrededor de las 6:30 porque se encontraba a unos metros “en servicio” en un boliche. Agregó que la ambulancia arribó rápido y allí constataron que Aguilar “estaba sin vida”.
RUTH MONTECINOS (División Homicidios): se encargó de recepcionar declaraciones y transcribir mensajes de texto y escuchas telefónicas. Explicó que material se obtenía en La Pampa o La Plata y “llegaba por medio de civiles” en cd´s a Javier Sosa. Su tarea consistía en “copiar y pegar” cada uno de ellos. Una vez concluido esto, el subcomisario se encargaba de “corroborarlo”.
DAYSI CARAVACA (amante de Lorenzetti): Contó que lo conoció a través de la política y mantenían una relación paralela desde septiembre del 2015 hasta su detención. Y afirmó que Diego “tenía una muy buena relación con Romina”.
YAEL PEDERNERA (ex funcionaria de Lorenzetti): se desempeñó como secretaria de Gobierno. Recordó que se enteró de la muerte a través de un mensaje de su jefe y cuando llegó al domicilio él “estaba llorando”. Señaló que, si bien no compartía “mucho” con la pareja, “era una buena relación” y “normal”.
ADRIANA COLLADO (compañera del plan pie de Romina): explicó que habitualmente salían entre las 7 y 7:30, pero ese día lo harían antes por “el calor”. También respaldó la “buena relación”, que su amiga le había hecho referencia a las próximas vacaciones a las que se iría y que con Lorenzetti “estaban buscando otro hijo”. “Yo la veía bien”.
CLAUDIO GUZMÁN (ex pareja de Deysi Caravaca): Negó conocer a la víctima y los imputados.
+4 de marzo+
FRANCO ROSALES (División Homicidios): en la mañana del hecho asistió al lugar y se encargó de buscar vecinos aledaños o testigos para que luego declararan. Precisó que una de las primeras personas con las que se entrevistó fue Lorenzetti. “Me dijo `dejá dejá que esto yo lo arreglo con el Alberto´”, aseguró Rosales que le habría dicho el ex intendente en relación al gobernador.
Al día siguiente volvió al lugar para conversar con los vecinos “puerta a puerta”. En ese momento se habría acercado un hombre en bicicleta y pidió hablar con él. “Yo te comento pero no lo quiero declarar. El que la mandó a matar es el marido”, sostuvo Rosales que le habría dicho el vecino, que luego hizo alusión a “el boconeta y el brasilero”. Aseguró que luego intentaron identificar al sujeto que le dio los datos, pero no volvió a verlo y nadie más había presenciado el hecho.
CRISTIÁN ESPINASE (Policía Comisaría 2°): su tarea consistió en “resguardar” la zona y “cerrar el perímetro”. Añadió que dialogó con una vecina que había visto el trágico siniestro.
ROBERTO KAIPERCI (Delitos Informáticos): hizo pericias sobre una computadora y tres celulares. Debía descargar las llamadas, mensajes de texto y de voz, fotografías, videos, aplicaciones y transcribir las grabaciones. Detalló que los elementos fueron recibidos en sobre cerrado, con sello y firma de testigos de donde los obtuvieron. Tras los trabajos fueron enviado de la misma manera y con una caratula a la División Homicidios. Desconocía a quién pertenecían los aparatos.
ELSA DELLA MEA (mamá de un compañero de Hernán): indicó que con Aguilar sólo compartía encuentros vinculados a la escuela, pero en “dos o tres oportunidades” se habían visitado en sus casas. Consideró que Romina “no tenía enemigos” debido a que “era una persona alegre y todos la querían”.
MARÍA BELÉN VEGA (peluquera de Romina y Diego): transmitió que los conocía desde hace unos cinco años y que “Romina siempre fue una buena chica”. “Nunca me contó nada ni observe algo que me llamara la atención”, puntualizó y agregó que la última vez en ver a la víctima fue unos tres meses antes de su muerte.
+5 de marzo+
DIEGO LORENZETTI: “Estuve cuatro años privados de la libertad. Tuve que aprender a convivir con el dolor y la impotencia de no poder contestar a muchas cosas. Y en esta instancia no me voy a quedar callado”, subrayó al sentarse por segunda vez ante el Tribunal. Aseguró que anteriores testigos dijeron muchas mentiras y recordó el día de la muerte de su esposa: “Me arrodillé y le dije ´aguantá, aguantá Romina´”.
Contradijo a Javier Sosa sobre la posición que tenía el cuerpo y cómo estaba la camioneta de Romina. Criticó a la vecina María Núñez: “La testigo presencial no existe. No la vi nunca en mi vida. Entraba en papel de víctima y la única se llama Romina Aguilar. Se sienta esa mujer pidiendo protección y, ¿quién le dio protección a mi hijo durante estos cuatro años?”. Sobre la declaración de Oliveira Pereira planteó que tras vivir cuatro años en el Servicio Penitenciario conoció a mucha gente y “no existe una persona que se entregué por un celular y no lo va a hacer una por un homicidio”.
JUAN BAUTISTA BARROSO (Policía): intervino en un allanamiento el 19 de septiembre en la calle Granaderos Puntanos, cerca del Barrio Aeroferro. Señaló que habían recibido una orden judicial para secuestrar celulares, chips y memoria. El dueño de la casa era Manuel Michell Puebla.
JAVIER LESCANO (Policía): estaba de guardia la mañana del 30 de enero, pero no participó en la instrucción. Tampoco recordaba si el brasilero estuvo detenido en Comisaría 2°.
(Olga Allende pidió obtener el libro con los registros de las detenciones que se realizaron allí desde el 30 de enero al 29 de febrero porque “parece que los policías han perdido la memoria o estaban de vacaciones”)
SERGIO RICARTE (División Homicidios): Tuvo tareas “logísticas” y traslados de testigos a la división. A los días se fue de licencia.
+10 de marzo+
TENIENTE DANIEL GILES: Recibió tres celulares para transferir “toda la información viva y la borrada”. Tras la concreción de su tarea, se entregó parte del material en papel y lo restante en cuatro DVD´s a la División Homicidios. Precisó que la remisión fue en “sobre cerrado” y también se le explicó a los efectivos cómo buscar los datos necesarios. En medio de la declaración, surgió que los cuatro DVD´s no se encontraban en el juzgado.
SERGIO ÁLVAREZ Y FABÍAN ORTUBIA (Policías Comisaría 2°): recordaron que la mañana del 30 de enero fueron hasta la escena del crimen, tras un llamado vía radio policial e hicieron el cierre perimetral en el lugar. Al otro día se fueron de vacaciones.
(Desde la Comisaría 2° respondieron que no encontraron los libros de guardias de esa época)
+11 de marzo+
TENIENTE DANIEL GILES: Tras la aparición de los DVD´s mostró parte de los contenidos. Pertenecían a un celular Motorola (Lorenzetti), otro Samsung (Aguilar) y el restante a un LG (Garay). En el último figuraba que el día del crimen había hecho un llamado al 911 a las 06:30:18, con una duración aproximada de un minuto y medio. Así, quedó confirmada la manifestación del ex intendente de La Calera, quien aseguró que él le solicitó a su cuñada que pidiera una ambulancia.
LORENA MARTÍNEZ LUCERO (División Homicidios): fue comisionada para realizar el “análisis” de las pericias realizadas en los tres teléfonos secuestrados. Su trabajo consistió en “extraer información que estuviera vinculada a la causa” y esta “se le proporcionó a la Instrucción”. Sobre el aparato de Garay puntualizó que no era de “interés” lo que tenía, mientras que el de Aguilar contaba con “muchos grupos”. Dijo que le llamó la atención “constantes reclamos a Diego por malos tratos y desinterés” hacia ella y su familia; e hizo alusión a que Lorenzetti la había golpeado e iba a dar a conocer algo a través de Facebook.
Respecto al móvil de Lorenzetti transmitió mensajes en los que le decía a alguien agendado como “Gallina” que “le iba a pagar cierta cantidad de dinero por un trabajo”. En otras oportunidades le habría ofrecido una camioneta Fiorino o una Duster. Sobre el “encargo de un homicidio” consideró que “no había referencia concreta”.
EDGAR SOLOA (DIvisión Homicidios): trabajó el día de la muerte con el vehículo de Romina y dentro de la vivienda. Sobre la camioneta “ordenó al personal de criminalística que hiciera un levantamiento de muestras en la manija de la puerta y vidrios”. También vio cámaras de seguridad aledañas en las que aparecían dos personas en una moto.
FERNANDO CALIO (Comando Radioeléctrico): fue uno de los primeros en ir a la escena del crimen. Se limitó a hacer cortes de calles.
HÉCTOR CACACE (Conocido de Diego): había trabajado con él en cuestiones políticas cuando era candidato a intendente de Nogolí. Confirmó los dichos de Lorenzetti de que pidió dinero para comprarle una prótesis a una niña con discapacidad. “Estaba desbordado, con lágrimas. Conversamos un ratito, me puse a disposición de él y me fui”, recordó sobre Diego el día de la muerte.
MARIO MERCADO DUVARA: Tenía una agencia de vehículos, donde Aguilar y Lorenzetti le compraron uno.
+16 de junio+ (Por la pandemia Lorenzetti, Vílchez y Oliveira Pereira participan de forma virtual)
FABIÁN GIMÉNEZ (policía): intervino en un allanamiento por orden de Roberto Molina para “inspeccionar un inmueble donde aparentemente habita un taller de motos”. Dijo que al llegar tuvieron que esperar unas tres horas porque no estaba el dueño. Debían buscar celulares de interés para la causa, pero no encontraron. Fue en septiembre del 2016
MARÍA BELÉN PASTOR (amiga de Romina): el día anterior a la muerte la había visitado. “Yo la vi bien, normal. Fuimos a comprar una ropa que me pidió que la acompañara. Ella después se iba de vacaciones”, detalló. Dijo que solían compartir salidas a bailar y desconocía si Aguilar o Lorenzetti tenían alguna relación extramatrimonial.
(Los abogados de Oliveira Pereira y Vílchez pidieron que las audiencias se lleven delante de forma presencial o desde el Servicio Penitenciario)
+17 de junio+
SANDRA BECERRA (esposa Oliveira Pereira): recordó el 29 de febrero del 2016, cuando Oliveira Pereira quedó detenido. Era el comienzo de clases y ambos acompañaron a su hija a la escuela. “Nos dejó y nunca más supimos que pasó”, precisó sobre cuando el brasilero las dejo en su casa. Cuestionó los tiempos de la Justicia y el “trauma” que significa para la nena ir al Penal.
Sobre la moto secuestrada puntualizó que estaba en el taller porque no arrancaba. Sobre la detención relató que fue dos días después a la comisaría, y les arreglaron una visita para que la niña no se diera cuenta que estaba preso. “Estaba muy angustiado, en un lugar oscuro. Tenía golpes como hematomas. No pedí demasiadas explicaciones. Lloraba”, agregó. También hizo alusión a amenazas que recibió el brasilero para que cambiara la declaración.
ROBERTO MOLINA: no recordaba detalles de la intervención en la causa, pero puntualizó un operativo en el Barrio ATE, donde secuestraron celulares.
DIEGO BARROSO: había tenido una relación con Romina cuando estaba separada de Diego, pero vivían en la misma casa. Se conocieron por Facebook. No conocía agresiones de parte del ex intendente. Al momento de la muerte eran sólo amigos.
JORGE ADORNO: conocía a la pareja porque es periodista de automovilismo y Hernán corría en karting. Una vez Diego le pidió dinero pero como no tenía consultó a un amigo ((Walter Vogt Barrionuevo) y se lo dieron. El préstamo fue de $100 mil. Antes ya le había prestado.
WALTER VOGT BARRIONUEVO: Coincidió con Adorno y precisó que fue unos “tres o cuatro días antes de la muerte”.
DANIEL VELAZCO: arreglaba el karting de Hernán. En una llamada, el imputado le solicitó dinero, pero no contaba con la cantidad.
+18 junio+
HUGO LEDESMA (primo de Romina): había trabajado junto a Diego en la fábrica de hielo. Habló del vínculo entre la pareja y que la relación era “normal”. Tampoco vio algún hecho de violencia ni Romina le contó algo al respecto.
MARCELA LLANOS (policía): participó de un allanamiento en el taller de motos ubicado en Ejercito de los Andes. Buscaban incautar teléfonos, pero tuvieron resultado negativo.
SERGIO AMIEVA (ex diputado): fue citado por mensajes que Lorenzetti había enviado donde hacía alusión a “asustar” asustarlo y a su familia. Aseguró que desconocía la causa y se enteró por los medios. A Romina la había visto en La Calera pero nunca habló con ella.
(Lorenzetti pidió volver a declarar)
+23 de junio+
HÉCTOR HEREDIA (primo de Vilchez y su esposa era prima de Diego): había sido marcado como el vínculo entre Lorenzetti y Vílchez. Precisó que a Leandro no lo vía hace mucho y era una relación lejana, no tenían trato. Sobre Diego que había trabajado en la empresa de mantenimiento y repartía hielo, se veían para ocasiones especiales como cumpleaños. Consideró que la relación entre Romina y Diego era “buena”.
MANUEL MITCHELL PUEBLA (dueño del taller donde secuestraron la moto): recordó que la pareja del brasilero le había pedido arreglarla porque no andaba. Dio detalles del rodado. Contó que cuando fue la policía estaba en el negocio, solo dijeron que buscaban una Yamaha Crypton. Fue a la madrugada. En otra oportunidad secuestraron celulares de sus familiares.
Dijo conocer al brasilero solo por los arreglos de moto.
GASTÓN NADALINI (dueño del taller donde secuestraron la moto): con Vílchez tenía un vínculo por el barrio donde vivían. Al brasilero solo lo conocía porque Mitchell Puebla y porque le compraba droga aunque “no era frecuente”. Habló de Rodolfo, hermano de Romina, a quien conocía porque salía con una tía. Previo al allanamiento habría ido taller y este le transmitió las versiones de que Oliveira Pereira estaba involucrado en el asesinato. Aseguró haber recibido amenazas desde la cárcel.
ARIEL HAURÍA: trabaja en el ministerio de Ciencia y Tecnología vinculadas a las cámaras de seguridad que hay en la provincia. Acudió porque las partes tuvieron inconvenientes para visualizar las pruebas tecnológicas. Los jueces exhibieron el material original que ahora quedará bajo custodia con constancia para que los defensores puedan coordinar con el funcionario la posibilidad de verlos y que sean explicados.
+24 de junio+ (El Tribunal resolvió que los tres imputados podrían declarar de forma presencial)
GABRIELA RIVERO (mamá de la niña a la que diego le compró la prótesis): Detalló que había pedido ayuda a muchos políticos de Nogolí y Lorenzetti accedió. Dijo que le dio dos cheques de $7500 a nombre de la Municipalidad de La Calera y que esto ocurrió los primeros días de enero de 2016.
ENZO FUNES Y NELSON GATICA: Fueron requeridos como testigos en la División Homicidios, donde les exhibieron una moto. Mencionaron que era el único vehículo, de color negro, 110 centímetros cúbicos, una Yamaha Crypton. Los efectivos no les explicaron los motivos. Les leyeron el acta, firmaron y se pudieron retirar.
+25 de junio+
LUIS BLATTER (taxista): relató un viaje a la salida de un boliche donde traslado a cuatro personas, que luego le pidieron su tarjeta. Días después se habrían comunicado para ofrecerle dinero por un trabajo. Consistía en trasladarlos y esperarlos en una placita, mientras iban a “matar alguien”. “Si algo nos pasa el señor Leyes nos va a sacar, hay que culparlo a Lorenzetti que él planeó todo”, le subrayaron las personas.
Dijo que tras conocer la muerte de Romina se presentó a la Justicia, ofreció el celular para que vieran los mensajes, pero no lo aceptaron. Al ver las fotos, dijo que quienes le ofrecieron el trabajo fueron Vílchez y Oliveira Pereira. Días más tarde dos personas subieron a su coche lo amenazaron, golpearon e insultaron para que dejara las cosas como estaban. También le borraron los mensajes.
+29 de junio+
DIEGO LORENZETTI: “Tuve que soportar que me rompan la cabeza y me roben todo el dinero en La Calera. Ataques de taquicardia. Y como si fuera poco perdí mi libertad”, expuso en la tercera declaración. Mencionó la “tortura psicológica” que sufrió de tres efectivos de Homicidios Héctor Muñoz, Hugo Cornejo y Franco Rosales. Puntualizó en un día donde lo llevaron y “pasearon por San Luis”: “Se burlaban tratándome de perejil los tres. Me arruinaron”.
Hizo alusión a mensajes con alguien agendado como Vílchez y aclaró que era un puntero político que le había reclamado un compromiso en el que él actuó de intermediario con la intendenta de Villa de la Quebrada, Rosa Calderón.
EDIVALDO DE OLIVEIRA PEREIRA: En parte del relato habló del 29 de febrero de 2016, donde quedó detenido. Dijo que lo estaban siguiendo y en cercanías a su casa lo apuntaron con un arma, lo redujeron y “secuestraron”. Lo llevaron hasta la sede de la división, donde se encontraba la moto que supuestamente utilizó junto a Vílchez para perpetrar el crimen de Aguilar. “Ahí me empezaron a pegar, querían que me hiciera cargo. Decían saber que era Lorenzetti, y el “Bocón”.
Mencionó a miembros de Homicidios: Héctor Muñoz, Hugo Cornejo y alguien a quien le decían Matías. Dijo que luego lo llevaron a un campo donde lo asfixiaron con una bolsa y golpearon. “Decían que no me querían a mí, sino al `Boconeta´ y a Lorenzetti (…) Casi me mataron a palo. Ellos sabían todo, pero yo no nada. Tenía que firmar la declaración. Si no me iban a matar a mí y mi hija. Mencionó que tenía “un tajo en la boca” y “no escuchaba de tantos golpes”.
Sobre la declaración, recordó que estaban presentes la jueza Virginia Palacios, junto a su secretaria (la actual fiscal de Cámara, Carolina Monte Riso) y “al rato entró (Carlos) Salazar”, quien se desempeñaba como defensor oficial. “Me decían que me quedara tranquilo. Agregó que Cornejo, Muñoz, Palacios, Monte Riso y Salazar “empezaron a hacer la declaración”.
Reconoció problemas con la droga, pero se desligó del crimen. Expresó un “infierno” durante los cuatro años, y humillaciones de los demás internos. Habló de los dueños del taller, a quienes les vendía droga. A Vílchez lo conocía de la esquina de su casa. Negó el viaje con Luis Blatter y explicó que no salía a bailar porque los fines de semana competía.
+30 de junio+
(En el comienzo de la audiencia, renunció el abogado defensor de Vílchez, Jorge Sosa. Su fundamentó fue la declaración del brasilero donde acusó a la jueza Palacios y la fiscal Monte Riso. El Tribunal decidió no aceptarla por el desarrollo del debate y que está próximo a finalizar)
LEANDRO VÍLCHEZ: dijo que el día de la muerte estaba en su casa junto a su pareja, que se levantaron temprano y fueron a El Trapiche. Transmitió un vínculo con el brasilero porque le vendía droga, y que pocas veces se habían juntado a tomar una gaseosa. Respecto a Lorenzetti dijo conocerlo en la cárcel. Sobre Gastón Heredia que era un primo con relación distante. Reconoció haber delinquido, pero negó matar a alguien. Descartó haber estado prófugo y que se escondió porque no quería ir preso por algo que no cometió.
+1 de julio+
AMANDA ESCUDERO (ex pareja de Vílchez): Dijo que el día del crimen Vílchez había pasado la noche en su casa y que como estaba embrazada se despertaba varias veces a la madrugada, y él estaba allí. Conocía que el boconeta consumía cocaína.
HUGO VÍLCHEZ: Explicó que conocía a Diego por la política y se desempeñó como puntero. Hizo alusión a los mensajes que le había enviado al intendente por el compromiso con Rosa Calderón. Señaló que se trataba de un acuerdo en gastos vinculados a traslado y combustible.
+6 de julio+
CLAUDIO OROZCO (entrenador de fútbol infantil): Habló de cuando conoció a Lorenzetti y sobre mensajes que resultaron sospechosos para la investigación. Dijo que Diego le ofreció entrenar a los chicos de Nogolí y accedió. Le pagaba alrededor de $10 mil. Sobre los mensajes aclaró que Diego le había propuesto manejar a los chicos de La Calera y a cambio le trataría de conseguir una movilidad.
DEPARTAMENTO INVESTIGACIONES: Acudieron tres integrantes de Delitos Complejos para explicarles a las partes cómo acceder a las sábanas de mensajes y llamadas, de los teléfonos periciados. Respondieron consultas de los defensores y puntualizaron en dónde hallar la información digital.