El día clave: se conocerá el veredicto por el crimen de Romina Aguilar

Hace cuatro años y medio, dos hombres que se conducían en una moto le arrebataron la vida a Romina Celeste Aguilar. En las primeras horas del 30 de enero del 2016 salía de su casa para dirigirse a La Calera, donde buscaba cumplir una meta: finalizar los estudios secundarios. Dos disparos terminaron con sus sueños. Tenía 32 años y un hijo.

Casi un mes después, el 29 de febrero, se conocía que Edivaldo de Oliveira Pereira se había entregado a la Justicia. En su declaración también inculpó a Cristian Leandro Vílchez, y al viudo de Aguilar, Diego Hernán Lorenzetti.

El ex intendente de La Calera fue detenido un día más tarde, e incriminado como el responsable de encargar el homicidio. Al “Boconeta” lo aprehendieron el 31 de marzo. Ambos negaron su participación en el crimen. Desde entonces, los tres están imputados por “homicidio doblemente calificado”.

Durante el desarrollo del debate, que inició el 19 de diciembre del año pasado, Vílchez y Lorenzetti sostuvieron su inocencia. La versión de Oliveira Pereira cambió rotundamente. Denunció que fue amenazado, secuestrado y golpeado por efectivos de la División Homicidios para que inculpara a los demás.

Por la feria judicial, el juicio estuvo suspendido más de un mes. Continuó en febrero y a mediados de marzo volvió a tener un parate por la pandemia. Se reanudó el 16 de junio, bajo la modalidad virtual y presencial.

Ante el Tribunal integrado por José Luis Flores, Jorge Sabaini Zapata y Silvia Inés Aizpeolea, el “Brasilero” dijo que la declaración fue redactada por los policías, la jueza Virginia Palacios, su secretaria y hoy fiscal de Cámara, Carolina Monte Riso, y el defensor oficial, Carlos Salazar. Dijo que debía firmarla o lo matarían, al igual que su familia.

El día clave llegó. Y este viernes los abogados de los tres imputados harán sus alegatos. Para eso recurrirán a todo que ocurrió a lo largo de las 21 audiencias del debate oral.

Lo mismo tendrá que hacer Monte Riso, quién ya aseguró que existen pruebas suficientes para considerar que fue un crimen por encargo.

Pasaron más de 60 testigos, entre familiares, amigos, vecinos, policías, peritos y allegados a los involucrados, y ninguno pudo acreditar la participación de alguno de los acusados. Sólo un taxista (Luis Blatter) sostuvo que Vílchez y Oliveira Pereira le habían ofrecido una suma de dinero para trasladarlos a cometer el hecho.

Al mismo tiempo, hubo declaraciones cruzadas sobre cómo actuó Lorenzetti cuando balearon a su esposa, y sobre los procedimientos llevados adelante por la División Homicidios de la Policía en relación al secuestro de la moto que habrían usado los asesinos.

Las pruebas claves estarían en las cámaras de seguridad y las pericias realizas en los teléfonos de los acusados.

Tras los alegatos, la Cámara de Apelaciones en lo Penal N°1 dará su dictamen y quedarán determinadas las responsabilidades que tuvieron los tres acusados. Se espera que eso ocurra cerca del mediodía.

En medio de las medidas sanitarias por la pandemia, Lorenzetti, Vílchez y Oliveira Pereira escucharán desde el Servicio Penitenciario si son culpables o inocentes.