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Coronavirus en Europa: España y Francia refuerzan restricciones por temor a un rebrote

En tanto, las autoridades europeas intentan llegar a un acuerdo para un programa para combatir los efectos económicos de la pandemia.

Los rebrotes en Europa y el desacuerdo de las naciones "frugales" ponen en peligro el plan de recuperación de la UE.
Actualizada: 19/07/2020 15:10
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Los líderes de la Unión Euopea (UE) están reunidos en Bruselas, Bélgica, donde intentan llegar a un acuerdo en torno a un programa coyuntural para combatir los efectos económicos de la pandemia en la región. Mientras tanto, el coronavirus vuelve a tener focos y paraliza varias ciudades.

En España, las autoridades de Barcelona le recomendaron a los ciudadanos "quedarse en casa", debido al exponencial aumento de los casos. La vocera del Gobierno regional Meritxell Budo calificó este sábado las medidas de "última oportunidad", para evitar nuevas restricciones.

Los mandatarios catalanes también prohibieron las reuniones de más de 10 personas, redujeron a la mitad la cantidad de gente en bares y cerraron teatros, cines, entre otros lugares de ocio. Además, restringieron las visitas a geriátricos. Todos los anuncios fueron ratificados por un juez.

"Necesito el turismo como el aire que respiro, pero también necesito salud para poder vivir", reconoció Joan López, encargado de un quiosco frente a la Sagrada Familia, uno de los lugares más visitados de la ciudad, en diálogo con AFP.

España fue uno de los países europeos más afectados por el COVID-19, con más de 28.400 muertos. Desde mediados de marzo, impuso un severo confinamiento que se fue levantando escalonadamente hasta el 21 de junio. En estas últimas semanas, experimenta un rebrote de contagios, con más de 150 focos en el país, fundamentalmente en Cataluña y en la vecina región de Aragón.

En Francia, también se tomaron nuevas medidas restrictivas. Se determinó que a partir del lunes será obligatorio el uso de tapabocas en lugares públicos, y el país no descarta un nuevo cierre de sus fronteras con España, según afirmó el primer ministro Jean Castex el sábado, durante una visita a la sureña ciudad de Prades.

Frente a la obligación de taparse boca y nariz, el ministro de Salud galo Olivier Véran, explicó que, ante las señales de rebrote, esta medida "abarca los comercios, los establecimientos que reciben público, mercados cubiertos, bancos".

"Las medidas personales de prevención y los exámenes médicos siguen siendo esenciales para luchar de manera eficaz contra el virus", resaltó en Twitter.

En Reino Unido, el primer ministro Boris Johnson descartó que se pueda implementar una nueva cuarentena. En diálogo con el diario Daily Telegraph, destacó: "Por supuesto que no quiero utilizarlo (el confinamiento). Y no creo que vayamos a vernos de nuevo en una posición así".

Desde el comienzo de la pandemia en Europa, murieron más de 205.000 personas como consecuencia de este virus. Y, al igual que en el resto del mundo, causó estragos a nivel económico. Según los líderes de la UE, esta crisis podría provocar una contracción del 8,3% del PIB.

Por eso, los dirigentes europeos redoblaron este domingo sus esfuerzos en la sede del Consejo Europeo en Bruselas para encontrar una salida de la mayor recesión de su historia. Así, los líderes de la UE debaten un plan de 750.000 millones de euros (840.000 millones de dólares) que la Comisión Europea tomaría prestados en nombre de los 27, un hito en el proyecto europeo.

Pero los detalles de este plan no convencen a las naciones adeptas del rigor fiscal, Austria, Dinamarca, Holanda y Suecia, que en el pasado ya se opusieron a emitir deuda común. A los que se les sumó Polonia, Finlandia, República Checa y Hungría, en una línea similar, aunque con más heterogeneidad.

En una tercera jornada de discusiones, parecería que el debate quedó en punto muerto. "Hay mucha voluntad (…) pero es posible que no se obtenga ningún resultado hoy" domingo, advirtió la canciller alemana Angela Merkel, a su llegada a la sede del Consejo, y calificó la jornada de "decisiva".

Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron, se mostró más optimista y aseguró que es "todavía posible" llegar a un acuerdo, pero adelantó que no se hará "a costa de la ambición europea". Y remarcó: "Nuestros países lo necesitan y la unidad de Europa lo necesita".

El primer ministro de Luxemburgo Xavier Bettel describió el escenario como complicado, tras explicar: "En los siete años que llevo en el cargo, rara vez me tocó ver unas posiciones tan diametralmente opuestas en tantos puntos". Según detalló, las principales diferencias están en el monto del fondo, cómo administrarlo y su relación con el Estado de derecho.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la parálisis de las economías producto del aislamiento social obligatorio, decretado en torno a la pandemia, la economía mundial podría contraerse un 4,9% en 2020, una caída que aumenta hasta el 10,2% en la zona euro y hasta el 9,4% en América Latina y el Caribe.

El primer ministro holandés Mark Rutte, que afronta en 2021 comicios legislativos en los que la extrema derecha amenaza con ganar terreno, aparece como el más duro, y exige también que el desembolso de las ayudas se acuerde por unanimidad de los 27.

Rutte busca aumentar la presión sobre los endeudados países del sur como España e Italia, los principales receptores del fondo, para que reformen sus economías, trayendo de vuelta el fantasma de la ‘troika’ de la pasada crisis de la deuda.

Según establecía el plan inicial, los países que soliciten la ayuda debían presentar un plan de recuperación que tenga en cuenta las recomendaciones anuales de la Comisión y la transición ecológica y digital. En este sentido, los 27 deberían aprobar por mayoría el desembolso.

En un gesto al holandés, el belga Charles Michel propuso el sábado un "superfreno de emergencia" que los países podrán activar si dudan sobre el uso de fondos por sus socios. Los líderes o sus ministros de Finanzas lo debatirían entonces "sin demora".

Una fuente diplomática aseguró a AFP: "No creo que esta cumbre fracase por el dinero, sino por la oposición de Italia a la unanimidad de Rutte y por el apoyo de este último, y de la finlandesa Sanna Marin, a la propuesta sobre el Estado de derecho".

El sábado los líderes de la UE cerraron la reunión con la propuesta de Michel de vincular la concesión de fondos europeos al respeto del Estado de derecho. Este plan generó el rechazo de Polonia y Hungría.

"No sé cuál es la razón por la que el primer ministro holandés me odia", reclamó ante la prensa este domingo su par húngaro Viktor Orban, dando a entender que la propuesta de Michel no se resolvería en esta cumbre, ya que "necesita tiempo" de negociación.

El debate sobre el fondo se suma al del Marco Financiero Plurianual 2021-2027, el primer presupuesto de la UE sin el Reino Unido. Frente al cual los "frugales" abogan por reducir el monto de 1,074 billones de euros propuesto por el jefe del Consejo.

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