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“Somos prisioneros en nuestras casas”; les robaron y apelan a las redes para recuperar los bienes

Una familia del Barrio Ampare fue blanco de la inseguridad este lunes por la noche en San Luis. Los delincuentes forzaron una ventana y se llevaron notebooks, un televisor y cacerolas que comercializaban. Denunciaron que los ilícitos son “una constante”.

Una familia del Barrio Ampare fue blanco de la inseguridad.
Actualizada: 22/07/2020 10:34
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“Nos genera odio, es una violación a la intimidad, a los proyectos. Es retroceder”, expresó Marisel Daggati luego del robo que sufrió en su vivienda, en la capital puntana, durante la madrugada de este lunes.

En declaraciones a El Chorrillero, la vecina del Barrio Ampare relató que habían salido a pasear junto a su familiar y al regresar encontraron una de las ventanas forzada. Los delincuentes habían ingresado a la propiedad y sustrajeron diversos elementos.

Entre las pertenencias que se llevaron enumeró dos notebooks, un televisor, material de trabajo, una mochila y 10 cacerolas. Estas últimas estaban nuevas y en cajas debido a que Daggati es distribuidora de una empresa internacional. Explicó que cada olla tiene un valor entre $10 mil y $15 mil. Estimó que debido a la cantidad de las cosas robadas, los autores se habrían trasladado en vehículo.

La mujer contó que como “es habitual ningún vecino vio ni escuchó nada”.

“Es muy raro porque nuestra casa tiene un descampado al lado, podrían haber visto todo. Y tenemos perros que han hecho muchos ruidos seguramente”, afirmó.

La vivienda está ubicada en la manzana 487, sobre la calle Bernardo Houssay, pasando La Pampa. Precisó que la calle “no es de paso” y que “no tiene mucha circulación de vehículos”. A eso se suma que las luminarias públicas están quemadas.

“Hay un grupo de vecinos donde siempre dan a conocer que le roban a uno y a otro. Circula la Policía, veo móviles que van y vienen, al menos de día. De todas maneras, es una constante que estimo va a ir creciendo”, planteó en relación a la inseguridad que vive la zona.

Asimismo, expuso las contrariedades que deben atravesar tras el ilícito: “Tenemos que realizar la denuncia, presentar la documentación y estar atentos a cómo puedan llegar a ofrecer los elementos en publicaciones”.

Agregó que anoche acudieron efectivos de Criminalística para levantar huellas pero “no pudieron hacer más”. Ahora deben radicar la presentación en la seccional de la Terminal y ver si lograr recuperar alguna pertenencia.

En este sentido, sostuvo que como son distribuidores de las cacerolas conocen “quiénes las venden” y podrán saber si las están comercializando otras personas.

“Gracias a Dios no estábamos. Si se encontraba uno de nosotros no sabemos qué reacción habrían tenido. Por lo menos estamos bien”, expresó.

Al mismo tiempo, advirtió que deberán buscar otras maneras para tener mayor seguridad: “Somos prisioneros en nuestras casas, no podemos salir porque están al acecho”.

Finalmente, Daggati expresó su tristeza porque les llevará un largo tiempo reemplazar lo que perdieron.

“Amenazaron a mi hijo con autismo de matarlo”

El lunes hubo otro episodio de inseguridad que también trascendió por las redes.

“En la puerta donde vivo nos robaron tres chorros (…) con un arma y amenazaron a mi hijo con autismo de matarlo. Ésta es la Argentina que tenemos”, describió Marilyn Giraudo.

Pidió que quienes encuentren un DNI a nombre de Roberto Stagnitta se contacten por privado a su cuenta de Facebook. El teléfono se lo robaron.

“Le pegaron con el arma a mi marido y tiraron como seis tiros. Ahora en San Luis te pueden matar (…) no laburan y salen a matar. No les importa nada ni discapacidad”, continuó la mujer.

Al mismo tiempo transmitió que por el hecho quedó con un trauma: “No tengo el dinero para irme porque todo va a empeorar, hoy por un celular te matan. Nunca me imaginé un barrio tan inseguro (…) Tengo bronca, dolor porque a mi marido casi lo matan. Tiene un culatazo en el hombro y en la espalda, no le salió el tiro en la cabeza. San Luis otro país realmente”.

La crisis en la seguridad también se vive en Juana Koslay

Carlos Álvarez fue otra de las víctimas de los robos registrados en la provincia durante las últimas semanas.

Contó su triste experiencia a través de las redes sociales: “El jueves me entraron al patio de casa y se llevaron todas mis herramientas que compré durante 25 años, las mejores calidades y (en) perfecto estado”.

Añadió que hay una importante “cantidad de robos” y que no encuentran a los delincuentes. Fue en el Barrio Jóvenes Profesionales de Juana Koslay.

Álvarez puntualizó que el hecho ocurrió durante la mañana, mientras se encontraba trabajando. Consideró que fueron “profesionales”, ya que se llevaron determinadas cosas.

En declaraciones a Carolina Cable Color, detalló que las herramientas tenían un “alto costo” y que las adquirió con “mucho sacrificio”.

“Hay una ola de inseguridad tremenda. A principios de año ingresaron a la casa de mi vecina y al contiguo también le entraron al patio y llevaron la ropa. Son ladrones que trabajan muy rápidamente”, cuestionó.

Por otro lado, precisó que él cuenta con alarma dentro de la vivienda, pero que no se activó porque sólo sustrajeron los elementos del patio. A su vez, uno de los ladrones se olvidó una campera.

“Ahora tengo que hacer una inversión tremenda para vivir tranquilo. Pago los impuestos en esta provincia y creo que el gobernador (Alberto Rodríguez Saá) tendría que hacerse cargo también de la seguridad de nuestras casas”, subrayó.

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EN PORTADA EL CHORRILLERO

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