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Historias de San Luis | Nuestros cantores: Los de Usiyal

Por Nino Romero

Miguel Julio Mamy, popularmente conocido como “Coco”.
Actualizada: 26/07/2020 12:22
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Ha sido imposible conseguir una foto, pero con el tiempo seguramente alguna aparecerá al igual que alguna grabación en cinta abierta.

Es la historia de jóvenes de San Luis que tenían entre 15 y 17 años, y en la década del 60 lograron la consagración nacional con el canto popular argentino y se llamaron Los de Usiyal.

Ese nombre fue sugerencia del poeta y locutor puntano Miguel Ángel Lucero, para que se distinguieran de la avalancha de conjuntos salteños que se presentaron en el Tercer Festival de Cosquín en el año 1962.

Seguramente la denominación llama la atención, pero la sapiencia del compadre Carlos Fernández explica que hace muchos años existían en el sur sanluiseño dos viejas estaciones de trenes abandonadas: Chalanta y Usiyal.

Se le puso Usiyal a una de ellas por la abundante presencia de inmensos islotes de un yuyo al que los indios llamaban “usiyo” y le atribuían poderes curativos.

De ahí nace el nombre “Los de Usiyal”, que eligió acertadamente el destacado Miguel Ángel Lucero, para distinguir a nuestros cantores.

Estos recuerdos fueron compartidos por uno de los integrantes del conjunto, Miguel Julio Mamy, popularmente conocido como “Coco”, con la revista Fogón de Huella, y también lo hizo conmigo, en una charla telefónica que compartimos hace pocos días.

Todos los integrantes eran alumnos de la Escuela Normal “Juan Pascual Pringles” (ahora Mixta) y formaban parte del coro que dirigía el inolvidable maestro Augusto Müller.

Relata Coco Mamy que los adolescentes integrantes del conjunto esperaban la hora de la siesta para escuchar un popular programa folklórico que se emitía por Radio El Mundo.

La música argentina vivía momentos de gloria en esa época.

La juntada era generalmente en la casa de Pedro Funes con el Cachi Gatica, el Tortuga Moreno y los Ojeda o sea Cacho y Yuyú.

Las primeras actuaciones fueron en fiestas escolares, hasta que los hermanos Carlos Enrique y José Ignacio Ojeda deciden dar continuidad al conjunto convocando a José Pascual Pedernera (Pepe) y Carlos Magallanes, que posteriormente fue reemplazado por Coco Mamy.

El conjunto eligió el nombre de “Los Norteños” y como tales debutaron artísticamente en la sala de la Biblioteca del Banco de la Provincia de San Luis, ubicada en el primer piso de la calle Chacabuco entre Junín y Pringles, mano derecha de la circulación actual.

El lugar ya no existe como tal.

La invitación en esa oportunidad fue de la profesora Velia Elina Vílchez.

Y los caminos del éxito siguieron con actuaciones en toda la provincia. Se vino el triunfo en el concurso “Mundolandia Busca Una Estrella”, que llevó a los jóvenes a cantar en el estudio A de Radio El Mundo en un programa especial con la conducción de Antonio Carrizo y la dirección musical de Santos Lipesker.

Luego Los Norteños pasaron a ser Los de Usiyal, porque en el año 1962 se vino la actuación en el Tercer Festival de Cosquín junto a los conjuntos “Los Suyuqueños” y “Los Cantores de Retana”, que eran también grupos de San Luis, recuerda Coco Mamy.

También filmaron un cortometraje para la televisión italiana, la RAI, interpretando los temas Pastorcita de Amancay, Guitarra de Medianoche y Guitarrero.

Enfatiza nuestro relator:” solo teníamos 17 años, nunca tuvimos representantes, ni padrinos ni plata, solo nuestra vocación”.

Estaban en el mejor momento y fueron invitados a grabar para la compañía CBS Columbia y su director artístico, el cantor Hernán Figueroa Reyes les pidió una actualización del repertorio y radicarse en Buenos Aires, pagando los gastos con actuaciones en la famosa peña del conjunto “Los Huanca Huá”.

Concluye Coco contando que “no aceptamos y decidimos volver a San Luis a recibir nuestros títulos de Maestros Normales, Superiores y Bachilleres”.

Y se lamenta: “nunca más volvimos a cantar juntos salvo en una fiesta familiar, y fue como si nunca hubiéramos dejado de ensayar. Sonamos como la primera vez”.

ninoromero@gmail.com/info@elchorrillero.com

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