Las promesas de Tamayo: nuevas unidades, mejorar las frecuencias y contener a los trabajadores de Transpuntano
El jefe comunal de San Luis apenas ganó las elecciones aseguró que iba a trabajar para “fortalecer” el transporte urbano y llegar a todos los puntos de la ciudad. Hoy los puntanos padecen la falta de servicio.
En los siete meses que lleva Sergio Tamayo frente a la intendencia de San Luis, lo usuarios estuvieron sin servicio de Transpuntano durante 29 días. Actualmente, los trabajadores realizan una huelga porque no cobraron todo el sueldo de junio y el aguinaldo.
“Hay que recuperar la empresa, fortalecerla, estar a la altura de las circunstancias de lo que es una compañía que viene sosteniéndose”, sostuvo Tamayo en una conferencia de prensa el 12 de noviembre, dos días después de ganar las elecciones por el Frente Justicialista de Todos que también gobierno la provincia de la mano de Alberto Rodríguez Saá.
En ese momento, también habló sobre la reunión que tuvo con los dirigentes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en plena campaña: “Sigo con la misma postura de no privatizarla. Y todo lo que se habló con cada uno de los choferes, con (Iván) Piñeyro. Fue muy amable y linda. Todo está sostenido”.
Tamayo y dirigentes de la UTA.
Al mismo tiempo planteó un “muy mal” manejo “en cuanto a lo que es la parte económica” de parte de la gestión que saldría el 10 de diciembre.
“Los choferes que son los que sienten los problemas que ha tenido, hay que contenerlos, estar con ellos y escucharlos”, expresó en ese momento.
Seguidamente, un periodista le consultó si se había comprometido a adquirir nuevos coches, y respondió: “Totalmente. Hay que comprar unidades nuevas. Hay que empezar una nueva transición, una nueva logística en la ciudad de San Luis en cuanto a lo que son las frecuencias de cada una de las líneas”.
Como si fuera poco, subrayó que fortalecería la compañía en relación a los recorridos. “La ciudad está creciendo y necesita tener más móviles para poder desarrollar un circuito que sea compatible con cada una de las necesidades de cada punto cardinal de la ciudad”.
Al momento de asumir (10 de diciembre), la UTA llevaba adelante una medida de fuerza por el mismo reclamo. Ocho días más tarde recién intervino el flamante intendente para levantar el conflicto.
La demora fue adjudicada al hallazgo de una salida “pronta pero concreta”. “No sirve de nada que solucionemos algo hoy y dentro de 10 días tengamos un nuevo paro”, dijo en conferencia de prensa.
A su vez, decretó la suspensión de los boletos gratuitos para estudiantes y jubilados para “regularlo”, amparándose en una emergencia económica. Con la pandemia, no volvió a hacer alusión al beneficio.
Hoy, a ocho meses de esas manifestaciones y anuncios, Tamayo adeuda a 334 trabajadores parte de los sueldos de junio y el aguinaldo. El pago debía concretarse hasta el 6 de julio. La semana pasada y la anterior depositaron parte de los haberes.
Los vecinos de la ciudad sufren la falta del servicio desde hace 21 días y no hay avances para superar la crisis.
La Municipalidad dice que no tiene fondos para hacer frente a la deuda porque los subsidios no alcanzan y la recaudación cayó de forma brusca debido a las medidas sanitarias dispuestas por el Coid-19. A eso le agrega la deuda que dejó la intendencia de Enrique Ponce.
Tampoco el jefe comunal ha dado a conocer qué acciones o gestiones está realizando ante el Gobierno provincial y la Nación para obtener algún salvataje que permita atravesar la crisis financiera de la empresa.