Fara, un aval al oficialismo para aprobar las cuentas de inversión 2019
El diputado radical que siempre las rechazó, esta vez acompañó con su voto al Gobierno de Rodríguez Saá.
Alberto Fara fue uno de los 20 votos positivos con los cuales el albertismo logró el miércoles la aprobación de las Cuentas de Inversión.
En 2019 apenas pasado las elecciones generales, Fara renunció a la afiliación de la Unión Cívica Radical, partido por el cual fue electo en 2013. En 2017 fue reelecto en la lista del Frente Avanzar y Cambiemos (actual San Luis Unido) que integró junto a Mónica Domínguez y tienen mandato hasta 2021.
Al separarse de la oposición creó el monobloque “Raúl Alfonsín” desde el que flota. El apoyo a las cuestionadas Cuentas de Inversión es el segundo voto decisivo que ofrenda al Gobierno de Rodríguez Saá.
En diciembre, colaboró para que Rodríguez Saá consiguiera la presidencia en Diputados. También levantaron la mano Bartolomé Abdala y Mónica Domínguez, ambos del PRO, pero también aliados del albertismo.
Fara y Domínguez fueron electos por el departamento Junín, el distrito esquivo para Rodríguez Saá del cual forman parte Villa de Merlo y Santa Rosa del Conlara. En 2017 y 2021 el Frente opositor derrotó al PJ.
Fara siempre fue crítico sobre el manejo de los dineros públicos por parte del actual gobernador. El Chorrillero intentó contactar al dirigente por el cambio de posición, pero no fue posible.
Diputado Alberto Fara (Bloque Raúl Alfonsín). Foto Marcos Verdullo
Las Cuentas de Inversión arrojaron un déficit superior a los $ 5.400 millones. Desde la oposición se denunció públicamente “falta de transparencia” en la presentación que muestra como el presupuesto se convirtió en el botín electoral en la campaña de la reelección del actual gobernador.
Del balance se desprendió que Alberto Rodríguez Saá tuvo $90 millones de gastos reservados y que gastó en publicidad oficial $849 millones, de los $210 millones presupuestados.
En el recinto, Fara expuso que “normalmente” le tocó trabajar en las cuentas de inversión, y muchas veces “respondiendo a estructuras partidarias o por ahí a intereses de ciertos sectores políticos”. Lo cual, según consideró, provocó un “direccionamiento en cuanto al estudio de las cuentas de inversión”.
Destacó dos cosas para tener en cuenta: “los números y la política”.
También analizó que el Gobierno, “tal como lo reconoció” no puede cumplir con al 50% de los gastos de capital porque “no le da al tener de los gastos que tiene. Y agregó: “Nos atamos a una ley de imposible cumplimiento que se utiliza para hacer política”.
“No estoy de acuerdo con el gasto de vivienda, pero hay un problema, que nosotros no ganamos la elección el año pasado y no podemos ir a decirle, porque el que ganó decide en qué gasta”, detalló.
“Cuando entramos a la cuenta cada uno fija posiciones políticas y a nosotros nos ha tocado intereses de ciertos dirigentes. Al venir de pueblos chicos, nos han direccionado, más que responder a una intención de institucionalidad o de marco político ha respondido a interés personales y sectoriales, y nosotros quizás por desidia o por otra cuestión hemos sido participe de esa situación”, dijo.
También expresó que como oposición no se puede “salir a marcarle la cancha al Gobierno”, y que “se le puede decir en qué gastar la plata y que responda ante quienes lo votaron”.