“Se transfiere la capacidad de denuncia a la ciudadanía, es un estado de sospecha social mutua y los gobiernos se lavan las manos”

En declaraciones a El Chorrillero por CNN radio San Luis, el consultor y docente, Mario Riorda bocetó cómo se desarrolla hasta el momento el esquema comunicacional en relación al coronavirus, la prevención y cómo cada actor asume responsabilidades.

Uno de los temas abordados en la entrevista fue cómo trasmiten los mensajes los gobiernos en este contexto y la idea de “castigar a la persona”: “La estigmatización y la individualización no construye, es un elemento negativo”.

“No hay que individualizar, hay que colectivizar, hay que trabajar en conjunto. Las grandes campañas están montadas a título individual, cuando la ciencia recomienda todo lo contrario”, sostuvo.

Una de las inmediatas reacciones que se pueden percibir son las consecuencias no deseadas, por ejemplo, “hechos violentos donde la gente increpa al otro porque se contagio”: “Es el riesgo de un gobierno cuando no utiliza una estrategia”.

“Se genera un estado de violencia tan potente que transfiere la capacidad de denuncia a la ciudadanía, es un Estado de sospecha social mutua y los gobiernos se lavan las manos”, consideró.

Por otra parte, Riorda buceó por las actitudes personales, diferenció la “comunicación de riesgo” en una etapa de crisis y la salida de la pandemia.

Los principales tramos de la entrevista:

“La gran mayoría no son privilegiados, esta pandemia generó ciertas estigmatizaciones sociales, en un primer tiempo parecía una enfermedad de los ricos, que circulaba por aviones o las críticas que quedaron varados fuera del país hasta que empezó a verse la realidad”.

“Hubo un primer momento en esta comunicación de crisis bastante de comunicación de riesgo y la rutina gubernamental fue suspendida".

“La publicidad clásica gubernamental es un ejercicio cotidiano de los gobiernos publicitándose asi mismos, a sus líderes, haciendo, entregando, haciendo publicidad en gerundio, recorriendo y fue pospuesto. Pero de a poquito los gobiernos comienzan a salirse del modo crisis/emergencia y comienzan a evidenciarse ciertas tentaciones de querer mostrar cosas más allá de la propia pandemia”.

“El Gobierno nacional está montando una campaña en forma tardía pero buena, sobre el riesgo, sosteniendo la prevención. Previo a eso montó una publicidad donde contaba todo lo que había hecho, pero importa mucho más la comunicación de riesgo que apunta a generar un Estado de alarma frente una vulnerabilidad”

“La primera variable que celebra es la actuación temprana, los gobiernos en Argentina han actuado tempranamente pero ahora viene lo más difícil: trabajar sobre el riesgo, convivir y ayudar a la gente, discernir los riesgos sectoriales”.

“Los gobiernos tienen miedo al miedo y muchas veces con expresiones de sentido común, pero que no debería templar frente al miedo en tanto y cuanto sea un miedo preventivo”.

“Por otro lado que se genere un miedo que no sea tan estigmatizante respecto a la pandemia que literalmente excluya toda acción pedagógica, algo central”.

“Una cosa es tener un equipo con creatividad, capacidad frente a la prensa pero otra cosa es tener conocimiento en la comunicación de riesgo”.

“En los comités de crisis o similares, hay serios problemas de coordinación técnica y uno de ellos es la poca capacidad pedagógica de poder explicar en qué fase estamos, que es lo permitido, lo que no y sobre todo con idas y vueltas, marcha y contramarchas”.

“Podemos caer en dos rutinas básicas: por un lado la autocomplacencia, me doy cierto permitido y por otro lado la relajación, pierdo la capacidad de alarma y esto va generando todo tipos de conductas”.

“Convivir con el virus significa asumir patrones de riesgo y no que pase lo que pase y volver a la normalidad”.

“Si no se internaliza el riesgo y no se convierte en un acto cultural, siempre va a tener una característica impositiva”.

“La politización excesiva también baja la perfomance del riesgo o se torna menos efectivo. Esto es la grieta, por lo tanto, los sectores opositores, no hablo de Argentina, que se oponen a una voz oficial con fuerza, tienen a percibir menos el riesgo”.

“El virus al comienzo tenía un concepción de amenaza externa, incluso un discurso bélico, estigmatizando con los chinos que generó el avance de la popularidad de la imagen positiva de muchos líderes, luego comienza a producirse lo que se llama la ira interna, donde cada hecho sin el estado de alarma, baja la popularidad”.

“La estigmatización social es más efectiva que miedos grandes. Una cosa es la estigmatización frente a la inconducta y la otra es por ser portador del virus”.

“Es importante que calibre la estrategia, en ocasiones los gobierno delega en los actos punitivos en los pares”.

“Se genera un estado de violencia tan potente que transfiere la capacidad de denuncia a la ciudadanía, es un Estado de sospecha social mutua y los gobiernos se lavan las manos”.

“Es un elemento negativo porque no construye. Más del 70% tiene conductas cooperativas, solidarios, siempre hay una porción con conducta competitiva, egoístas”.