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Un año atrás, la casa que se derrumbó en San Luis era blanco del vandalismo

En julio del año pasado, la planta baja estaba deshabitada y los dueños buscaban refaccionarla para ponerla en alquiler.

Actualizada: 06/08/2020 22:54
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El anterior invierno, la vivienda de dos pisos que se encontraba en la esquina de Aristóbulo del Valle y San Juan fue noticia cuando el dueño, Oscar Gitto denunció un robo. En diálogo con El Chorrillero advirtió la poca presencia policial y el “cansancio” ante los constantes ilícitos; además de la preocupación porque arriba vivía su madre.

Un año atrás, la casa de Aristóbulo del Valle y San Juan.

Por esos días, el salón que siempre se usó como local comercial era el refugio de extraños que por las noches se metían a dormir, a prender fuego para calefaccionarse y sustraer los elementos que encontraban. La última vez se llevaron hasta un inodoro.

Los robos fueron denunciados el año pasado.

El 16 de julio, este medio visitó la casa y comprobó los rastros que dejaban esos visitantes nocturnos, que forzando persianas y puertas lograban entrar. “Esto es algo de todos los días, nos tienen cansados estos chicos. Esto te hunde, porque hoy es una cosa y mañana otra”, dijo Gitto en la entrevista.

La puerta rota, tras un robo.

Contó además que la intención era hacer refacciones para que allí funcione algún comercio. Pero que los hechos de vandalismo siempre atrasaban todo. Porque supo trabajar ahí un taller mecánico, es que conservaba por entonces una fosa, y las paredes tenían cerámicos. Pero en el inicio hubo una tradicional panadería familiar.

La fosa que quedó después de funcionar un taller mecánico.

Cuando este martes la construcción se desplomó, Gitto les contó a los periodistas que había alquilado el local y que los inquilinos estaban haciendo tareas de albañilería cuando todo sucedió. Iba a funcionar allí una concesionaria de autos, por eso se hicieron refacciones y pintura.

Su madre, Nélida Romero de Gitto, fue una de las víctimas fatales de un derrumbe sin precedentes en la capital. Javier Rodríguez, de 20 años también falleció. Hacía sus tareas de albañil cuando los muros se le vinieron encima.

La casa, un año atrás.

No hay un informe oficial que explique qué fue lo que pasó. Se sabe que casi la totalidad de la edificación cedió, y lo poco que quedó en pie corre peligro de colapso. Ante esto es que solicitaron hacer demoliciones urgentes de algunos sectores.

La caída de las paredes provocó daños en construcciones vecinas que están siendo analizadas porque corren riego también.

La casa, un año atrás.

Por más de 6 horas trabajaron 10 dotaciones de bomberos y todos los organismos provinciales y de la Municipalidad. Dos personas fueron rescatadas con vida y ahora se recuperan en el Hospital.

El ingeniero civil, Gabriel Gutiérrez fue designado perito en la investigación. “Hay posterías que están totalmente fisuradas, que si llega a haber viento fuerte podría haber caídas y más daños, no hay gente viviendo, pero si llega a caer hacia la vía pública y viene alguien caminando puede dañar”, dijo en declaraciones a El Chorrillero, para referirse a los sectores colindantes del derrumbe.

El día del derrumbe.

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