Monseñor Barba: "San Cayetano nos enseña a confiar en la providencia de Dios para que nada nos falte”
El obispo de San Luis presidió la única celebración por el Día del Santo que se realizó en la provincia, y lo hizo de manera online desde la Parroquia San Cayetano en la ciudad villamercedina. Pidió por aquellos que "por no poder trabajar” se les hace difícil conseguir el sustento: "Que a los pobre de todo el país no les falte en la mesa el pan de cada día".
En medio de la pandemia, la Iglesia de San Luis tuvo en cuenta las medidas sanitarias y por eso la celebración central se hizo sin público en Villa Mercedes. Hubo una transmisión que se replicó por los medios del Gobierno y páginas de facebook del Obispado y de los diferentes templos. Monseñor Gabriel Barba hizo la tradicional bendición de los panes.
"Les agradecemos que no estén aquí, es muy raro; nos parte el corazón decirles que no vengan, nos duele mucho como a ustedes no poder venir, pero sin embargo el no venir es un signo del amor, es un signo del respeto al otro", dijo el obispo en el inicio de la misa que celebró en compañía de algunos sacerdotes.
"Es porque nos queremos cuidar, porque queremos que el 7 de agosto del año que viene seamos muchos, o mejor dicho estemos todos y no falte ninguno, esta es una manera de lograrlo", destacó en la celebración que se pudo seguir en vivo desde las 15.
Monseñor Gabriel Barba preside la única celebración por el Día del Santo en la provincia.
En la homilía, Barba destacó a San Cayetano como “el Santo de la providencia de Dios”. Y para explicar esas palabras dijo: “Quien es libre, quien confía en Dios, quien se abandona a la providencia de Dios nada le faltará”.
Afirmó que “Dios sabe exactamente lo que necesitamos", y que eso se traduce “en el crecimiento” de la fe.
“Para poder abandonarnos en la providencia divina hay que poder despojarse y hay que creer”, continúo. Así remarcó que San Cayetano “era de una familia con mucho dinero”, y que renunció a “esa seguridad” para dedicarse al servicio de los demás.
Expresó que fue un hombre bautizado a quien Dios le dio una vocación particular: “Lo importantes es descubrir qué es lo que Dios quiere de nosotros y ponerlo al servicio. Él aprendió a renunciar, descubrió este llamado, no solamente para ser sacerdote sino para velar por los curas en un tiempo muy difícil de la Iglesia”.
“Cuando la Iglesia se partió a través de la reforma, se separó un gran grupo de fieles y este Santo se comprometió en la edificación de la Iglesia desde adentro, construyendo y purificando. Tuvo una mirada muy profunda hacia los más pobres y necesitados”, indicó.
También mencionó que tuvo "la imaginación de fundar bancos de préstamos de dinero para que las personas con su propio esfuerzo puedan salir adelante".
“Fue consejero de los papas y fue aquel que se despojó de todo para la verdad y la libertad de los hijos de Dios”, agregó.
“Que Dios los bendiga con su providencia para nuestra necesidades, con pan y con trabajo”, dijo Barba.
Pidió además por aquellos que se le está haciendo “más duro por no poder trabajar”, y que Dios otorgue la fortaleza para “perseverar y que con su providencia no falte la salud y la unidad de las familias”.
"Que en todo nuestro país, los más pobres tengan también en su mesa el pan de cada día", agregó.
Durante la misa se recordó a Nélida Romero de Gitto y a Javier Rodríguez, las dos víctimas fatales del derrumbe en Aristóbulo del Valle y San Juan.