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Juicio contra la libertad de expresión: en un clima de preocupación dan el veredicto al periodista Diego Masci

La audiencia fue convocada para las 9 en el Poder Judicial y está previsto que solo se lea la sentencia. El director de Zbol fue llevado al banquillo de los acusados por publicar un video donde la ex ministra de Educación, Natalia Spinuzza reconocía que había consumido drogas y alcohol.

El periodista Diego Masci está acusado de violar la intimidad de la actual secretaria de Medio Ambiente.
Actualizada: 12/08/2020 22:32
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Diez días después del desarrollo de un juicio que duró solo una mañana, la jueza de Sentencias Laura Molino dará su veredicto. Para ello, las partes fueron convocadas a una audiencia programada para las 9 que será transmitida vía streaming.

El periodista Diego Masci está acusado de violar la intimidad de la actual secretaria de Medio Ambiente, al publicar una filmación que ella misma compartió en las redes sociales. Después se iniciaron acciones legales en un proceso que tuvo como testigos de la funcionaria al gobernador Alberto Rodríguez Saá, la ministra de Salud, Silvia Sosa Araujo y a la ex ministra de Educación y actual jefa del Programa Asistencia Inmediata a Mujeres y Diversidades, Paulina Calderón.

El video que Spinuzza grabado en Holanda lo envía por WhatsApp a un grupo de amistades. Fue el impacto del contenido lo que causó una casi inmediata viralización. La ministra, que en ese momento tenía a cargos el sistema educativo de la provincia, relataba cómo unos minutos antes había fumado marihuana y consumido alcohol en un barrio muy conocido de Amsterdam.

Zbol fue el primer medio que lo publicó, pero ya se circulaba en las redes sociales. De la noticia se hicieron eco la mayoría de los medios provinciales y también nacionales. Se escucharon cuestionamientos de diferentes sectores, y también un apoyo público e incondicional de Rodríguez Saá a la funcionaria.

El mandatario en el acto que defendió a Spinuzza trató de “canalla” al periodista.

El juicio se desarrolló el pasado 3 de agosto en medio de un fuerte repudio al considerarse que ese proceso judicial atentaba contra la libertad de expresión. También hubo solidaridad y pronunciamientos de partidos políticos y dirigentes a nivel provincial y nacional.

“Una condena, cualquiera sea, significará un duro revés a la libertad de expresión en Argentina”. Fue el pronunciamiento que hizo el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) un día antes del debate. Y alarmó que este hecho podía significar “un pésimo antecedente para la libertad de expresión en la Argentina”.

Ese día, Masci asistió junto a su abogado, Ricardo Endeiza y ambos se sentaron frente a la jueza Molino. Spinuzza en cambio, lo hizo de modo online y solo asistió su defensor, Omar Uría.

Endeiza consideró que el proceso “no tenía razón de ser”, que la causa debía ser archivada porque carece “de sustento fáctico alguno”, y por eso pidió la absolución. Basó su alegato en declaraciones y antecedentes internacionales y nacionales en defensa y resguardo de la libertad de expresión.

No dudó en decir que se estaba “ante un intento de acallar el ejercicio de la libertad de prensa”. También que desde el inicio hubo una “afectación absolutamente anticonstitucional de la garantía de juicio” hacia su defendido.

“La sanción civil puede ser tan o más intimidante e inhibidor al ejercicio de la libertad de expresión que una sanción penal, ya que tiene la potencialidad de comprometer la vida personal y familiar de quien denuncia a un funcionario público”, también analizó en otros aspectos.

Consideró que el error de la querellante “fue sacar algo de su intimidad, de su vida privada”. Y planteó: “¿Se puede seguir insistiendo que mi defendido hizo público el video? Entendemos que no porque es materialmente imposible que se haya cometido el delito, cuando era algo ya difundido”.

También fundamentó que “ya no se puede decir que Whatsapp, es una simple aplicación”, sino una red social importante donde se comparte y circula información de manera constante.

Para Uría en cambio, hacer creer eso es un error conceptual “bastante serio”. Y se basó en que la libertad de prensa “no es absoluta”, que por ello tiene “sus limitaciones cuando empieza el derecho del otro”.

Dijo que el video “era algo que no estaba destinado a ser público”, y que se trataba de un “acto netamente privado”.

“En ese momento mi cliente estaba de licencia, de luna de miel en otro país junto a su esposo sin tener nada que ver la función pública. Además, no se hizo apología de la droga, del alcoholismo, sino que, por el contrario está diciendo algo malo”, eligió decir para cerrar su alegato.

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