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Jornada negra para libertad de expresión en San Luis: la Justicia condenó penalmente al periodista Diego Masci

La jueza Laura Molino condenó hoy al director del portal Zbol.com.ar en un fallo que sienta un preocupante precedente para el periodismo. La sentencia será apelada.

Actualizada: 13/08/2020 15:20
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La Justicia declaró penalmente responsable al periodista Diego Masci por violación de la intimidad al publicar un video en el que la ex ministra de Educación y actual secretaria de Medio Ambiente del Gobierno provincial, Natalia Spinuzza reconocía que había consumido droga y alcohol durante un viaje a Amsterdam, Holanda.

De antemano, organizaciones que custodian el ejercicio de la profesión y velan por la vigencia de la libertad de expresión y la libertad de prensa, habían manifestado su preocupación por el grave precedente que se aprestaba a sentar la Justicia de San Luis.

La jueza de Sentencia, Laura Molino consideró autor material y penalmente responsable del delito “violación de intimidad” (art. 155 del Código Penal), por la publicación indebida de una comunicación electrónica” al periodista por haber reproducido el video. Y resolvió que debe pagar $90 mil además de hacerse cargo de las costas del proceso.

Además estableció que una vez que esté firme la sentencia, se libre oficio a Google para que disponga remover de Youtube el video y se desindexe a Spinuzza de los eventuales enlaces que puedan exhibir la grabación.

“Absolutamente es una sentencia descalificable, y vamos a encargarnos de hacerlo así. Está basada solo en el capricho, en la voluntad vacía, en la ocurrencia de un juez y no en los elementos de la causa”, sostuvo el representante legal de Masci, Ricardo Endeiza frente a los periodistas a la salida de Tribunales.

“Tristemente entramos con la esperanza de que algo hubiera cambiado”, dijo para apelar a continuación a Gabriel García Márquez tomando el título de una de sus obras y graficar lo que había ocurrido: “es la `crónica de una sentencia anunciada`”.

Endeiza advirtió que desde el inicio de la lectura de la sentencia hubo de parte del Tribunal “una actitud totalmente contraria, manifestando mucha molestia para nuestra parte con una aclaración previa que no estaba establecida en los códigos de ritos, no está establecido en ningún lado”.

“Evidentemente no se ha aplicado un criterio jurídico y tampoco respetado principios elementales de los ciudadanos por cuanto la presunción de inocencia ha sido arrasada por una jueza que ha jurado por la Constitución, que debe respetar los tratados internacionales. Se ha encargado de mostrar cómo la libertad de expresión de los periodistas, y de los ciudadanos de recibir información veraz y completa en San Luis es una entelequia, es una quimera”, afirmó Endeiza en las primeras declaraciones.

Apenas se conoció la sentencia anunciaron que será apelada.

Según adelantó, se llegará a la Corte Suprema de Justicia y la Corte Interamericana de Derechos Humanos de ser necesario.

Endeiza no dudó que en esas instancias “nos van a dar la razón porque tenemos razón”.

“Acá hubo un arrasamiento de los derechos constitucionales. Como ya lo dijo la Corte hablando de San Luis en el caso de la doble intendencia, en San Luis seguimos discutiendo y justificando cosas que hace 200 años el mundo común, no el feudo, ya tiene resueltas”, señaló.

“Quedó en evidencia que acá alguna jueza pronta a retirarse elaboró todo en base a lo que le dictaron desde Terrazas del Portezuelo, el gobernador del Provincia, y que la secretaria del juzgado se limitó a leer acá antes nosotros; esa es una sentencia totalmente arbitraria”, aseveró Endeiza cuestionando a Alberto Rodríguez Saá y a la actual presidenta del Superior Tribunal de Justicia, Lilia Novillo, cuya renuncia fue aceptada a partir del 31 de diciembre.

“La sentencia se preocupó en nombrar más de una decena de veces el testimonio de Alberto José Rodríguez Saá, casi como una cuestión de satisfacción, como quien cumplía un deber para el mandatario, más que otra cosa y en cuestiones triviales”, reprochó Endeiza, y manifestó: “Se ha escrito otra página más de esta triste historia que tenemos en San Luis de arrasamiento de los derechos constitucionales en un feudo de sometimiento absoluto del Poder Judicial a los caprichos, voluntad o intereses de Rodríguez Saá y sus acólitos y séquitos a quien él le interesa beneficiar”.

“¿A usted la parece que hay independencia de poderes?, ¿a usted le parece que Lilia Novillo es independiente? no hay independencia de poderes en la provincia de san Luis”, reiteró.

“Se va a hacer Justicia con mayúscula”, añadió.

“Hoy que la prensa de San Luis tiene una mordaza, tiene la maldita cinta que está en el tapaboca. Lamentablemente más allá del lugar en que cada uno está ejerciendo su profesión, el medio que lo esté haciendo y la libertad o condicionalidad, el antecedente nos queda a todos los periodistas”, manifestó Masci este mediodía en un contacto con su colegas.

Según la magistrada, el periodista “no publicó el video de María Natalia Spinuzza entendiendo de forma errónea que con ello trataba de proteger un interés público, puesto que del propio contenido del video se extrae que de modo alguno la conducta de la querellante se encontraba relacionada con el ejercicio de sus funciones, por lo que descarta el interés público que podía existir respecto de la publicación”.

Molino citó además un pasaje del Código de Ética del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA). Esa organización desde un primer momento manifestó su apoyo a Diego Masci con declaraciones que se hicieron públicas antes del inicio del debate oral y la segunda ayer.

En el último pronunciamiento, FOPEA manifestó que el proceso “forma parte de una persecución política y que todo el periodismo crítico está sentado en el banquillo de los acusados”.

Valoró que en una eventual condena “la provincia de San Luis se colocará de inmediato en el mapa de los autoritarismos de América Latina”.

“No solo materializará un grave ataque a la libertad de expresión, sino que sentará un oscuro precedente para el periodismo argentino”, había asegurado antes de lo que pasó hoy.

La sentencia

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