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La muerte de Florencia Morales en una comisaría: “El informe es incompleto y tal vez hasta confuso”

La médica perito, Vanina Elizondo habló de la segunda autopsia sobre la mujer que fue hallada sin vida en una dependencia policial de Santa Rosa del Conlara, en plena cuarentena. Expuso que el cuerpo presentaba más de 10 moretones y advirtió errores en la primera necropsia. Reveló que faltaban dos músculos y una arteria del cuello.

La médica Vanina Elizondo dio detalles del último procedimiento sobre el cuerpo de Morales.
Actualizada: 22/08/2020 13:09
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Las conclusiones que dio a conocer la Justicia de San Luis sobre la reautopsia del cuerpo de Florencia Morales sorprendió a los abogados y a la médica legista, Vanina Elizondo, quien interviene en la causa.

Vanina Elizondo.

El jueves, el área de Prensa del Poder Judicial difundió solo dos aspectos del procedimiento. Afirmaron que no se detectaron lesiones en las zonas del cráneo ni genital.

En diálogo con El Chorrillero por CNN Radio San Luis, Elizondo dio detalles y advirtió la importancia de contar con todos los estudios para poder realizar conclusiones sobre lo que ocurrió el 5 de abril pasado.

“Es un parte que tiene dos aspectos. En relación al cráneo es correcto y sobre los genitales que es incompleto y tal vez hasta confuso. El informe de los tres forenses habla que no hay evidencia macroscópica, no dice que no haya microscópica”, planteó la médica.

Al mismo tiempo, puntualizó que debido a los cuatro meses transcurridos del deceso y “por el estado de putrefacción de los tejidos se pierde la primera capa”. Por lo mismo consideró que “las lesiones superficiales, tampoco se puede constatar microscópicamente porque desaparecen”.

Ratificó las actuaciones que se realizaron el martes de la semana pasada sobre las cuales mostró su conformidad con todo lo que se hizo y destacó que “se aplicaron todos los métodos”.

“El de la propia provincia, que surge del acuerdo 217 para autopsias, es muy completo, un acuerdo legal, se debe aplicar. Y luego se empleó el protocolo de Minnesota, que se aplica en muertes sospechadas de ilicitud”, precisó.

Uno de los principales puntos que abordó la médica legista fue que en el primer informe “no se describieron la cantidad de moretones que tenía”.

“Cuando se hizo la segunda se encontraron que algunas de esas lesiones no descriptas ni mencionadas fueron hechas en vida, y otras post mortem o que la primera piel se llevó la marca. Ahí perdemos información”, afirmó.

Señaló que los hematomas eran más de 10 y estaban ubicados en los miembros superiores e inferiores, como así también en la pelvis.

“No sólo no es habitual hallarlos por una aprehensión, sino que aparecieron luego de que fue detenida. Lo podemos afirmar porque la médica que la vio en la guardia, habló específicamente porque le encuentra uno en el cuello tipo chupón. Ante esa situación la desviste. La ve de cuerpo entero y no ve ninguna lesión”, sostuvo.

Elizondo se detuvo al hablar del cuello, donde a su criterio era fundamental que se investigara porque “es el punto álgido de esta situación”. Advirtió que para la primera necropsia la apertura de la zona fue “errada” y esto produjo que “se modifique la evidencia”.

Al mismo tiempo dijo que el martes pasado se encontraron con que en la zona faltaban dos músculos y una arteria que eran importantes porque “dan información de lo que pasó”.

“Esas estructuras son existentes y no estaban”, señaló.

“Aparecían en la foto, pero no en el cuerpo. Una de las carótidas no estaba y son las que nos dan datos microscópicos. Son cuestiones complejas y graves (…) Todavía no se hicieron las preguntas sobre este faltante”, aseveró.

Asimismo, mencionó que “no enviaron las muestras que todo protocolo provincial, nacional e internacional pide para los estudios de anatomía patológica, para que se sepa la data, la profundidad y el mecanismo”. Esto último teniendo en cuenta que la causal de muerte fue adjudicada a una asfixia por ahorcadura.

“No se sacó muestra de la piel del cuello, no se sacó del laríngeo. Sí de pulmón que todavía está en el frasco en el juzgado de Instrucción, todavía no se elevó”, cuestionó.

Otra irregularidad que detectó la médica fue que en el informe del forense Gustavo Lafourcade Durán se refirió que el hueso hioides estaba “fracturado”. Aclaró que en la reautopsia lo encontraron “entero” y “se sacó, hizo radiografía, se lo tocó, disecó y estaba perfecto”.

“Nos faltan un montón de datos que aunados nos van a llevar a la conclusión. En mi informe describo esto y me abstengo de los resultados hasta tanto y en cuanto no se realice anatomía patológica. Sino incurrimos en lo que ya hicieron”, manifestó.

Finalmente, calificó como “un error médico” el hecho de encuadrarse en un diagnóstico: “Para eso existe un protocolo, para que no se le escape nada. Porque está encasillado en un lugar se olvida del resto”.

“Mi tarea fundamental en esta etapa es hacer valer todos los elementos legales que el cuerpo de Florencia nos aporta. Ahora mi accionar médico legal correcto es buscarlos todos, después vendrá la etapa de la conclusión. La actividad no es desconexa de las otras. Es importante tener todos los datos”, explicó.  

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