Una ciudad finlandesa ofrece premios para que los habitantes se vuelvan ecológicos
Los habitantes de una ciudad de Finlandia pueden ganar recompensas, como billetes de autobús o productos alimentarios, si reducen el uso de los automóviles, gracias a una iniciativa para fomentar estilos de vida con bajas emisiones de carbono.
Bautizada “CitiCap”, la iniciativa -financiada por la Unión Europea- ofrece a los habitantes rastrear sus emisiones de carbono durante los desplazamientos gracias a una aplicación que detecta si circulan en coche, en transporte público, a pie o en bicicleta.
Los ciudadanos voluntarios que consuman menos de la “cuota de carbono” asignada por semana reciben “euros virtuales”, que pueden cambiar por entradas para la piscina, billetes de autobús y, los más golosos, por una porción de pastel y un café en un establecimiento de la ciudad.
“Lahti es todavía una ciudad muy dependiente del automóvil, nuestro objetivo es que para 2030, más del 50% de todos los desplazamientos se hagan mediante formas de transporte sostenibles”, explicó a la AFP la responsable del proyecto, Anna Huttunen.
Actualmente, el 44% de los desplazamientos en la ciudad se considera “sostenible”.
El objetivo a largo plazo del proyecto es desarrollar un nuevo método para incentivar comportamientos más ecológicos, usando sobre todo un sistema de “comercio personal de derechos de emisión de carbono” que otras ciudades pueden imitar, explican los fundadores.
El concepto se basa en el sistema europeo de comercio de derechos de emisión de carbono, por el que las empresas y los gobiernos reciben créditos de carbono. Si superan la cuota pagan y si emiten menos de lo acordado pueden vender el excedente.
“CitiCap ha suscitado mucho interés en todo el mundo, no solo en Europa, sino también en Estados Unidos y Canadá”, sostiene Huttunen.
21 kg de CO2 equivalente por semana
La aplicación CitiCap otorga a cada participante un “presupuesto” semanal de carbono basado en su situación personal.
Una persona promedio en Lahti, una ciudad de 120.000 habitantes, “emite 21 kilogramos de CO2 equivalente por semana”, según Ville Uusitalo, a cargo de la investigación del proyecto.
La aplicación desafía a los usuarios a reducir sus emisiones en una cuarta parte, lo que equivale a sustituir 20 km de conducción en coche por el equivalente en transporte público o bicicleta.
Queda por ver si unas recompensas más significativas alentarían a más ciudadanos a dejar el coche.
“Es posible ganar hasta dos euros (por semana) si las emisiones vinculadas a viajes son realmente bajas”, explica Uusitalo.
“Pero este otoño tenemos la intención de multiplicar por diez el precio”, prosigue.
Capital verde europea
Como el semiconfinamiento impuesto en Finlandia ha reducido drásticamente los viajes en coche, los creadores del proyecto aún no han podido evaluar los efectos de su aplicación en la ciudad.
Pero, dicen, seguirán recopilando datos el próximo año, cuando Lahti se convierta en la “Capital Verde Europea”.
Hasta el momento, 2.000 personas han descargado la aplicación, con hasta 200 usuarios activos simultáneamente.
“A la gente le parece muy interesante ver sus propias emisiones”, según la responsable del proyecto.
Mirkka Ruohonen, una empleada municipal de Lahti, utiliza la aplicación desde hace siete meses. Le ha sorprendido ver los efectos de sus propios desplazamientos en el medio ambiente.
Últimamente, dice, “fui a pasar un fin de semana de senderismo, caminamos 15 kilómetros, pero tuve que conducir 100 km en coche” para llegar al sendero.
“Después revisé la aplicación y pensé: ‘¿Fue algo positivo?’ Tal vez para mí, pero no para el medio ambiente!’”, exclama.
La finlandesa dice que no le molestan las consecuencias para la vida privada de una aplicación de este tipo, que registra el más mínimo movimiento.
“Creo que todas las aplicaciones que utilizo recopilan información”, afirma.
Según Anna Huttunen, la aplicación cumple con la normativa de datos personales de la Unión Europea y otros organismos no podrán analizar los datos.
En el futuro los creadores de CitiCap esperan poder ayudar a las personas a gestionar las emisiones relacionadas con el consumo.
“La movilidad es solo una parte de nuestra huella de carbono”, recuerda Uusitalo.