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La autopsia al cuerpo de Ludmila muestra evidentes indicios de abuso sexual

Los forenses creen, por las heridas que presenta el cadáver en la pelvis, que el agresor violó a la chica, pero todavía no lo confirmaron de manera fehaciente. El fiscal espera la ampliación del informe de los especialistas. Se sospecha que Cristian Jerez mató a la víctima para que no lo denunciara.

El único detenido en el expediente se negó a prestar declaración indagatoria.
Actualizada: 09/09/2020 12:49
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Funcionarios de la Justicia creen, basándose en los primeros datos de la autopsia, que Ludmila Pretti, la niña de 14 años que apareció estrangulada el domingo pasado en la localidad bonaerense de Francisco Alvarez, en el partido de Moreno, fue violada y se presume que el principal sospechoso del asesinato, Cristian Adrián Jerez, dio muerte a la víctima para impedir que lo denunciara.

La hipótesis del abuso se sustenta, entre otros puntos, en que la chica tenía una lesión en la fosa ilíaca izquierda, a la altura de la pelvis, la cual sería compatible con una compresión manual que el atacante habría ejecutado con la mano derecha.

Calificados voceros de los tribunales de Moreno – General Rodríguez aseguraron a cronica.com.ar que el doctor Federico Martín Soñora, fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción N° 4, espera la ampliación de las pericias al cadáver de la inocente víctima de 14 años, aunque los primeros indicios de los forenses hacen referencia a un abuso vía vaginal, antes de que la chica perdiera la vida. Los datos muestran que se produjo un ataque sexual en perjuicio de la menor, aunque todavía no está confirmada la violación.

Mientras tanto, el único detenido en el expediente se negó a prestar declaración indagatoria.

En tal sentido, los funcionarios de la Justicia estiman que Jerez, de 19 años, asesinó a la menor por miedo a que lo denunciara por haberla ultrajado dentro de la casa que alquilaba, en Diario La Nación al 4000, en el barrio denominado Villa Escobar, en ese distrito, en el oeste del Gran Buenos Aires.

Por este motivo se estima hasta el momento que el sujeto concretó un delito de “Homicidio agravado por alevosía”, hasta que médicos confirmen de manera fehaciente el abuso sexual con acceso carnal.

Según agregaron los informantes, Ludmila tenía una visible lesión equimótica en la fosa ilíaca izquierda, a la altura de la pelvis. Esta marca hace referencia a la equimosis, que es una mancha que se genera por un derrame interno bajo la piel. Los forenses dicen que es una lesión intersa de características menores, que ocurre habitualmente por un golpe, una contusión o una compresión, lo que indicaría que la chica habría sido sujetada de esta parte de su cuerpo mientras se encontraba todavía con vida.

A su vez, la occisa tenía una escoriación en el lateral izquierdo del cuello y cianosis (color blanco o violáceo) en los labios. La cianosis es muy común en personas estranguladas o ahorcadas, porque se origina como consecuencia de una mala oxigenación de la sangre debido a un problema respiratorio.

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