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Tras el crimen del policía en Palermo, se reaviva el debate por las pistolas Taser

Desde el Gobierno indicaron que la implementación de las armas eléctricas “no está en estudio”. Opiniones enfrentadas y una discusión que lleva diez años.

Opiniones enfrentadas y una discusión que lleva diez años.
Actualizada: 29/09/2020 20:29
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El asesinato del Inspector de la Policía Federal, Juan Pablo Roldán, reavivó el debate por la implementación de las pistolas Taser por parte de las fuerzas de seguridad. La discusión no es nueva en la Argentina: en 2010, la Ciudad de Buenos Aires intentó incorporarlas, pero organismos de Derechos Humanos se opusieron al argumentar que eran un “instrumento de tortura”. Desde entonces hay opiniones disímiles: ahora, mientras hay quienes sostienen que la muerte del oficial podría haberse evitado, desde Nación señalan que el uso de armas no letales “no está en estudio".

Una de las primeras en volver a colocar en el centro del debate público la discusión por las pistolas Taser y el accionar de los oficiales fue la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Tras conocerse la noticia de Roldán, la actual presidenta del PRO lamentó lo sucedido y sostuvo en su cuenta de Twitter: “La muerte se podría haber evitado si el policía sentía el respaldo para actuar”.

“Cuando el policía defiende a la sociedad termina en una posición defensiva y generando el menor daño posible porque sino el daño lo tiene él”, afirmó la referente opositora en diálogo con Radio Rivadavia. Al referirse a la utilización de pistolas eléctricas, medida que fue reglamentada durante su gestión, Bullrich afirmó que “la discusión sobre las Taser es ridícula y atrasa”.

Con un planteo similar, el secretario de Justicia y Seguridad porteño Marcelo D’Alessandro pidió este martes que se les otorgue a las fuerzas de seguridad las “herramientas necesarias” para afrontar determinadas situaciones e hizo hincapié en la pertinencia del uso de las pistolas Taser.

"Todavía seguimos discutiendo si una Taser nos hace recordar a la peor época de nuestro país, la dictadura, o si es una herramienta que les tenemos que dar a los hombres y mujeres de nuestras fuerzas de seguridad para terminar con este tipo de situaciones”, cuestionó en diálogo con TN. “Si Roldán le hubiera pegado dos tiros y terminaba con la vida de esa persona, hoy estaba preso. Él tenía su físico o un arma, no una herramienta intermedia”, agregó.

Una cuestión “ideológica”

En el mismo sentido que Bullrich se manifestó este martes el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni: “No podemos estar discutiendo en el año 2020 si ‘Taser sí o Taser no’ por cuestiones ideológicas. Los que discuten estas cosas son gente que no está en la calle y que no le pasan estas cosas. Hay situaciones donde la ideología no se puede entrometer. El Estado tiene que rever muchas posturas y protocolos”.

De esta forma, el funcionario bonaerense se despegó de la postura de su par de Nación, Sabina Frederic, quien derogó en diciembre pasado la resolución que autorizaba el uso de las armas electrónicas no letales por parte de las Fuerzas Federales de Seguridad, que había impulsado Bullrich. Además, la actual jefa de la cartera de Seguridad afirmó que las 300 unidades compradas por la gestión de Cambiemos serían usadas “en toma de rehenes, algunos allanamientos, circunstancias extremas”.

Según el protocolo aprobado en mayo de 2019 y derogado meses más tarde, las pistolas Taser “sirven para inmovilizar, proceder a la detención e impedir la fuga de quien manifieste peligro inminente de lastimar a terceras personas o de autolesionarse”. “Reglamentaba su uso para que no quede al arbitrio de quien las utilizara y seguía las normas de la ONU para el uso de las fuerza por parte de los servidores públicos.”, indicó a TN.com.ar Fernando Soto, abogado penalista que se desempeñó en el Ministerio de Seguridad durante la gestión de Bullrich.

Este tipo de pistolas permiten realizar descargas eléctricas de 50 mil voltios y sus dardos -que tienen una velocidad de 175 km/h- pueden alcanzar a un sospechoso hasta casi 11 metros de distancia. Los efectos que generan son contracción de músculos, parálisis de piernas y brazos, aturdimiento, vértigo y hormigueo. De esta forma, el policía puede reducir al sospechoso de manera inmediata.

“Las Taser tienen una precisión que no tienen armas comunes. Además, poseen una geolocalización que indica dónde se disparó y las veces que se hizo. Incluso desprende una suerte de papel picado con la indicación del número de arma y quién la utilizó”, detalló Soto. Señaló que hay una lista larga de países “con distintas ideologías” en donde está aprobado su uso y sostuvo: “Si se quiere proteger las garantías de las personas, deberían propugnar estas pistolas más aún que las de fuego que usa la Policía, que disparan balas de plomo”.

Aseguró que “se dieron muchos pasos atrás en la política criminal de seguridad” durante la gestión de Frederic y analizó: "Los policías evitan intervenir porque están limitados en su actuación”. “El oficial asesinado, estando en el suelo disparó al piso. No se animó a tirar al cuerpo porque, en cuanto un policía dispara un arma y produce lesiones o muerte, se le hace un sumario, se secuestra el arma, se lo detiene y se le hace una causa penal. Aunque luego salga absuelto, en el medio ‘lo frizan’, no asciende”, planteó a este medio.

“No se entiende cómo esta ideología permite que se disparen balas de plomo y no una Taser que incapacita al agresor", cuestionó. “Los protocolos que están vigentes al derogar los que habíamos implementado tienen treinta años de antigüedad. Estos retrocesos van acompañados de una postura ideológica: se privilegia al que rompe la ley y se desprotege al que es víctima del delito”, afirmó.

El protocolo que derogó Sabina Frederic

La postura de Nación

El jefe de Gabinete Santiago Cafiero subrayó este martes que “no está en estudio” la posibilidad de que los uniformados de las Fuerzas Federales puedan utilizar pistolas eléctricas. “Seguimos con nuestra línea de seguridad. Ese (en referencia a las Taser) no es el debate: el debate es otro, es la violencia, la pérdida de una vida, una familia que se destruye”, analizó.

Sin embargo, indicó que las jurisdicciones “tienen autonomía” para definir si corresponde o no el uso de las Taser y remarcó: “Lo que nosotros tenemos es injerencia sobre las fuerzas federales. Las provincias y la Ciudad de Buenos Aires pueden definir ese tipo de cuestiones”

Por su parte, el secretario de Seguridad y Política Criminal Eduardo Villalba aseguró este martes que no se puede saber qué habría pasado si el policía asesinado hubiese estado armado con una pistola Taser y aclaró que el Gobierno anterior solo había adquirido 90 armas de ese tipo para 10.000 efectivos.

“Discutir sobre las Taser hoy es una entelequia porque nunca las tuvo la Policía. No es que nosotros llegamos al gobierno y le sacamos las Taser de la mano a los efectivos de la Policía Federal. Eso no es así”, afirmó el funcionario.

Respecto al tuit de Bullrich, en el que afirmó que la muerte de Roldán se hubiera evitado si el policía “sentía el respaldo para actuar”, Villalba respondió: “Hay que dejarse de caranchear por dos años. Yo le digo eso a la exministra y a cualquier político que se suba a esta discusión de esa manera”.

Una discusión de años

Tras el asesinato de Roldán, empezó a circular en las redes sociales un video en el que el expresidente Mauricio Macri defendió, 10 años atrás, el uso de estas pistolas. Fue en una entrevista con el periodista Ernesto Tenembaum en TN y, durante la discusión, puso como ejemplo la misma situación que se produjo este lunes en Palermo: el ataque a un policía con un cuchillo.

“Viene un tipo con un cuchillo y lo único que le queda (al oficial) es dispararle y matarlo. Con la Taser le da una descarga y queda neutralizado, el policía puede actuar”, sostuvo el entonces jefe de Gobierno porteño. “Lo más peligroso es cuando entrenás a un policía y le das armas que disparan balas: si él se equivoca no hay más oportunidad”, destacó.

Tenembaum lo cuestionó: “¿Cuántas peleas de un ladrón con cuchillo han ocurrido en los últimos diez años? Esa imagen no la tengo”. “Con que haya una, alcanza”, respondió el exmandatario.

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