La Argentina lleva 8 meses sin vuelos, récord en todo el mundo
Preocupación de IATA, la entidad internacional del transporte aerocomercial. Todavía no hay una fecha para que vuelvan los servicios regulares.
La pandemia del coronavirus ha impactado en todo el mundo y las consecuencias sanitarias y económicas son catastróficas. El aislamiento que comenzó a fines de marzo en la Argentina se mantiene en algunas actividades, especialmente en los servicios aéreos nacionales e internacionales. Por lo pronto, los vuelos regulares no han sido reestablecidos en sus cronogramas habituales y esto fue advertido con preocupación por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
“La Argentina lleva ocho meses con vuelos suspendidos. Es el período más largo en todo el mundo. Las aerolíneas necesitan certezas y le pedimos a las autoridades de la Argentina que sigan el ejemplo de otros países de la región, que ya reanudaron las operaciones”, destacó Peter Cerdá, vicepresidente regional de IATA en diálogo virtual con el periodismo especializado.
El cálculo de la cantidad de meses, toma en cuenta que la suspensión de los vuelos se realizó por decreto a mediados de marzo y que el Gobierno aun no confirmó una fecha para la reanudación. Según las sucesivas extensiones del decreto de aislamiento social, preventivo y obligatorio, la suspensión de los vuelos está vigente hasta el 12 de octubre y, por lo tanto, llegaría a los ocho meses.
“Se habla de que los vuelos volverán en octubre, pero las aerolíneas necesitan más tiempo e información. El Gobierno argentino acaba de implementar un impuesto del 35% para los pasajes internacionales, lo que es negativo para cualquier recuperación de la industria. No van a generar los ingresos que necesitan de una industria que está quebrada”, agregó Cerdá.
Con sólo mirar una de las tantas aplicaciones tecnológicas que muestran el movimiento de vuelos por el planeta, el mapa de nuestro territorio aparece vacío. Europa y América del Norte son la contracara: un enjambre de aviones surca los cielos.
A este panorama hay que sumarle que tampoco hay vuelos internos, de cabotaje. Los internacionales se habilitan para servicios de repatriación de pasajeros a sus países de origen. El cronograma se completa con vuelos especiales por trabajo o estudios. Las conexiones pueden ser, por ejemplo, a los Estados Unidos, Europa y Asia. Las ventas de pasajes están a cargo de la compañías y no se involucra más la Cancillería como lo hizo en los de repatriación al comienzo de la cuarentena. No hay restricciones para salir de la Argentina, lo que debe cumplirse es con las condiciones sanitarias exigidas por el país de destino. En cambio, no pueden entrar al país pasajeros extranjeros y no se ha comunicado ninguna política de control sanitario para quienes puedan venir a la Argentina.
Cerdá destacó que la asociación se comunicó con las autoridades argentinas para manifestar los riesgos de la decisión de recargar los precios de los pasajes de los vuelos internacionales con un 35% por adelanto de impuestos. “La industria no fue consultada sobre esta medida. Es un momento donde teníamos que generar más incentivos para los viajeros y no que paguen más. Esto provocará que más líneas aéreas salgan del mercado", agregó el directivo de IATA.
Muy poco para la rentabilidad de las aerolíneas y las consecuencias empiezan a notarse con crudeza. Varias compañías internacionales que tenían rutas a nuestro país, suspendieron las operaciones. Es el caso de Air New Zeland, Qatar Airways y Emirates. La aerolínea neozelandesa decidió abandonar la ruta a Buenos Aires definitivamente, en tanto Qatar Airways y Emirates suspendieron sus operaciones a la Argentina. Es decir, si continúan las restricciones o cierre de fronteras, es probable que mas aerolíneas no puedan sostener sus negocios. Un mercado aerocomercial con pocos jugadores representa menos conectividad, menos desarrollo económico y empleo, y menos alternativas para los pasajeros.
Durante la charla, Cerdá señaló los ejemplos de Colombia, que reanudó sus operaciones recientemente, y de Perú que lo hará a partir del 5 de octubre. Y el caso de Brasil, que nunca realizó un cierre total de las operaciones. Por el contrario, remarcó que la Argentina y Venezuela son los únicos países que no abrieron nuevamente sus fronteras a los vuelos internacionales. Desde IATA, también destacaron cómo las empresas aéreas de todo el mundo se están adaptando a la nueva normalidad. Y recomendaron que se adopte como protocolo la realización de test rápidos de COVID-19 a los pasajeros en lugar de implementar cuarentenas en las ciudades de destino.