Sin despedida: una madre no pudo ingresar a San Luis para ver a su hija que murió de cáncer

El factor tiempo cuando está en juego la vida, sigue siendo una arista pendiente dentro del Comité de Crisis de San Luis. El caso de una madre que quería abrazar a su hija por última vez, se quedó y se perdió en la burocracia, por eso la tristeza es aún más grande.

Mariana Ivaseta, de 44 años, falleció en la noche de este viernes después de luchar un año contra el cáncer de pulmón.

Comenzó a enfermarse cuando le encontraron una infección en los riñones (que la llevó a una cirugía donde le extirparon el riñón izquierdo) que terminó extendiéndose por la vena renal hasta llegar a los pulmones.

“La internaron de urgencia la semana pasada porque le aumentó el calcio en el organismo, por lo tanto le realizaron un tratamiento para bajarlo, pero los resultados fueron negativos. Desde ahí fue todo contrarreloj”, le contó a El Chorrillero, Franco Fernández, esposo de la mujer.

“De inmediato”, se contactó con la suegra para que ella iniciara los trámites para ingresar a San Luis y estar presente en los últimos momentos de su hija con vida.

“Mi esposa estuvo un día y medio semiconscientes porque por la invasión del calcio quedó en ese estado, después tuvieron que dormirla para que no sintiera tantos dolores”, se lamentó Fernández.

Fernández hizo la petición por las redes sociales, y según contó, después de eso “cinco autoridades del Gobierno de la provincia y una de Nación” lo contactaron, pero “no llegaron a tiempo”.

Este lunes por la mañana, se realizó el sepelio de Mariana del que participaron los familiares más cercanos. Su mamá aguarda todavía el resultado del PCR que se había realizado, en su ciudad. Y las autoridades de San Luis hasta el momento no han autorizado el ingreso de una abuela que ahora solo quiere abrazar a sus nietos.

“Pido por favor que dejen ingresar a mi suegra para que juntos en familia podamos transitar este difícil momento, hoy más que nunca mis dos hijas necesitan de su abuela”, dijo en diálogo con este medio.

“Lo planeado era que viajaran mi suegra, mi cuñado (quien manejaría) y mi cuñada (la hermana), pero los tiempos del sistema burocráticos no les permitieron estar para poder despedirla”, expresó Fernández.

“Es increíble, todo pasó muy rápido de un año para el otro se nos fue. Creo que es necesario que se tenga en cuenta el factor tiempo, hay temas que son realmente urgentes”, cuestionó.

Uno de los problemas sociales que ha provocado la pandemia es no poder despedir a los seres queridos fallecidos, principalmente aquellos que están separados por los límites geográficos. En San Luis han sido varios los casos en el que el Comité de Crisis no logró reaccionar a tiempo; como sucedió con las hermanas Gary que se quedaron con el adiós de su papá en el corazón y en la garganta.