X

San Luis: lleva 12 días esperando “ayuda” médica porque su hija de 12 años tiene Covid-19

El hombre decidió relatar el abandono de las autoridades provinciales. En la vivienda hay otros tres menores y dos mayores que son factores de riesgo. “Confío en las manos de Dios nuestra salud y nuestro sustento, es evidente que en el Gobierno de la provincia no se puede”, expresó.

Nuevamente un vecino de San Luis decidió utilizar las redes sociales para dar cuenta de las falencias que atraviesa el sistema de salud público.
Actualizada: 24/10/2020 22:41
PUBLICIDAD

Las líneas que escribió Claudio Vázquez en su cuenta de Facebook se pueden leer con preocupación, tristeza y hasta dolor. Así lo reflejan los múltiples comentarios que recibió para acompañarlo y darle fuerza en el duro momento que está atravesando junto a su familia. Su caso se viralizó.

Nuevamente un vecino de San Luis decidió utilizar las redes sociales para dar cuenta de las falencias que atraviesa el sistema de salud público. El hombre directamente dirigió el mensaje al Comité de Crisis del Gobierno provincial.

A lo largo de varios párrafos explicó que una de sus hijas, de 12 años, fue diagnosticada de coronavirus, mientras que otro de 11 presentó algunos síntomas. En la casa también habitan otros dos menores (17 y 10), la madre de los chicos y Vázquez. “Ambos con factores de riesgo”, según contó.

“Debemos darnos todos como positivos ya que compartimos la mayoría de los espacios. Y lo aceptamos como parte de esta pandemia. Sabíamos que a cualquiera podía tocarnos primero, y de que al final, y sin vacuna, la mayoría de nosotros se contagiará”, sostuvo Vásquez.

Además relató que, tras la confirmación del diagnóstico a la niña, llamaron al 107 para dar a conocer la situación y “pidiendo ayuda” para que acudiera a su vivienda “la ambulancia y algún médico para evaluar la condición de su salud”.

“Llamamos hace nada más, ni nada menos que 11 días. Sí, sí. 11 días esperando un médico, la ambulancia”, cuestionó en la publicación realizada este viernes.

Aclaró que lo hicieron por medio de la línea telefónica y de la aplicación Vigilancia Epidemiológica 4.0: “Obviamente, propio de un sistema de salud vetusto, colapsado, olvidado hace décadas y abandonado, no vino nadie”.

Tampoco recibieron indicaciones o información telefónica sobre cómo debían proceder o conocer cómo se encontraban. “Tuvimos que pedir ayuda a un pediatra de la parte privada que es quien amablemente nos orienta”, indicó.

Vázquez puntualizó en que si descargo no está dirigido al personal sanitario, de quienes conoce la “calidad humana”, “el esfuerzo” y “la garra que le ponen” pese a “las miserias que vienen atravesando día tras día desde hace no menos de 40 años, sino del perverso sistema que los quema, los agota, los maltrata, los desgasta y a veces los expulsa”.

“Estamos aislados, a pesar de no poder dejar de trabajar porque vivimos día a día con nuestro esfuerzo cotidiano, y aun así nos guardamos porque tenemos sentido común, conciencia colectiva y valores morales. Y así estaremos hasta cumplir los tiempos que correspondan. Confiando en las manos de Dios nuestra salud y nuestro sustento. Es evidente que en el Gobierno de la provincia no se puede”, afirmó.

Finalmente, volvió a dirigirse a las autoridades: “Ojalá me lean y léanme bien, no voy a olvidar jamás en mi vida que gracias a su desidia y abandono he debido enterrar una hija hace 13 años atrás y he visto, con angustia e impotencia, cómo han abandonado a su suerte a mis otros cuatro hijos menores durante esta pandemia”.

“Váyanse segura y confiadamente al carajo”, concluyó Vázquez.

La mala experiencia que está atravesando Vázquez no es la única que se dio a conocer esta semana. Antes fue María del Carmen Montenegro quien debió esperar más de una semana para que asistan a su mamá, y otras horas más para acceder a una cama en el Hospital de San Luis. También por la falta de personal debió internarse junto a ella y exponerse al riesgo de contraer el virus: todo eso porque no hay personal que asista a los enfermos.

En Villa Mercedes, Alejandra Rende se filmó con su celular y pidió “auxilio”. En una cama, con una máscara de oxígeno y casi sin aire contó la falta de asistencia profesional que estaba padeciendo. La mujer integra un grupo de riesgo por haber atravesado la amputación de su pierna.

PUBLICIDAD

EN PORTADA EL CHORRILLERO

SUBIR