La producción de las industrias pyme cayó 6,9% interanual en septiembre
La baja se registró pese que las empresas ocuparon mayor capacidad de producción que en el mismo mes de 2019. Calzado y marroquinería, los rubros más afectados.
Desde el desplome de abril por la pandemia de coronavirus, la producción de las pequeñas y medianas empresas industriales sigue mostrando constantes signos de recuperación, aunque aún por debajo los niveles de 2019. En septiembre, la caída interanual alcanzó el 6,9%, mostrando una leve recuperación respecto de la baja de 10,8% registrada en agosto. En lo que va del año, acumula una contracción del 19,3%.
Según un informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), “el lento aumento del consumo interno, sumado a los mayores controles a las importaciones, van recuperando los pedidos de producción”.
La caída en la producción de septiembre se dio en un contexto en que las industrias pymes trabajaron con una capacidad instalada de 62,5%, levemente por encima del 61,8% del mismo mes de 2019. Para CAME, “el exiguo incremento anual en el uso de la capacidad instalada, en un contexto de caída de la producción, se explica por el achicamiento que se fue generando en el sector industrial frente a las necesidades de liquidez y al nuevo contexto sanitario”.
Como viene sucediendo en todos los sectores productivos durante la pandemia, el comportamiento de los distintos rubros es heterogéneo. Mientras algunos comienzan a crecer en forma interanual, otros se mantienen aún muy por debajo de los niveles del año anterior.
En septiembre hubo solo dos sectores con subas anuales en sus niveles de fabricación: Productos de caucho y plástico, que creció 4,6%, cumpliendo tres meses consecutivos en alza de esa actividad, y productos electrónicos e informática, donde la elaboración subió 1,8% anual, especialmente impulsada por artículos informáticos. “Este rubro fue un refugio frente a la suba del dólar blue, lo que elevó la demanda, sumado a menores importaciones”, destacó CAME.
Por el contrario, el rubro que mostró la mayor caída anual fue el de calzado y marroquinería que, como sucedió durante toda la pandemia, mostró una demanda escasa. En septiembre, descendió 36,7% respecto del mismo mes de 2019 y, de acuerdo con el informe, en este comportamiento “incide la cuarentena, donde el desgaste de calzado fue muy bajo, tanto en el de vestir como deportivo, y que en este momento las familias no lo están considerando una prioridad", pero también indicó que "el ramo escolar, que siempre fue un demandante constante, también se desactivó este año”.
Pero también el rubro alimentos y bebidas mostró un descenso interanual, en este caso del 4,7%, explicado por una baja del sector de frutas y hortalizas y, con la excepción de vinos, el resto de las bebidas, que se mantuvieron con bajos niveles de elaboración. “Las firmas productoras vinculadas al ramo gastronómico son una de las más resentidas. Algunas empresas se vieron afectadas por las dificultades para importar repuestos de maquinarias dañadas, lo que generó demoras en la producción. Esa situación se repitió en los rubros de mayor uso de maquinaria industrial avanzada”, detalló CAME.
Por su parte, el sector indumentaria y textil también mostró en septiembre una caída interanual del 21,4% y, según la entidad empresaria “es otro de los sectores que no consigue encaminarse”. “Algunos empresarios consultados observan que aumentó la participación nacional en las ventas, pero que aun así la demanda es baja. Incide el factor precios, donde la indumentaria venía con subas demoradas que de a poco fue acomodando y escapan a los bolsillos de las familias. El dilema de los fabricantes es vender sin rentabilidad o resignar ventas, pero teniendo beneficios", explicó.
En el mismo sentido, destacó que “la activación del Ahora 12 generó algo más de movimiento”, pero que las firmas que hacen publicidad vía redes (muchas industrias venían reemplazando al distribuidor por entregas directas a los comercios captándolos online), debieron además absorber los costos del mayor dólar (pagan el llamado solidario)".
Expectativas
En septiembre los niveles de rentabilidad para el 37,8% de las empresas fue positivo (por encima del 35% de agosto); mientras que para el 35,3% fue nulo y para el 20,9% negativo, mostró que “levemente el sector comienza a acomodar su situación financiera”, indicó CAME.
En este contexto, las expectativas subieron de 10% a 14,4% en la proporción de firmas que espera que la producción continúe bajando en los próximos meses, mientras que se mantuvo en 24% la que espera aumentos. El resto o no sabe o cree que se mantendrá.