El Gobierno bonaerense llegó a un acuerdo con los presos amotinados y regresarán las visitas familiares
El 14 de noviembre vuelven las visitas a los penales. La situación más complicada se vivió en San Martín, donde los internos retuvieron a ocho celadores que ya fueron liberados. En Lomas de Zamora tomaron cinco guardiacárceles como rehenes.
Un clima de tensión se registró este sábado en, al menos, seis cárceles bonaerenses donde los internos realizaron motines en reclamo del regreso de las visitas de familiares, pero también la morigeración de penas y mejoras en las condiciones de detención. Tras varias horas de negociaciones, los internos levantaron la protesta luego de acordar con la Provincia que, desde el 14 de noviembre, vuelven las visitas a los penales.
El penal de Lomas de Zamora se sumó a la revuelta en horas de la tarde y la tensión sube en esa unidad donde los presos retienen a cinco guardiacárceles. Según informaron, están en buen estado de salud, pero se niegan a liberarlos.
Antes, la situación más difícil se vivió en San Martín, donde los presos tomaron como rehenes a ocho celadores -tres mujeres y cinco hombres- de las unidades 46 y 48. Todos fueron liberados.
Fuentes del gobierno bonaerense indicaron a TN.com.ar que, cuando comenzó la revuelta, trabajaban en una mesa de diálogo para reestablecer las visitas, que habían quedado suspendidas por la pandemia de coronavirus. Los reclamos comenzaron esta semana y crecieron en las últimas horas cuando se agregó a la exigencia el pedido de morigeración de penas.
Las autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) se comprometieron a trasladar los pedidos a los juzgados correspondientes.
Los episodios se registraron en la unidad carcelaria de Melchor Romero, en las unidades 46 y 48 de San Martín y en la 31 de Florencio Varela. También se reportaron inconvenientes en Campana, Junín y en otras cárceles provinciales.
El acuerdo completo
Finalmente, el SPB comunicó que el sábado 14 de noviembre se habilitarán las visitas a las unidades penitenciarias de la Provincia, con estricto cumplimiento de los protocolos de seguridad sanitaria. "
Se pudo arribar a este acuerdo a través del funcionamiento de las mesas de diálogo, que se conformaron en los penales de la Provincia y en donde participaron autoridades del Ministerio de Justicia y DDHH, representantes del Poder Judicial y organismos de Derechos Humanos", explicaron en un comunicado.
Las visitas de familiares de internos fueron suspendidas en un acuerdo voluntario entre autoridades e internos el 12 de marzo debido a la pandemia de coronavirus. Durante este sábado, el Ministerio de Justicia, el Servicio Penitenciario y el Ministerio de Salud bonaerense comenzaron a elaborar un protocolo de bioseguridad adaptado al contexto de encierro para enfrentar los requerimientos preventivos de la pandemia a partir de la reanudación de visitas.
Cómo fue la jornada de motines en las prisiones bonaerenses
Como parte de la protesta, los detenidos se subieron a los techos de las unidades penitenciarias, provocaron incendios y agredieron a guardicárceles. Los incidentes quedaron registrados en varios videos que se viralizaron en las últimas horas.
En algunas imágenes, se los puede ver en los patios de los complejos protagonizando enfrentamientos con agentes o arrojando piedras y proyectiles, mientras de fondo se escuchan bombas de estruendo.
Además, ante los levantamientos, se debió desplegar al Grupo Especial Antimotines y Requisa (GEAR) para contener la revuelta.
Los voceros aclararon que desde los incidentes ocurridos en abril último en la Unidad Penal 23 de Florencio Varela, donde un interno murió por disparos de postas de plomo, este armamento fue prohibido para ser utilizado por los penitenciarios.
Al momento, se registraron personas heridas, pero no víctimas fatales, aunque fuentes policiales confirmaron a TN.com.ar que hay algunos pabellones de las prisiones de San Martín a los que aún no habían podido ingresar.
Familiares de los internos del penal de José León Suárez se acercaron a la puerta del lugar alrededor de las 16.30 y se sumaron al reclamo por el regreso de las visitas.
Un cordón policial protegía la entrada, mientras algunas personas arremetieron contra los oficiales, que lograron controlar la situación luego de arrojar gases lacrimógenos.
Tras los incidentes, un mediador sostuvo que en las próximas horas se iba a brindar una fecha para que se reanuden las visitas. Informó, a la vez, que todos los reclamos se estaban canalizando a través de una “mesa de diálogo”. Por otra parte, en los penales de San Martín y Varela trabajaron el Juez de Garantía y un defensor público.
Este medio pudo saber que, cuando estalló la revuelta, las negociaciones por el regreso de las visitas estaban avanzadas y que se llevarían a cabo en las próximas semanas como prueba piloto, con protocolo y cupos.
Los antecedentes del conflicto
El conflicto empezó el lunes, cuando un grupo de internos de la Unidad número 42 de Florencio Varela, perteneciente al SPB, protagonizó un motín en reclamo del regreso de las visitas y de una serie de medidas que deberían adoptarse.
Los reclusos se atrincheraron en los pabellones con los brazos envueltos en frazadas y cuchillos. Exigieron la presencia de jueces y fiscales, además de representantes de Derechos Humanos ya que aseguraron que “nadie les da respuesta”, al tiempo que pidieron por “mejores condiciones de detención”.
Después de una hora, los presos dieron por finalizada la protesta, tras hablar con el fiscal a cargo del hecho Christian Granados, quien les explicó que el ministro de Justicia bonaerense Julio Alak y el jefe del SPB Xavier Areses trabajan en un protocolo para que vuelvan las visitas de los familiares a las cárceles, suspendidas hace siete meses por la pandemia de coronavirus y la exposición que podían tener los reclusos a la enfermedad.
El 18 de octubre se produjeron motines en las comisarías Florencio Varela 4ta de Bosques y 5ta de La Capilla, en exigencia de traslados debido a que denunciaban condiciones de hacinamiento. En la primera, incluso, habían tomado de rehén a un oficial, al que amenazaron con cuchillos, pero que finalmente resultó ileso.
El 22 de abril, un mes después del comienzo de la cuarentena por coronavirus en la Argentina, hubo una violenta revuelta en la Unidad Penitenciaria número 23 de Florencio Varela, donde uno los presos identificado como Federico Rey, de 23 años, murió de un disparo durante la represión desplegada para intentar restablecer el orden. Tres agentes del SPB terminaron desafectados e imputados por “homicidio”.