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El Gobierno de Rodríguez Saá fabrica desocupados y pobres

Por Daniel Miranda

Foto marcos Verdullo
Gobernador Alberto Rodríguez Saá en la conferencia de prensa del 11 de junio.
Actualizada: 02/11/2020 21:23
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El programa condensado en el presupuesto guarda en sus pliegues el sueño del mandatario y su hijo de enquistarse eternamente en el poder. Por eso San Luis seguirá sin planes que fomenten el ascenso económico y social de su gente.

Alberto Rodríguez Saá ya cuenta con la ley central del Estado que autoriza un gasto de $77.500 millones para el 2021. El Senado en un trámite sin cortapisas le dio sanción definitiva el martes. Semanas antes en la Cámara Baja, el albertismo con el concurso de un puñado de diputados extrapartidarios habían hecho su parte.

El presupuesto no contempla políticas orientadas a enfrentar dos males que hunden a San Luis: la pobreza y la desocupación. Los indicadores del Indec suscriben lo que se palpa en la vida cotidiana.

En dos años, San Luis duplicó el índice de pobreza y triplicó el de indigencia. Veamos: en el primer semestre del 2020 registró un 39,2% de personas bajo la línea de pobreza y 6,3% bajo la línea de indigencia. En el primer semestre de 2018, el índice de pobreza era de 17,9% y el de indigencia del 2%.

El presupuesto al desnudo

En el año electoral el Gobierno tomará $3.200 millones de reservas por lo cual se trata de un presupuesto con déficit. Hará uso del fondo anticrisis porque los recursos ordinarios no son suficientes para cubrir la totalidad del gasto.

Con esos recursos financiará el gasto corriente que sube en forma descontrolada.

La mayor parte de las erogaciones de funcionamiento está concentrada en el gasto político partidario camuflado de gasto público. Embarcado en la empresa de perpetuarse en el poder, Rodríguez Saá echa raíces con un gobierno clientelar. Uno de los últimos hitos de racionalidad fue derribado con la suspensión de la cláusula legal que limita el gasto corriente al 50% del presupuesto.

El déficit fiscal se convirtió en un déficit crónico que será muy difícil revertirlo si no se toman medidas a tiempo. Las últimas Cuentas de Inversión muestran un rojo de más de $5.600 millones.

Es déficit inútil porque no frena el crecimiento de la pobreza y la desocupación.

Ahora exhiben déficits las Cuentas de Inversión y el presupuesto.

Ese déficit es cubierto con las reservas que no son un mérito exclusivo del actual Gobierno de Rodríguez Saá.

¿Cuánto falta para que tenga que pedir prestado para pagar el déficit fiscal?

A este ritmo necesitará hacerlo en un futuro cercano.

Los indicadores de la realidad dan cuenta que el gasto que hace Rodríguez Saá no mejoró la calidad de vida de la gente.

El déficit no es consecuencia de la pandemia. Es el resultado del rumbo y las prioridades de los últimos cuatro años.

El presupuesto aumentó un 25% con respecto al actual, pero no todos los gastos crecieron de igual manera. Los gastos corrientes crecieron un 45% y los proyectos de inversión un 2%. Esto redundó que los gastos corrientes representen el 58% del total del gasto.

Alberto Rodríguez Saá acuñó una definición en su momento: “El presupuesto equilibrado de San Luis es un atajo al futuro y un pensamiento estratégico”. Ahora carece de herramientas orientadas a atender esos dos problemas estructurales.

Evitable y superfluo

El gasto no se corresponde con el contexto macroeconómico ni la pandemia.

El gobernador dispondrá de $96 millones de gastos reservados y $500 millones en pauta publicitaria –esta última será seguramente superior porque la Cuenta de Inversión 2019 reveló que se ejecutó casi 5 veces más de lo presupuestado–.

Para la administración de La Pedrera se destinan $360 millones, es decir $1.000.000 por día en concepto de honorarios a la empresa Servicios y Consultoría San Luis SAPEM.

Los gastos y comisiones bancarias que cobra el agente financiero pasaron de $750.000 a $70 millones. Se incrementaron un 9233%.

Los honorarios de la empresa privada que distribuye los medicamentos crecieron un 108% llegando a los $84 millones.

El aporte al Ente Administrador de Plantas de Reciclado y Tratamiento de Residuos Sólidos Urbanos subió un 118% alcanzado los $159 millones.

Los gastos del programa soporte técnico procesamiento de haberes que representan los honorarios para los servicios de la liquidación de sueldos crecieron un 189%.

Lo que no es prioridad para 2021

El presupuesto del ministerio de Producción será de $680 millones (0,88%).

Las partidas del Proyecto Fomento al Valor Agregado se achican a la mitad.

Las partidas del Plan Integral del Mantenimiento de los Parques Industriales caerán un 70%.

Las partidas destinadas a beneficios para el mejoramiento del sector productivo y comercial se reducirán un 21%.

Las partidas orientadas a la Ley de Fomento a la Fruticultura Provincial – Ley Nº VIII-0666- 2009 se disminuirán un 20%.

Los fondos para producción y fomento frutihortícola se ajustan un 10%.

El programa Fomento Inversión Minera tendrá $16 millones.

La Maternidad Teresita Baigorria contará a lo largo del año con $38 millones para bienes de consumo.

Por otro lado del presupuesto también se desprende que en el “Encuentro Plurinacional de Mujeres” se invertirán $ 121 millones. La secretaría de la Mujer, Diversidad e Igualdad no ha justificado que fin tendrá esa plata.

La dependencia de la Nación

Tres de cuatro pesos con los que paga la provincia son fondos que envía la Nación. Así lo prevé el proyecto con una desmejoría con respecto al presupuesto de este año.

La tasa interanual de crecimiento de los recursos tributarios locales como la de las transferencias automáticas nacionales ha registrado un comportamiento similar, en orden del 25%.

Sin embargo, en esa ecuación no se han considerado los ATN transferidos a la provincia. De ser así, la evolución de los recursos nacionales hubiera alcanzado un crecimiento del 30% acentuando la dependencia con las transferencias del Estado nacional. Y si además se considera que el Estado nacional tiene previsto girar en concepto de coparticipación $56.831 millones en vez de los $ 47.892 millones que presupuestó Terrazas del Portezuelo, la relación recursos nacionales/provinciales sería más gravosa aún.

No solo presupuestariamente la provincia depende cada vez más del Estado nacional, sino que también la economía local está atada a la suerte de los fondos nacionales que se vuelcan por afuera de las transferencias que hace al Gobierno provincial.

La Nación destina otros $ 62.663.181.922 de su propio presupuesto, mayormente como servicios sociales: salarios, jubilaciones, asignaciones, pensiones, Tarjeta Alimentar y otros planes.

 

Hablar en la actualidad de independencia económica de San Luis es una quimera.

Los recursos que transfiere la Nación al Gobierno provincial representan por lo menos el 75% del total del presupuesto. A la par desde el Tesoro nacional se baja a San Luis prácticamente el equivalente a otro presupuesto para mantener viva la economía puntana.

¿Por qué crece tanto la asistencia en San Luis?

Las erráticas políticas trajeron como consecuencia pobreza y desocupación.

Los fondos del presupuesto y las remesas extra que llegaron desde el Tesoro nacional en lo que va del año permanecerán en el colchón hasta la próxima campaña electoral.

La fórmula para atacar la pobreza no es la multiplicación de planes sociales. La solución es promover políticas de Estado para que los sanluiseños ganen su sustento a partir de su esfuerzo.

Este Gobierno desalienta la cultura del mérito y no incentiva a pensar en el futuro. Por si fuera poco día a día se robustecen las sospechas de que el presupuesto no se gestiona de forma honesta y transparente. Se beneficia una casta de privilegiados.

El gobierno de Rodríguez Saá no genera esperanza en el pueblo.

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